Es inevitable que, en algún momento del verano, encontremos en nuestro cuerpo alguna picadura y, aunque los mosquitos suelen ser los más frecuentes en provocarlas, no siempre tienen la culpa.
Cuando un bicho nos pica, lo habitual es que provoque diferentes reacciones en la piel, las más frecuentes son: enrojecimiento, picor e inflamación. Por eso, no resulta sencillo identificar qué bicho nos ha picado realmente, aunque hay algunos indicadores que nos pueden dar algunas pistas que nos ayuden a tener una idea más acertada.
Picadura de mosquito
Son las picaduras más típicas del verano y podemos identificarlas porque, en cuanto el mosquito pica, aparecen unos pequeños bultitos rojos y circulares en la zona, que se caracterizan por picar de forma insoportable, ser más leves que otras picaduras, y durar uno o dos días, según informa QuironSalud.
Aunque no tiene por qué ser preocuante, si se empieza a sufrir otro tipo de síntomas como dolor de cabeza, de cuerpo o fiebre, se recomienda acudir al médico, ya que podría ser una picadura de un mosquito poco común, como el mosquito tigre, o alguna reacción alérgica.
Picadura de abeja y avispa
Se dice que las abejas no suelen picar, pero cuando lo hacen, su picadura provoca mucho dolor, aunque su efecto no suele prolongarse más de dos días. Es imprescindible extraer el aguijón, ayudándonos con una pinza, para evitar que permanezca dentro.
Por otro lado, las avispas son más agresivas y sí que suelen morder y picar si se las molesta, provocando dolor, calor y enrojecimiento cuando lo hacen. Además, la zona inflamada queda coronada por un pequeño punto central y una marca blanca. A diferencia de las abejas, estas conservan el aguijón (por esa razón, las abejas solo pican una vez), así que no es necesario extraerlo.
Picadura de tábano
Los tábanos son otros insectos muy habituales en verano. Tras su picadura, aparece un nódulo en la piel que provoca mucho dolor, ya que lo que hacen es morder y cortar la piel. La zona se inflama y aparece un pequeño halo rojizo alrededor. También puede producir urticaria o una reacción alérgica, y unardor agudo e instantáneo, incluso puede llegar a salir un pequeño moratón en la zona.
Picadura de pulga
Cuando nos pican, la piel se llena de varios hinchazones que pueden aparecer de forma agrupada. Producen picor y también pueden causar urticaria. Por ello debemos evitar rascarnos demasiado, para no dañar la piel y provocar una infección bacteriana secundaria, que se puede manifestar a través de ampollas blancas.
Suelen aparecer con mayor frecuencia en la parte baja de las piernas, enlos tobillos y en los pies. Aunque también pueden surgir alrededor de la cintura, los senos, las axilas o la ingle.
Picadura de chinche
Su picadura se parece a la de las pulgas, dejando un rastro en forma de erupciones rojizas, a modo de zigzag, que también puede producir hinchazón y picazón. A veces pueden pasar días hasta que sintamos estas reacciones.
Picadura de araña
En realidad, las arañas no pican, sino que muerden, y esta mordedura se diferencia porque presenta dos marcas de punción y la reacción se manifiesta a través de una sola pápula, pústula o roncha, seguida de enrojecimiento y sensibilidad, según informa Webconsultas.
Estas picaduras suelen tardar más en curarse, por lo que se recomienda una buena higiene de la misma para evitar infecciones.
Picadura de garrapata
Las picaduras de estos parásitos se diferencian porque dejan una marca de un rojo intenso, que además puede provocar erupciones y sensación de dolor y ardor. Incluso pueden aparecer ampollas o dificultad para respirar.
Les suelen gustar las zonas cálidas y húmedas del cuerpo, como el cabello, las axilas o las ingles.
Picadura de hormiga
Aunque nos parezcan insectos más molestos que peligrosos, pueden morder, y al hacerlo, provocarnos protuberancias rojas en la piel, acompañadas de hinchazón. Además, hay que tener cuidado porque pueden picar varias veces a la vez.
En algunas ocasiones y dependiendo del tipo de hormiga, pueden aparecer puntos rojos inflamados que desarrollen pústulas y ampollas blancas que provocan una hinchazón más importante. Estas picaduras sí suelen doler y picar, provocando una sensación de quemazón, y pueden durar hasta una semana. Igualmente, se recomienda no rascarse la zona para evitar cualquier tipo de infección.
Picadura de ciempiés
Cuando pensamos en picaduras probables, no consideramos a los ciempiés como posibles responsables, pero estos pequeños bichitos también pican, y sus picaduras pueden provocar dos punciones sangrantes inflamadas y muy dolorosas. También pueden aparecer ronchas o secreciones, aunque estos síntomas no suelen durar más de 48 horas.
Eso sí, hay que tener cuidado de no rascarse, porque la sustancia que dejan en la piel puede contagiarse a otras zonas, provocando hinchazón, dolor y enrojecimiento.
Picadura de mosca negra
Aunque no es una de las picaduras más frecuentes, es fácil encontrarse con alguna en ciudades como Madrid o Zaragoza y otras poblaciones cercanas a ríos.
Estas moscas muerden, y la picadura provoca reacciones muy parecidas a las del tábano: en forma de corte en la zona afectada. El dolor puede llegar a ser muy intenso horas después de que se haya producido la picadura (cuando desaparece el efecto analgésico), y la zona también puede sangrear e inflamarse.
Aunque todas estas picaduras no tiene por qué representar ningún problema grave, algunas sí que pueden generar una reacción alérgica, y siempre recomiendan que, ante cualquier signo de malestar grave, como fiebre, dificultad para respirar o dolor en el cuerpo, hay que acudir al médico, ya que la picadura podría provenir de cualquier otra variación de insecto más peligroso.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.