Teresa Rey
Consejos
Llega el primer nieto a la familia, ¿qué hay que hacer?
Teresa Rey
Domingo 8 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Viernes 28 de febrero de 2020 a las 16:57 H
3 minutos
Probablemente empieces a sentir un cúmulo de sensaciones, pero los expertos aconsejan ser naturales
La llegada de un nuevo miembro a la familia suele ser motivo de alegría, pero ¿qué ocurre cuando se trata de nuestro primer nieto? Probablemente empezarás a sentir un cúmulo de sensaciones. Y esto es lo normal, pues se trata de un nuevo rol que vas a tener que asumir desconocido por ti hasta el momento: el de abuelo. Los expertos en psicología nos indican que adquirir este papel implica un periodo de adaptación y aceptación, al que hay que ir mentalizándose como a todos los cambios que surgen en la vida.
Naturalidad
Normalmente, el ser abuelo es algo bien recibido, a pesar de que supone algo que los mayores no escogen. Es cierto que las condiciones personales de cada individuo pueden influir a la hora de asumir la noticia, pero lo más importante es tomárselo con naturalidad, indican los expertos. Estamos ante un proceso biológico de la naturaleza y si hemos tenido descendencia es una posibilidad que siempre está ahí.
El vínculo que se establezca entre los abuelos y el nieto dependerá de muchas circunstancias, pero en líneas generales y en un entorno normal provoca satisfacciones a ambas partes. De hecho, el amor que los mayores otorgan a sus nietos es percibido por ellos que se muestran agradecidos por estas muestras de afecto y devoción, según el estudio Influencia de los abuelos en la socialización familiar de los nietos, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.
Conflictos
Esto no quiere decir que no se produzcan conflictos. Los más habituales suelen generarse por no llegar a un entendimiento con los padres. Por ello, debes actuar con tranquilidad y mesura, pues es probable que se produzca algún encontronazo, pero los psicológicos indican que esto es algo habitual. Aconsejan mantener una actitud colaborativa con la intención de ayudar, en la medida de nuestras posibilidades, a nuestros hijos y a lo que implica para todo un nuevo miembro de la familia.
Hay que evitar la sobreprotección y el chantaje emocional hacia el pequeño. De igual modo, no es aconsejable tomar el papel de “padres” porque esto puede agravar aún más las situaciones de conflicto e incluso puede generar confusión en el menor respecto a la figura de sus progenitores. Si el nieto presenta algún problema con los padres y se abre a sus abuelos, lo mejor es que estos adopten una actitud de mediadores fomentando el diálogo.
Lo importante, por tanto, es ser naturales, ir asumiendo el nuevo papel que nos ofrece la vida, que no ha de ser el ser padres de nuevo, y a disfrutar de las alegrías que nos proporcionará nuestro primer nieto.