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La seguridad que encontramos en Internet nos exige tener contraseñas para una gran cantidad de páginas y servicios, lo que provoca una mayor dificultad para recordarlas. Una de la que tenemos que echar mano casi a diario es el pin de nuestra tarjeta de crédito y son muchos los que optan por elegir cuatro cifras fáciles de recordar.
En este sentido, Nick Berry, científico de datos en Facebook, elaboró un ranking con las contraseñas más inseguras para las tarjetas porque, entre otras cosas, son las más repetidas. Si tu PIN aparece en esta lista, junto con el porcentaje de frecuencia con la que se repite, lo más recomendable es que lo cambies cuanto antes:
1234 - 10,71%
1111 - 6,02%
0000 - 1,88%
1212 - 1,2%
7777 - 0,75%
1004 - 0,62%
2000 - 0,61%
4444 - 0,53%
2222 - 0,52%
6969 - 0,51%
En cambio, los números PIN menos utilizados (y, por tanto, en teoría los más seguros) son estos:
7063 - 0,001131%
6093 - 0,001131%
6827- 0,001101%
7394 - 0,001101%
0859 - 0,001072%
8957 - 0,001042%
9480 - 0,001042%
6793 - 0,001012%
8398 - 0.000982%
0738 - 0.000982%
7637 - 0,000953%
6835 -0,000953%
9629 - 0,000953%
8093 -0.000893%
8068 - 0,000744%
Nunca lo apuntes
La Policía Nacional ha advertido varias veces a través de sus redes sociales del peligro que supone apuntar el número PIN ya sea en la misma tarjeta o en un papel que lleves contigo. “Nunca apuntes tu código PIN de la tarjeta de crédito en la misma, ni lo lleves en el mismo sitio donde la guardas y evita disgustos si te roban o pierdes la cartera”, señala.
Nunca apuntes✍? tu código PIN de la tarjeta de crédito? en la misma, ni lo lleves en el mismo sitio donde la guardas y evita disgustos si te roban o pierdes la cartera?? #Prevencion pic.twitter.com/xPNHZ2Hyj9
— Policía Nacional (@policia) February 5, 2020
¿Cómo puedo crear una contraseña segura?
Siguiendo los consejos de Google, una contraseña tiene que ser única. Cada cuenta que utilicemos es conveniente que tenga su propia contraseña. Especialmente cuando hablamos de algunas de nuestras cuentas más importantes, como la del correo electrónico o nuestra cuenta bancaria.
Es aconsejable recurrir a una cifra que no tenga ningún tipo de relevancia en nuestras vidas o que utilicemos reglas mnemotécnicas para confeccionarlas. En caso de contraseñas con letras, es recomendable que la contraseña sea larga y fácil de recordar. Un buen ejemplo puede ser una frase de una película o un libro. Incluso el estribillo de una canción.
Si además de ser larga, utilizamos caracteres especiales como símbolos. O números y letras intercaladas, conseguiremos que nadie pueda descifrar la contraseña que utilizamos. En cualquier caso, es importante que evitemos utilizar todo tipo de palabras comunes e información personal que conozcan nuestras amistades, como el nombre de nuestra mascota, la ciudad en la que nacimos o el nombre de la empresa para la que trabajamos.
Que alguien acceda a nuestro correo sin nuestro permiso, además de a nuestras cuentas bancarias o corporativas, puede ser un importante problema a nivel de privacidad que se puede subsanar por medio de una contraseña segura y fiable.