Victoria Herrero
Consejos
¿Cuándo un perro debe llevar bozal? Qué tipos existen y cómo elegir el que necesita tu mascota
Victoria Herrero
Foto: Bigstock
Domingo 22 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Domingo 22 de diciembre de 2019 a las 8:14 H
6 minutos
Este elemento debe ajustarse a la morfología del hocico de tu animal para que no le haga daño
Cuando vemos a un perro con bozal, la primera reacción es de temor y predisposición a no acercarnos a él, ya que consideramos que es peligroso y que por eso lleva ese aparato encima de su hocico, que no le permite apenas abrir la mandíbula. Sin embargo, no siempre este complemento responde a un perro que muerde o ataca a personas desconocidas, sino que en algunos casos se usa para evitar que coman ciertos alimentos o desperdicios.
Hoy, desde 65ymás te explicamos en qué ocasiones debe un perro lleva bozal, los tipos que existen en el mercado y cómo se debe acostumbrar al animal para que no le resulte molesto. ¡Toma nota y pierde el miedo!
¿Necesita bozal mi perro?
Este elemento es necesario cuando tenemos en casa un perro de una raza catalogada como peligrosa, para evitar males mayores por si ataca a alguien y debemos responder por ese altercado. Es el caso de los rottweiler, los dogo argentinos, los pitbull terrier, los american staffordshire terrier, los tosa inu, los dóberman, los mastín napolitano o los presa canario, entre otras razas. Especialmente si ya han herido a una persona con anterioridad, o lo han intentado, y sus dueños tienen una denuncia por este motivo.
No llevar el bozal, así como pasearlos con una correa que sea extensible o tenga más de dos metros de largo puede suponer que el propietario del animal se juegue una multa que, en el algunos casos, supere los 2.000 euros.
Aparte de esa consideración de carácter agresivo y violento, un perro normal está obligado a llevar bozal en las siguientes circunstancias, como explican desde la Fundación Affinity (@Fund_Affinity): siempre que vayas con este tipo de mascota en la mayoría de transportes, tanto privados como públicos, como es el caso de Renfe Cercanías (@Renfe), y cuando el tamaño del perro sea tal que no pueda ir en su transportín obligatorio. También puede ser indispensable en los servicios de metro de algunas ciudades de nuestro país.
Además, es recomendable el uso de este aparato en el caso de que des un paseo con tu perro por ciertas zonas donde haya restos de comida, basura o heces en el suelo y no quieras que tu perro meta el hocico donde no debe.
¿Qué tipo de bozal se adapta mejor a tu perro?
Es entonces cuando uno descubre la cantidad de tipos de bozales que existen en las tiendas de animales y centros veterinarios, entre los que podemos distinguir algunos de ellos. Pero antes de conocerlos, debes saber algunas pautas para elegir el que se ajusta a las necesidades y la morfología de tu mascota. Así, decídete por uno que sea de su tamaño, ni demasiado pequeño que le haga daño ni demasiado grande que no le sujete bien y se lo pueda quitar de un mordisco; además de tener en cuenta la forma de su hocico.
Sabiendo esto, puedes comprar algunos de los tipos generales que existen:
- Bozales de tubo. Pueden ser de tela o de cuero para cerrarle toda la boca, pero llevan la parte delantera abierta para que el perro pueda respirar. Lo malo es que este tipo de bozales apenas dejan abrir la boca a tu animal y jadear, algo esencial que necesitan los perros para regular su temperatura corporal, sobre todo en los días de más calor. Este tipo de bozales se usan en momentos muy puntuales y durante un breve espacio de tiempo, normalmente cuando se está en una clase de adiestramiento. Y nunca se deben emplear, por el bienestar del animal, si estamos en pleno verano o el perro está haciendo ejercicio físico.
- Bozales tipo cesta. Están hechos de plástico, metal o cuero. Estos modelos tapan la boca, pero no tienen los mismos impedimentos que el ejemplo anterior para abrir este orificio, comer o beber agua.
- En el caso de que tu perro tenga el morro corto y no alargado, también existen bozales para ellos. En este caso son especiales y se ajustan a la forma de su cara, mientras se atan por detrás de su cabeza y orejas.
Eso sí, sea cual sea el tipo de bozal elegido y si es necesario que tu perro lo lleve, ten en cuenta que al principio no le resultará nada cómodo. Por ello, es importante dedicar un tiempo previo para que el animal se vaya acostumbrado a este nuevo elemento que formará parte de su vida, como ya lo hizo con la correa, por ejemplo.
Así pues, es bueno que se lo pongas algunos minutos cada día para que lo vaya reconociendo, lo huela, lo inspeccione o que lo asocie a un premio con comida. Eso sí, nunca lo uses como un arma de castigo. El bozal no sirve si no quieres que destroce los muebles del sofá, ladre por la noche molestando a los vecinos o para escarmentarlo por algo que haya hecho. El perro lo asociará a una amenaza y a algo malo, por lo que puede que se vuelva más agresivo y ansioso.
En definitiva, el bozal es un elemento que, en casos de peligrosidad, se debe acompañar de un trabajo específico de adiestramiento para controlar y corregir ese carácter violento.