¿Sabes que el limón es la solución definitiva para blanquear tu ropa?

La perdida de color blanco de nuestra ropa es una situación normal, derivada principalmente del uso. Habituamente, para luchar contra esta situación, uno de los productos más utilizados ha sido la lejía. Sin embargo, ante productos delicados, esta puede llegar a resultar demasiado agresiva. En este sentido, el cuidado de nuestra ropa siempre ha sido un tema especialmente sensible.

Si quieres un remedio mucho más natural, con una gran efectividad para cuidar de tus prendas, te enseñamos todo lo que debes de saber para utilizar el limón como blanqueante.

El limón, la solución

El limón es conocido por ser uno de los productos más utilizados en la limpieza, debido a sus propiedades blanqueantes. Su modo de uso es muy sencillo. Deberemos cortar un limón por la mitad y restregarlo directamente sobre la zona a blanquear en cuestión. Al ser un producto completamente natural, puedes utilizarlo en tu ropa más delicada. Hay que tener en cuenta que conviene esforzarse en conseguir cubrir toda la superficie de la que deseamos recuperar el color. 

Una vez todas las manchas estén bien impregnadas del jugo del limón, has de colgar tus prendas en el sitio de tu hogar que más sol reciba, sin un paso previo por la lavadora. Y es que el impacto directo del sol es clave para conseguir un buen resultado.

No debes quitar la ropa del tendedero cuando observes que está completamente seca, sino que tienes que esperar entre 5 y 6 horas para garantizar la acción del limón. Una vez retires la prenda del tendedero, un programa de lavado corto será el complemento perfecto para maximizar los efectos del limón. 

Limón y bicarbonato, la solución definitiva

Pese a que las propiedades blanqueadoras del limón son suficientes para enfrentarse a la mayoría de manchas, existen algunas que pueden provocar algo más de resistencia. En estos casos, una solución de limón y bicarbonato será más que suficiente para eliminar todas las manchas de nuestra ropa. Dos cucharadas pequeñas de bicarbonato sobre la mancha y el jugo resultante del frote del limón será suficiente para que las manchas desaparezcan por completo.