Verónica Mollejo
Consejos
¿Se ha roto la pantalla de tu teléfono móvil? ¿Qué debes hacer?
Aunque su resistencia mejora con los años, los teléfonos móviles corren el riesgo de romperse
Tener todo el día el móvil en la mano e ir acompañado siempre de él no solo nos permite estar conectados en todo momento y aprovechar sus ventajas, también aumenta el riesgo de que este sufra una caída y la pantalla quede totalmente destrozada. Aunque en este contratiempo influyen otros factores como la calidad de los materiales, la protección que hayas instalado o la mala suerte de aterrizar en una superficie más férrea y compacta.
Debido al precio y el tiempo que requiere dicha reparación, muchas personas deciden seguir utilizando su móvil en este estado, algo que no siempre es lo más recomendable. Según la gravedad y el modo en el que está construida la pantalla, es posible que sufras pequeños cortes con el cristal de la superficie. Algunos expertos también apuntan a la distorsión de las letras y las imágenes que en ella se proyectan y que podrían desencadenar problemas de visión.
No obstante, aunque dichos efectos pueden no perjudicar a todos los usuarios, el móvil también está más expuesto a la humedad o las partículas de polvo que hay en el ambiente y que, finalmente, puede estropear el sistema. Por estos y otros motivos, lo mejor es tomar cartas en el asunto cuanto antes. ¿Qué opciones tienes?
¿Reparar o vender?
La clave está en el alcance de la rotura. A veces, esta solo afecta al cristal más superficial de la cubierta, en cambio, en el peor de los casos, la pantalla completa queda destrozada. Si has tenido suerte y apenas notas un rasguño, puedes atreverte a cambiar el cristal tú mismo. Puedes encontrarlos en tiendas especializadas o páginas como Amazon o eBay, y hay multitud de tutoriales en Internet que te enseñarán a hacerlo. Eso sí, esta hazaña es solo apta para los más mañosos, además, a veces requiere herramientas concretas que es posible que no tengas.
La otra alternativa es acudir a una tienda de reparación para que un técnico experto haga todo el trabajo sucio. Hay tiendas dedicadas exclusivamente a este tipo de labores, pero también puede recurrir a la operadora o el fabricante de tu teléfono móvil. Compara precios y escoge la que mejor se adapte a tus necesidades.
En este caso, debes comprobar si tu smartphone está todavía en garantía y qué tipo de servicios incluye. Muchos fabricantes no cubren, por ejemplo, los daños que el usuario haya provocado en el dispositivo, solo las averías o los defectos de fábrica. Por eso es importante que conozcas todas las condiciones, quizás puedas ahorrarte un dinero.
No obstante, si ya estás cansado de ese modelo o no te merece la pena pasar por todo este trance, siempre puedes tirarlo a la basura, reciclarlo o, mejor aún, venderlo a personas que buscan móviles estropeados, para aprovechar las piezas que están en buen estado y sacarles más rendimiento. ¡Tú eliges!