El verano acaba de comenzar, aunque el calor ha estado presente desde hace varios días con la primera ola de calor que se ha vivido en España y que ha hecho que los termostatos marquen valores como si de julio o agosto se tratase. En consecuencia, nos hemos visto obligados a adoptar rutinas para soportar el calor antes de tiempo, como poner en marcha los aires acondicionados, todo para tratar de paliar las altas temperaturas que, si bien durante el día pueden llegar a ser sofocantes, durante la noche pueden impedir que descansemos como es debido.
Las altas temperaturas afectan a nuestro estado físico y psicológico, y de igual manera a nuestro día a día, ya que las tareas diarias se pueden volver más pesadas, agotándonos más de lo normal. Sin embargo, con temperaturas que a veces no descienden de los 25º, se hace complicado conciliar el sueño, a pesar del cansancio.
Desde Normodorm destacan que la temperatura corporal depende en gran medida de la ambiental, por lo que dormir con calor altera el mecanismo, perturbando de esta forma el descanso, ya que en estos casos la capacidad de perder temperatura corporal (que se produce durante el sueño) es limitada, por lo que no se consigue ese sueño reparador. Esto provocaría un sueño fragmentando, que nos haría sentirnos igualmente cansados y somnolientos.
¿Cómo dormir bien a pesar del calor?
La temperatura ambiente es muy importante a la hora de regular la temperatura corporal, por tanto, si el calor nos impide dormir, hay una serie de prácticas que podemos llevar a cabo para tratar de solucionar esta situación:
Evitar hacer ejercicio, tomar comidas abundantes y alcohol antes de dormir.
Una ducha templada ayudará a disminuir la temperatura corporal.
Utilizar ropa holgada y cómoda.
Usa sábanas finas y ligeras que permitan una correcta transpiración. También podemos humedecerlas con agua fría, o usar toallas húmedas o trapos y aplicarlos en determinadas zonas del cuerpo.
Mantener la habitación aislada durante las horas de mayor calor (cortinas corridas y persianas bajadas para que no entre el sol, y no abrir las ventanas si les da el sol directo para evitar que entre aire caliente) y ventilarlo antes de dormir.
Hidratarse correctamente durante todo el día.
Utilizar un ventilador, por pequeño que sea, ayudará a disminuir el calor, sobre todo en climas húmedos, ya que facilita que se evapore el sudor, ayudando al cuerpo a regular la temperatura interna.
No cambiar la rutina, es decir, irnos a dormir a la misma hora y no hacer siestas para que no lleguemos con menos sueño a dormir.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.