Victoria Herrero
Consejos
Los mejores consejos para hacer un flan de huevo casero perfecto
Se trata de uno de los postres más fáciles de hacer, en algo menos de una hora si usamos un horno
Este postre es uno de los más sencillos y repetidos en todas las casas de nuestro país a la hora de hacer un dulce casero. Hablamos del flan de huevo para el que te daremos algunos trucos fáciles para hacer la receta perfecta; incluso si esto de la cocina no es lo tuyo.
Pero, antes de ponernos manos a la obra para elaborar bien el flan, recuerda los ingredientes que necesitarás para aproximadamente 5 personas:
- Un par de huevos camperos.
- Unas 3 yemas.
- Un par de cucharadas de azúcar por cada flan que hagas.
- Algo menos de medio litro de leche entera. Puedes usar si quieres leches vegetales.
- La parte del caramelo la haremos con unas 3 o 4 cucharadas de azúcar blanco, un poco de agua y unas gotas de zumo de limón.
A continuación nos metemos en faena para hacer uno de los postres clásicos (originario de Francia) que, sin embargo, a algunos no les hace mucha gracia por su textura y cremosidad. Al contrario y para los amantes de este dulce, estos son los pasos que debes seguir para que la receta te quede sencillamente de profesional.
Lo primero, el caramelo
Así pues, lo primero que haremos será elaborar el caramelo que le da el toque característico a este postre. Se podría comprar ya hecho en el supermercado, pero lo mejor es que lo hagamos nosotros mismos. Así, pon una cazuela o una sartén (al gusto de cada uno) al fuego para que vaya cogiendo algo de temperatura.
Con cuidado de no quemar este utensilio, vamos añadiendo uno tras otro los ingredientes esenciales del caramelo tradicional. Y lo haremos siguiendo este protocolario orden: primero el azúcar y después el agua. Dejamos esa mezcla a fuego medio, pero no lo removemos por ahora. Esto último es esencial si no queremos correr el riesgo de apelmazar el azúcar y que el caramelo no quedo todo lo líquido que se espera.
Cuando ya veas que el edulcorante va cambiando de color y empiezan a brotar unas pequeñas burbujas, es el momento de empezar a mover todo. Y para ello, lo mejor es hacerte con una buena cuchara de madera.
Una vez esté todo bien integrado, podemos añadir unas gotitas de limón para que adquiera un brillo especial y retiramos del fuego sin dejar de agitar hasta que veamos que tiene el tono ideal como de miel tostada.
Espera unos segundos hasta que se atempere y vete echando ese caramelo en los recipientes o flaneras que usarás para hacer tu flan de nuevo. No te olvides de impregnar también las paredes, no solo el fondo y deja que se enfríe hasta que su consistencia sea más dura.
¿Hasta aquí todo bien? Seguimos...
Ahora empezaremos los pasos para hacer el flan propiamente dicho. En un recipiente echaremos las yemas que antes hemos apuntado en los ingredientes, los 2 huevos enteros, el azúcar y la leche entera. A continuación, empezamos a batir todo hasta que esta mezcla tenga un aspecto cremoso. Cuando tengamos lista esta masa la reservamos para seguir con el siguiente paso de la receta.
Preparamos el horno (el flan de huevo también se puede hacer en cazuela a un estilo más tradicional). Y para ello colocamos la bandeja central del horno con algo de agua y encendemos la temperatura para ir calentando el interior y que el agua empiece a hervir. Hasta que llegue ese preciso momento, vamos rellenando con la masa anterior los moldes en los que previamente hemos ido añadiendo el caramelo.
Cubrimos estas flaneras con papel de aluminio y las depositamos en esa bandeja que tenía agua. Calculamos el tiempo y los dejamos algo menos de una hora. El truco para saber si están perfectos es comprobar si los flanes están cuajados y muestra (pinchando con un cuchillo para ver si sale limpio lo sabrás). Pero antes de esto puedes poner en práctica otro consejo: retira el papel de aluminio para que se hagan mucho mejor en los últimos 10 minutos.
El truco de los profesionales del mundo de la repostería es dejarlos que se enfríen a temperatura ambiente y meterlos luego en la nevera para poder comerlos al día siguiente. Cuando vayas a hacerlo, cuidado al desmoldarlos no sea que se rompan y se pierda toda la gracia que tiene el flan.
Un postre perfecto para cualquier ocasión
Realmente resulta muy sencillo preparar este postre casero. Ahora que ya sabemos todos los pasos de la receta y algunos trucos para que queden mejor, quizá otro día puedas animarte a preparar flan en su versión hecha con café (en este caso añadiremos café soluble a esa masa de azúcar y leche, pero en este caso sustituiremos esta última por nata para cocinar).
Y si un día tienes poco tiempo y quieres sorprender a tus nietos con una merienda especial (un día es un día) puedes elaborar esta misma receta, pero usando el microondas en lugar del horno. Así, en apenas 5 minutos y a la máxima potencia tendrás listo tu flan de huevo casero para reservarlo un par de horas en el frigorífico antes de que lleguen los más pequeños.