Victoria Herrero
Consejos
¿Cómo pagar una plaza en una residencia para mayores si se alquila la vivienda habitual?
Victoria Herrero
Foto: Bigstock
Viernes 20 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Viernes 20 de diciembre de 2019 a las 7:02 H
7 minutos
El coste de algunos centros asistenciales privados en España puede rondar los 2.000 euros al mes
Soledad o problemas de salud pueden ser algunos de los motivos que llevan a una persona mayor a querer trasladarse a una residencia para que sea su domicilio a partir de ahora. Pero si uno no tiene la suerte de poder optar a una plaza en un centro de titularidad pública, más económico, la única alternativa que te queda es un espacio privado.
Así, según un informe llevado a cabo por la Universidad de Valencia (@UV_EG), el coste estimado de una plaza residencial privada se acerca a los 2.000 euros por persona y mes según la zona de España. Un desembolso económico elevado que muchas personas mayores no pueden afrontar con sus ahorros o su pensión del día a día.
Es entonces cuando surge la idea, por parte de una empresa como Pensium, de alquilar la vivienda de esa persona durante el tiempo que esta permanezca en esa residencia. Una forma de obtener unos ingresos extras que pueden servir de ayuda para pagar ese importante gasto. Sería algo así como una hipoteca inversa (en este caso se presta el dinero a esa persona mayor teniendo en cuenta el valor de su casa), pero a diferencia de esa anterior fórmula la vivienda no se pone como aval, sino que se estudia su rentabilidad a la hora alquilarla.
En el caso de esta compañía, ellos se encargan de adelantar una parte del dinero (cada medio año de poco en poco) que esa persona pueda necesitar para optar a esa plaza residencial o para adecuar ese hogar para su posterior arrendamiento. A cambio, Pensium tiene el usufructo para alquilar esa vivienda y el propietario adquiere una deuda con esa empresa; deuda que se cancela cuando esa persona mayor ya no necesita más dinero o hasta que la explotación de dicha casa llegue a cubrir esa cantidad de dinero.
Una vez sucede esto, los propietarios de ese piso pueden volver a disponer de él.
¿Es una buena idea?
Siempre y cuando esa casa ya no tenga cargas hipotecarias a su nombre, todo el dinero que se saque mensualmente de esa renta puede ir destinado a sufragar parte del coste de esa plaza en un centro asistencial (así como la deuda suscrita con esa empresa). Así pues, puedes sacar una rentabilidad cercana al 8% solo durante el primer trimestre como asegura el portal inmobiliario Idealista (@idealista). Un porcentaje que supera a otro tipo de productos financieros que se pueden suscribir.
Otra de las buenas ideas de optar por el alquiler, como defienden desde esta empresa, es que durante todo ese tiempo esa casa no está desocupada y no puede ser objeto de robos o personas que entren ilegalmente para ocuparla y vivir en ella. Además, esos inquilinos se encargarán de su mantenimiento para evitar el deterioro de la misma con el paso de los años.
Asimismo, ese alquiler supone un aporte extra para sumar al pago de esa mensualidad de la residencia pero con la ventaja de no perder ese inmueble familiar que es lo que ocurriría si no quedara más remedio que ponerlo en venta.
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Pero puede que no interese contar con ese intermediario y se opte por un alquiler sencillo de forma directa con el arrendatario.
Quizá uno de los temores a la hora de decidirse por alquilar ese hogar sea que los nuevos inquilinos no den problema alguno en el vecindario, mantengan la casa en buenas condiciones y respeten todas las cláusulas estipuladas en ese contrato, especialmente la relativa al pago de la mensualidad "religiosamente".
Por eso, para atar todos los cabos y alquilar esa vivienda de forma segura, no está de más tomar estas precauciones antes de estampar nuestra firma en ese acuerdo entre ambas partes:
- Establece el tiempo máximo de duración del alquiler. En el caso de que por circunstancias personales tengas que regresar antes de esa fecha a esa vivienda, disponer de ella para un heredero o venderla, debe quedar registrado en ese documento para evitar futuros problemas.
- Es bueno hacer un inventario de todo lo que tiene la casa, en el caso de que se alquile con muebles y enseres. Una lista que será necesaria para confirmar que todo está cuando finalice ese alquiler o que no se ha dañado o deteriorado nada.
- Establecer los supuestos en el caso de que esa persona no haga frente al pago del alquiler cuando esté estipulado, lo mismo que si no respeta la convivencia con el resto de vecinos o incumpla alguna de las condiciones firmadas.
- Se puede pedir una fianza al comenzar el alquiler. Dinero que se devolverá cuando el inquilino se marche de esa casa y se compruebe que no ha habido desperfecto alguno.
- En el contrato normalmente se especifica qué gastos se incluyen en el contrato y quién debe asumirlos.
- Por parte del propietario es una obligación entregar ese piso en perfectas condiciones de limpieza y habitabilidad.
- Cuida de tu inquilino. Si lleva años en tu casa, es solvente, serio y todo está perfecto, siempre puedes ser benevolente con él. Por ejemplo, dar tu brazo a torcer si quiere hacer una pequeña reforma en casa o no subirle el precio del alquiler (incluso haciéndole una rebaja). Fórmulas que te asegurarán que tu casa esté ocupada durante un largo tiempo si así lo necesitas.