Victoria Herrero
Consejos
¿Se pueden impermeabilizar los zapatos? Sí, si seguimos estos trucos y consejos
Además de productos específicos, podemos usar la cera de las velas o el limpiador de los muebles
Es el problema de cada invierno, sobre todo en los días de lluvia o nieve. Si no tenemos unos zapatos especiales o unas botas de goma para estas inclemencias meteorológica,s llegaremos a casa con los pies completamente mojados. Eso por no hablar de que con el tiempo el calzado se irá estropeando, provocando la aparición de manchas, mal olor y restos de una humedad, que va acabando con el tejido del que está hecho. Por todo ello, en estos casos lo mejor es impermeabilizarlo para que no nos suceda esto más.
Los mejores trucos
El uso de un este tipo de productos resulta muy útil sobre todo si se trata de una bota de cuero. Así, esta capa impedirá que el agua de la lluvia se cuele hasta el calcetín por medio de las costuras o el propio tejido.
Eso sí, aunque estos trucos que vamos a explicar resulten de lo más eficaces, no todos los tipos de calzados son adecuados para los días en los que el tiempo nos juega una mala pasada. Es el caso de modelos hechos de ante o de terciopelo, que son mucho más delicados. Aquí no hay nada que frene el daño de la nieve o de las gotas, por lo que la mejor decisión es dejarlos en el armario si el día amenaza con tormenta.
Para el resto de nuestro zapatero, lo más recomendable es comprar en tiendas especializadas un artículo específico para otorgar esta cobertura protectora a nuestros zapatos favoritos, sobre todo si los acabamos de adquirir y aún no los hemos ni estrenado.
Pero antes de nada es esencial y lógico limpiarlos bien para que dicha solución se adhiera perfectamente. Si no está muy sucio, basta con pasarle un paño o un cepillo para quitarle el polvo que tenga. En los peores casos, cuando hay barro, lo mejor es aplicar algo de agua, un producto jabonoso concreto y entretenernos un poco mientras frotamos.
Una vez hecho esto se aplica dicha sustancia y conviene dejar pasar un tiempo, como mínimo un día, para que quede bien sellada y fijada. Posteriormente, ya podremos ponernos el calzado y comprobar su eficacia.
Pero no solo se pueden impermeabilizar los zapatos con este tipo de productos que encontramos en las tiendas ya que algún que otro truco natural nos puede solventar la misma situación. Por ejemplo, se puede usar la cera de las velas de una forma rápida y sencilla.
Lo que se hace en esta circunstancia es frotar este elemento sobre la superficie de la zapatilla o del tacón y, a continuación, se usa el aire caliente de un secador para que quede bien pegado. Así pues, veremos cómo poco a poco se va derritiendo y se va formando esa barrera natural. Y todo sin que queden restos que puedan estropear el resultado final. Un resultado donde también se incluye la protección de la suela para que el agua no penetre con cada pisada que damos.
Otro de los remedios caseros resulta cuanto menos sorprendente ya que se basa en el empleo del mismo abrillantador que echamos a los muebles para retirar el polvo acumulado en la casa. En este caso, rociamos nuestros zapatos a una distancia prudencial, los dejamos secar como mínimo una media hora y, a continuación, terminamos aplicando betún del mismo color que el calzado. Cepillamos y repetimos todo un par de veces más. Ya entonces estarán perfectos.
¿Y si ya no hay nada que hacer?
Si hemos llegado tarde, lo único que podemos hacer es intentar salvar el zapato ya mojado para quitar el terrible olor a humedad. Para ello también emplearemos algunos trucos caseros y naturales. Por ejemplo, las bolsas de té pueden convertirse en nuestras aliadas a la hora de combatir el horrible hedor, pero también cumple la misma función la sal, la lavanda o las cáscaras de naranja y limón.
En este último caso, actúan como si fuesen una especie de ambientadores naturales que incluso pueden eliminar todo rastro de bacterias o gérmenes que haya en la suela o en la tela. Y si nada de esto nos funciona, ya solo nos queda meter los zapatos en la lavadora, en su bolsa protectora correspondiente, y dar al botón de encendido.
El peligro de tener los pies húmedos mucho tiempo
Y es que ya no solo hablamos de un problema estético o de moda por las prendas de ropa, sino que la humedad acumulada durante horas en nuestros pies puede afectar a la salud. Y una de estas afecciones es en forma de hongos tanto en las uñas como en el resto del pie. No solo es algo molesto y desagradable por el mal olor que desprenden, sino que en algunos casos esas descamaciones cutáneas son dolorosas.
Y es que la dermis y el agua no son buenas compañeras de viaje si están juntas por mucho tiempo y en un espacio cerrado. Por eso, lo mejor en estos casos es prevenir antes que curar:
- Llevaremos siempre un calzado que sea transpirable y que no oprima los pies ni mucho menos los dedos.
- A la hora de comprar calcetines es recomendable que escojamos aquellos que sean de algodón.
- Tampoco podemos olvidarnos de tener siempre bien limpios los pies y de secarlos adecuadamente tras cada baño. Aprovechamos, además, para hacer un repaso a nuestras uñas por si hay alguna más larga que otra.
- En casos de mal hedor, siempre podemos echar mano de un desodorante con poder antibacteriano y antifúngico. Además de proteger los pies los cubrirá de una sensación de frescor muy agradable. En este sentido también resulta recomendable usar este tipo de productos en el interior de nuestra zapatilla.