Mariola Báez
Consejos
Precauciones sencillas para evitar los efectos de las heladas
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Sábado 9 de enero de 2021
ACTUALIZADO : Sábado 9 de enero de 2021 a las 0:24 H
6 minutos
Las plantas, el suelo, la caldera, el coche, tu mascota… El hielo puede darte más de un disgusto
Enero y febrero son los meses del año en los que se producen las heladas más intensas. La temperatura desciende por debajo de los cero grados y una capa de hielo, más o menos contundente, hace acto de presencia en las frías mañanas. Es la principal consecuencia de las bajas temperaturas que congelan nuestro entorno durante las horas nocturnas. Es algo normal en esta época y poco puedes hacer al respecto, pero lo que sí está en tu mano es minimizar los posibles efectos negativos derivados de esta situación.
La primera medida y la más importante hace referencia a tu integridad física, porque si algo tiene un pavimento helado es que puede convertirse en una pista de patinaje y resultar peligroso a la hora de caminar. Si al salir de tu casa detectas que ha helado y el suelo está resbaladizo, utilizar un calzado apropiado y andar con máxima precaución evitará una caída que puede provocar lesiones muy graves.
El resto de seres vivos
Mascotas y plantas sufren también las consecuencias de una dura helada. En las noches más frías, es importante que tu perro duerma en casa y si no es posible, tendrás que facilitarle algún refugio acondicionado para que la humedad y la escarcha no caigan directamente en el animal.
El cuidado de las plantas de exterior resulta especialmente importante en estas situaciones. Si el mercurio desciende a niveles extremos, la mayoría de las plantas se pueden llegar a congelar y, por tanto, morir. Si quieres que aguanten bien todo el invierno, algunos consejos que puedes poner en práctica son:
- Riégalas en las horas centrales del día, las más cálidas, nunca al atardecer cuando esté a punto de retirarse el sol. Además, recuerda que la frecuencia de riego debe disminuir en la época invernal, pues un exceso de agua resultaría perjudicial.
- Protegerlas con un improvisado invernadero es sencillo: una vara o palo pequeño y un plástico, o incluso una tela ligera, es suficiente para que tu planta supere la gélida noche. Si eliges esta opción, comprueba que tu “invento” tiene algunos orificios que permiten la ventilación y la respiración a este ser vivo.
- Otra buena idea es realizar un acolchado alrededor del tronco de la planta para proteger, especialmente, su raíz. Un lecho de ramas y hojas secas, de corteza de árbol o de paja servirá de protección.
Medidas importantes de prevención al volante
Solemos mostrarnos precavidos ante los avisos y alertas de tormentas, fuertes vientos o nevadas, pero, como recuerda Protección Civil (@porteccioncivil), las temperaturas mínimas y las heladas, que se presentan en estos meses sobre todo en el interior peninsular, requieren también nuestra atención, para evitar incidentes de diversa gravedad.
Todos los aspectos referidos al coche y a la conducción son de especial relevancia. Si tu vehículo duerme en la calle, intenta aparcarlo en un lugar lo más resguardado posible. En ciudad es difícil poder encontrar el sitio idóneo, pero en el entorno rural o en urbanizaciones que están fuera del casco urbano, algo tan simple como dejar el coche bajo unos árboles, algún saliente o cornisa, o próximo a un muro que sirva de mínima protección puede hacer que a la mañana siguiente no lo encuentres tan congelado. Una idea básica para evitar rascar el hielo de la luna delantera es colocar sobre él un cartón y sujetarlo con los limpiaparabrisas. Es un minuto y, cuando vayas a cogerlo de nuevo, lo agradecerás.
Es esencial, antes de iniciar la conducción, contar con la suficiente visibilidad, así que en caso de fuerte helada, calcula un tiempo extra para eliminar el hielo que pueda haber en las ventanillas, el cristal trasero y los espejos retrovisores.
Además, a la hora de ponernos al volante hay que ser muy conscientes de la existencia de placas de hielo en la carretera, por lo que toda precaución es poca durante la conducción.
Evitar desperfectos en casa
Ante una dura helada, también el exterior de tu casa y cualquier elemento que puedas tener en la terraza, los balcones o el jardín sufre un importante deterioro.
Si tienes algún tipo de mobiliario que utilizas más en verano, pero que no guardas en invierno por cualquier motivo, no olvides cubrirlos convenientemente porque la variación térmica entre el día y la noche puede perjudicarlos de manera importante.
Respecto a las grietas que pueden aparecer en suelos de exterior y la cara externa de las paredes de tu vivienda, en primer lugar es importante determinar su origen, porque puede que las heladas no sean la causa. Si están en perfectas condiciones y es nuevamente la oscilación térmica lo que las provoca, puedes proteger tus baldosas de exterior con algo tan simple como recubrirlas con una alfombra de goma o un tejido sintético, que podrás retirar en el momento que quieras. Las paredes puede que necesiten una revisión que confirme su adecuado nivel de aislamiento térmico.
Como último consejo, la mayoría de las calderas cuentan con un sistema “anti heladas”, es decir, arrancan solas cuando las temperaturas bajan tanto que existe riesgo de congelación en el circuito del agua que llega a los radiadores. Por precaución, no está de más confirmar que este mecanismo de seguridad funciona correctamente.