Victoria Herrero
Consejos
Consejos frente al duelo de personas mayores cuando se pierde a un hijo
Es importante que estos padres aprendan a vivir con esa pérdida y no aislarse del mundo
La pérdida tras la muerte de un ser querido es el mayor impacto emocional y personal que podemos sufrir. Un proceso que, en el caso de las personas mayores muchas veces se lleva en silencio y se pasa en soledad, como explican desde el servicio de apoyo al duelo y enfermedad grave avanzada, Bidegin. Una situación más complicada cuando se trata del fallecimiento de un hijo que, según el pensamiento popular, es una pérdida antinatural.
"Cuando se pierde un hijo e incluso un nieto aparece una respuesta que se ve en las personas mayores y que es la culpa del superviviente. Lidiar con una culpa en estas edades hace que se complique el proceso. La persona mayor necesita ser entendida, vista, autorizada, tocada", defienden desde Bidegin.
La edad, cuando se ha de afrontar un duelo, nos da pautas a la hora de reflexionar sobre esa pérdida, pero la verdadera diferencia en cómo llevar la muerte de ese ser querido es la personalidad de cada uno.
La muerte de un hijo
En el proceso de la vida, resulta más lógico que primero nos abandonen las personas mayores. Sin embargo, cuando es un hijo el que fallece antes que sus padres, sobre todo cuando se trata de una situación repentina, los padres no pueden evitar sentir ese sentimiento de culpa antes descrito. Una sensación que puede llegar a bloquear esas fases de duelo.
Lo mejor en estos casos, como explican esos expertos, es liberar todos esos sentimientos que guardamos en nuestro interior. Esa ira, esa rabia o esa impotencia nos ayudará a curar un poco esa culpa.
Cuando la muerte se produce tras una enfermedad, ese duelo ya es anticipatorio y las personas de su alrededor se han podido ir "preparando" para esa despedida. Lo que no quita que sea igual de traumático y doloroso seguir adelante con nuestras vidas.
Y es que es precisamente esa pérdida la que provoca un estancamiento de la vida diaria, sobre todo en personas mayores que se aíslan del mundo y no desarrollan nuevos roles para hacer frente al mundo.
Apoyo familiar y profesional
En la mayoría de los casos es esencial brindar un apoyo a esos padres por parte del resto de miembros de su familia, así como seguir unas pautas marcadas por un profesional ya sea con tratamiento farmacológico o con sesiones de terapia donde se trabajará, a modo orientativo:
- Darse un tiempo para el dolor y para sentir. Es importante ir entendiendo y viviendo ese duelo.
- Encontrar, poco a poco, actividades que hagan que descargues esa tensión mental y física.
- Confiar en los que te rodean y dejarse ayudar.
- Si eres una persona religiosa, tu fe puede ayudarte en este difícil camino.
- Aprender a vivir con el recuerdo de ese hijo que falta y en un mundo donde ya no está.