Los errores más habituales que cometemos al usar la secadora

Los electrodomésticos nos facilitan muchas las tareas cotidianas en el día a día, siempre y cuando funcionen correctamente. En este sentido, la secadora es uno de los aparatos que puede resultarnos de gran utilidad, permitiendo secar la ropa de forma rápida y sin esfuerzo, acabando con la tediosa tarea de tender la colada y esperar a que se seque para después recogerla. 

Sin embargo, su uso puede ser contraproducente si el aparato no funciona correctamente o no hacemos un buen uso de él. Ropa encogida o dañada, aumento de la factura de la luz, secados demasiado largos que nos hacen perder el tiempo... Todos estos problemas se pueden evitar simplemente solucionando algunos de los errores más comunes que cometemos a la hora de utilizar la secadora. 

Cómo utilizar la secadora correctamente

Mirar el etiquetado y el tejido de las prendas que vayamos a meter en la secadora nos ahorrará más de un susto después, ya que no todas son aptas para este aparato, como ocurre con el algodón, el lino o prendas que lleven goma, espuma o accesorios duros. Utilizar el programa adecuado permitirá además sacarle todo el partido. 

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerdan que tener en cuenta el tiempo y la temperatura del secado será también crucial, por lo que será conveniente que los ajustemos a cada tipo de tela para no dañarla. 

En cuanto a las facturas, adquirir una secadora eficiente evitará que este aparato gaste más de lo deseado y acabe por no ser tan rentable como esperaríamos. Mientras que elegir un buen lugar para instalarla nos ahorrará problemas de humedad en la ropa. Lo mejor será colocarla en un sitio plano, alejada de temperaturas extremas y donde haya una buena ventilación. 

Debemos tener cuidado y asegurarnos de que la ropa que introducimos en la secadora está libre de cualquier mancha tras el lavado, ya que, de no hacerlo, el aire caliente de la secadora podría hacer que resulte aún más complicado eliminarla. Así como de no sobrecargarla con ropa, o esta saldrá arrugada y húmeda. 

Algo parecido ocurrirá si la dejamos demasiado tiempo dentro de la secadora una vez termine el programa, humedeciéndose de nuevo e incluso llegando a coger mal olor. 

Tampoco es recomendable reutilizar el agua acumulada en el condensador, pues puede contener restos de detergente y suavizante, además de pelusas, que podrían ensuciar la ropa. 

Por último, para que el aparato funcione correctamente, es importante realizar un mantenimiento regular para que se conserve en buen estado de limpieza. De hecho, el tiempo de secado puede llegar a alargarse hasta un 15% si tenemos los filtros sucios, señalan desde la OCU (@consumidores).