Mariola Báez
Consejos
Ahora que tienes tiempo, ponte con esas tareas que siempre dejabas para otro momento
Organizar armarios, guardar papeles o clasificar las fotos, ideas para aprovechar el confinamiento
Mantenernos activos física y mentalmente es esencial, pero sobre todo en épocas de crisis como la actual, cuando se convierte en un requisito básico para la salud y el bienestar. El confinamiento que ahora cumplimos ha hecho que la rutina de muchos adultos mayores tenga que cambiar para adaptarse a las nuevas exigencias que impone el hecho de pasar tanto tiempo en casa.
Como señala el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (@CopMadrid) en su Guía para Personas Mayores, es normal en estos duros momentos la aparición de emociones negativas como el miedo, la tristeza o la ansiedad. En este sentido, la realización de actividades útiles, como ordenar, limpiar o leer, puede ayudarnos a mantener una actitud positiva que contribuya a superar o, al menos, reducir esos sentimientos.
Lista de tareas, un buen comienzo
El desánimo generalizado hace que, en muchas ocasiones, 'activarnos' no resulte tan sencillo. Realizar distintas tareas en el hogar no obra milagros, pero esta práctica, unida a otras medidas esenciales para el bienestar, como hacer algo de ejercicio físico, llevar una dieta adecuada y mantener el contacto, aunque sea virtual, con familiares y amigos, va a contribuir de forma notable a lograrlo.
Si no sabes por dónde empezar, una buena idea es hacer una lista de tareas pendientes, incluyendo aquellas para las que nunca has tenido tiempo. Si quieres, existen varias aplicaciones que te ayudarán a darle forma o si lo prefieres, un cuadro de Excel o alguna de las plantillas que encontrarás en Internet pueden cumplir esta función. Un simple lápiz y un papel también resultan perfectamente válidos.
Sea cual sea la opción que elijas, los expertos señalan que esta sencilla medida puede ayudarte, de manera eficaz, a organizar tu tiempo y a establecer una serie de ‘obligaciones’ autoimpuestas que van a formar parte de la nueva rutina que exige la actual situación. Como consejos para ese organigrama que te ayude a distribuir tu tiempo, los psicólogos dan una serie de consejos básicos como:
- Establece un tiempo limitado, por ejemplo, haz una lista para un periodo no superior a una semana (siempre podrás hacer una segunda).
- Sé realista. Tampoco se trata de llevar a cabo, en unos días, el trabajo de un año y acabar sintiendo malestar por no haber logrado objetivos inalcanzables a corto plazo.
- No hay tareas aconsejables o poco recomendables. Incluye en tu lista aquellas que consideres que van a proporcionarte una pequeña satisfacción personal. Tan válido puede ser ordenar tu estantería de libros por orden alfabético, como limpiar la alpaca. Cada uno sabe lo que tiene pendiente.
Algunas prácticas ideas
Como consejo, procura incluir en tu lista tareas sencillas pero entretenidas, que no sean demasiado complejas y que requieran un tiempo extra del que no siempre dispones. No te obsesiones con acabar todas el mismo día, ni tampoco optes por arreglos que requieran materiales o herramientas que, tal vez, no tienes en casa y son difíciles de conseguir en estos días de confinamiento. Proponte, por ejemplo, dos o tres objetivos para esta semana, distribuyendo los trabajos en días alternos y con un horario establecido. Como opciones posibles tienes:
- Armarios. Si los tuyos parecen tener vida y nunca encuentras lo que necesitas, es un buen momento para hacer una redistribución y, de paso, deshacerte de aquello que ocupa espacio y no utilizas desde hace años. Ropa, zapatos, complementos o textiles del hogar, sigue las normas básicas de un buen vestidor y consigue que por fin cada cosa esté en su sitio.
- Medicamentos y neceser. Contar en casa con un pequeño botiquín es algo habitual, pero sin darnos cuenta en él se acumulan fármacos que ya no resultan necesarios o están caducados. Este es el momenot perfecto para hacer una revisión y separar aquellos que ya no son de utilidad para, cuando sea posible, llevarlos a reciclar convenientemente. Lo mismo puede ocurrir con los cosméticos y los productos de maquillaje que merecen un repaso.
- Fotos. Un clásico. Las nuevas tecnologías han hecho que guardemos en los dispositivos móviles mil imágenes que captamos sobre la marcha. Muchas acaban olvidadas o borradas accidentalmente. Por eso, quizás este es un buen momento para saber qué recuerdos conservamos en el móvil. Crear con ellos tu propio álbum, con ayuda de una aplicación o de alguno de los servicios que ofrecen empresas el sector a través de Internet, puede resultar muy gratificante.
- Las ‘figuritas’ decorativas. Probablemente cada una tenga un significado especial para ti y te gusta verlas adornando las distintas estancias de tu casa, pero el diseño de algunas parece estar hecho para complicarte la vida a la hora de limpiarlas. Este puede ser un objetivo más en tu lista. Agua y jabón, productos específicos y algún que otro truco casero pueden convertirse en tus mejores aliados.
- Papeles y cuentas. Tómatelo con calma, pero si eres de los que dedica el tiempo justo a comprobar los recibos que llegan a tu correo, quizá sea la ocasión idónea para mirarlos con detenimiento. El gran misterio de la factura de la luz, la oferta de telefonía que subió el mes pasado, esa derrama en el recibo de la comunidad... Apuntar lo que no te cuadre, para aclararlo en el momento oportuno, puede ser otra buena (y laboriosa) gestión.