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¿En qué consiste la economía circular y cómo podemos formar parte de ella?

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Domingo 5 de enero de 2020

6 minutos

Es una alternativa que busca una mayor sostenibilidad modificando la gestión de algunas áreas

En qué consiste la economía circular cómo podemos formar parte de ella
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Domingo 5 de enero de 2020

6 minutos

La economía circular es una alternativa que busca hacer de este mundo algo más sostenible. Para ello comprende distintos comportamientos en el ámbito ambiental, económico y social. Considera que el sistema lineal que estamos usando en la actualidad para obtener los recursos, la fabricación, su utilización y posterior eliminación, se está quedando obsoleto y ha llegado a sus límites. Esto es algo que ya se empieza a vislumbrar en el agotamiento de algunas materias primas.

Buen uso de los recursos

Este concepto económico busca establecer un nuevo modelo de sociedad que recurre y da distintos usos a los stocks y los flujos de materiales, energía y residuos. Su objetivo, por lo tanto, es buscar la mayor eficiencia en el uso de los recursos. Es un término que se relaciona con la sostenibilidad, y que tiene en cuenta el valor de todo lo que empleamos en este mundo para crear los productos, los materiales y lo que nos proporciona la naturaleza a través del agua, la energía, etcétera.

Así, su principal fin es que la economía dure más tiempo y se reduzca la cantidad de residuos generados. Esta es, por tanto, la economía circular y no la lineal, donde no se produce esa interrelación y en la que se “cierra el ciclo de vida” de todo lo que usamos: artículos, servicios, agua y energía, por ejemplo.

En un momento actual donde se tiende hacia la escasez y donde el precio de las materias primas se ver alterado por este y otros condicionantes, este sistema se basa en la seguridad del suministro y en la reindustrialización del territorio nacional. De este modo, los residuos que se generan en un sitio pueden reutilizarse y ser útiles para otros, es decir, se trata de que esos desechos vuelvan a transformarse en materias primas.

El importante separar la basura con el reciclaje

Los principios

La economía circular se sustenta en varios principios, considerando el impacto medioambiental de cada producto y estableciendo un modelo de organización industrial en cada territorio, para optimizar la gestión de los productos sobrantes y de materiales, energía y servicios.

Prioriza el uso frente al hecho de tener sin más. Se centra, por tanto, en la reintroducción en el circuito económico de los productos empleados para una finalidad que ya han perdido su sentido para la misma. Por ello, una de sus bases es la reutilización de los residuos o parte de los mismos para hacer nuevos elementos. Apoya, por tanto, el reciclaje y la reparación (para encontrar una segunda vida a lo que se estropee), y fomenta el aprovechamiento energético de los productos que no sea posible reciclar.

El desarrollo de la economía circular tiene múltiples beneficios según sus defensores, ya que si se aplica de forma correcta ayuda a disminuir el uso de los recursos, a reducir la producción de residuos y, además, a incidir positivamente en el consumo de energía. Al mismo tiempo, es un sistema que genera riqueza y empleo allí dónde se implanta, y permite aumentar su competitividad en el contexto de la globalización.

Con la economía circular se produciría una baja emisión de carbono, que permitiría mejorar los resultados económicos al tiempo que se reduciría el uso de las materias, además de garantizar la seguridad del suministro de las más esenciales. Al mismo tiempo, contribuye a la lucha contra el cambio climático y con este método se limitan los impactos medioambientales de la utilización de la materia prima que nos ofrece la Tierra, según sus defensores.

Algunos restaurantes ya apuestan por la sostenibilidad

¿Qué se puede hacer?

En este sistema se deben implicar varios agentes: los estados, las empresas, pero al mismo tiempo los ciudadanos. Estos últimos pueden aportar su granito de arena desde ya mismo, si así lo desean. Hay muchas formas de empezar a implantar esa economía circular en nuestra vida cotidiana. De hecho, probablemente muchas de las acciones que ya hagamos estén contribuyendo a la misma y lo desconozcamos.

En nuestro propio hogar podemos recurrir a materiales reciclados tanto para fabricar nuestra casa si no la tenemos, como para crear muebles nuevos con elementos aprovechables, como puede ser madera de palés. De la misma manera podemos hacer con las botellas de plástico, que desde luego se pueden reciclar, pero al mismo tiempo se les puede dar una segunda vida utilizándolas de un modo diferente y con infinidad de aplicaciones.

En general, podemos contribuir con el reciclaje. Pero si esto nos parece insuficiente, solo tenemos que echarle imaginación y pensar qué podemos hacer antes de tirar algo y comprar otra cosa, cuando quizá nos pueda servir para una finalidad en la que probablemente no habíamos pensado. Existen una gran cantidad de elementos que se pueden usar como artículos decorativos o prácticos, sin necesidad de adquirir objetos nuevos.

También podemos animarnos y aprender la técnica del compostaje, comprar productos de cercanía, donar ropa y zapatos antes que tirarlos, y adoptar todas aquellas medidas que sabemos que pueden favorecer la sostenibilidad de nuestro planeta.  

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Teresa Rey

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