Verónica Mollejo
Consejos
¿Quieres hacer tu propio árbol genealógico? Sigue estos consejos
Verónica Mollejo
Foto: Bigstockphoto
Lunes 22 de julio de 2019
ACTUALIZADO : Jueves 26 de marzo de 2020 a las 18:04 H
3 minutos
Si tienes familiares mayores que tú, el primer paso es consultar con ellos tus antepasados
Un árbol genealógico es una representación gráfica que muestra la identidad de tus antepasados y descendientes de manera organizada y sistemática, simulando la estructura de un gran árbol con sus correspondientes ramificaciones. Para hacerlo correctamente, debes recurrir a la genealogía, una de las Ciencias Auxiliares de la Historia que estudia los datos personales, como el nombre, la fecha de nacimiento o los cónyuges, de un individuo, identificando así a todos los miembros de una misma familia.
Sin embargo, aunque parezca una tarea sencilla, si quieres diseñar un árbol genealógico que realmente ponga de manifiesto varias generaciones de tu familia, deberás armarte de paciencia y seguir algunos sencillos pasos.
Reúne el material que ya tienes
El primer paso es recopilar toda la información disponible a la que tengas fácil acceso, es decir, pregunta a tus familiares y conocidos más cercanos: tíos, primos, hermanos, amigos y vecinos de la infancia o incluso a tus padres si todavía siguen vivos. Ellos sabrán mejor que nadie la identidad de aquellas personas que ya no están con vosotros pero que, en algún momento, fueron pilares fundamentales de vuestra familia. También puedes recurrir a cartas, libros de familia, cartillas militares, testamentos, fotografías o viejas historias para localizar a más parientes.
Comienza la investigación
Una vez que hayas finalizado la primera ronda de consultas y el primer boceto de tu árbol genealógico, es el momento de emprender la auténtica investigación. Seguramente, en más de una ocasión, te quedarás en blanco y no sabrás a quién acudir. Sin embargo, son muchas las fuentes que pueden ser de gran ayuda. Hablamos del Registro Civil, en activo desde 1871; los Archivos Históricos Provinciales, los Archivos Parroquiales o los Protocolos Notariales, por ejemplo.
Tu apellido puede guardar mucha información
Si en un momento dado te encuentras con un apellido extraño o que te provoca cierta curiosidad, no dudes en estudiar su origen, pues en muchos casos el árbol genealógico puede traspasar fronteras. Imagina que uno de tus antepasados viajó a tierras lejanas y allí conoció al amor de su vida, con el que más tarde formaría una familia y que ahora corresponde a otra rama de tu árbol genealógico. Un detalle que puede aportar aún más valor a dicho documento.
Lo más importante: la organización
Durante el proceso, recopilarás multitud de información, con miles de datos y fuentes diferentes que pueden terminar por confundirte y dificultar la investigación. Por eso, es fundamental llevar un registro detallado de todo, que también puede servirte como fuente de inspiración cuando esta brille por su ausencia. Observar todo lo que has conseguido, al igual que los bocetos de tu árbol genealógico, puede darte ciertas pistas o mostrarte aspectos que hasta el momento habían pasado desapercibidos.