Carlos Zapatero
Consejos
Consejos para mantener en buen estado todos los elementos de las gafas
Carlos Zapatero
Sábado 14 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Sábado 14 de diciembre de 2019 a las 7:24 H
2 minutos
Por su fragilidad, es conveniente que extrememos los cuidados de nuestras gafas
En muchas ocasiones, las gafas son un accesorio imprescindible en nuestro día a día. Por este motivo, mantener los cristales libres de suciedad y protegerlos de posibles arañazos es la mejor manera de cuidar de nuestra vista.
El agua y el jabón neutro, claves para la limpieza de tus gafas
Tal y como nos recomienda el Instituto Superior Ocular, la clásica solución de agua y jabón neutro es uno de los mejores remedios para mantener los cristales de nuestras gafas libres de polvo y suciedad. Del mismo modo, no conviene centrarse únicamente en los cristales. Con el objetivo de eliminar toda la suciedad que se pueda acumular en cualquier rincón de nuestras gafas, es conveniente que centremos especial atención en las almohadillas de la nariz y en las varillas.
Una vez que hayas enjuagado los cristales, una toallita de microfibra es la mejor solución para secar y eliminar todos los restos de agua y de jabón que hayan podido quedar. Es conveniente que extremes las precauciones a la hora de garantizar el secado de los cristales. En los casos en los que no tengas ninguna toallita con la que secarlos, lo mejor es que escojas algún paño extra suave que te permita el secado sin riesgo de dañarlos.
¿Cómo garantizar el cuidado cuando nos las quitamos?
Cuando nos quitamos las gafas y las dejamos sobre una mesa o en nuestra mochila, debemos extremar las precauciones. Para ello, siempre que nos quitemos las gafas lo ideal es que las dejemos con las patillas cerradas, con el fin de evitar cualquier posible golpe que puedan recibir.
En lo que hace referencia a nuestros cristales, tenemos que intentar no dejarlos en una posición en la que estos estén en contacto directo con ninguna superficie. Cualquier arañazo puede afectar a la visión y cambiarlos supone un importante desembolso monetario.
Una funda rígida es una de las mejores soluciones para transportar nuestras gafas con seguridad. Especialmente si vamos a guardarlas en una mochila, un bolso o, incluso, en la guantera del coche. En cualquier ubicación en la que puedan recibir golpes a consecuencia del movimiento, este tipo de fundas las protegerán de cualquier imprevisto.