Mantener las bebidas frías en verano puede resultar algo complicado, sobre todo si tenemos pensado pasar el día fuera, en la playa o en la piscina, por ejemplo, o relajándonos al aire libre. Si somos de los que preferimos llevarnos todo lo que vayamos a necesitar con nosotros, incluida la bebida y la comida, es indispensable tenerlo todo bien organizado para que la comida no se estropee y nos encontremos con todas nuestras bebidas demasiado calientes como para poder, o querer, tomarlas.
Si, a pesar de todo, encontramos que las bebidas se han calentado, hay algunos trucos caseros que podemos poner en práctica que nos ayudarán a enfriarlas de nuevo y en poco tiempo.
Uno de ellos, compartido a través de Twitter, se indica para enfriar "rápido" una cerveza, aunque puede ser igual de útil con otro tipo de bebidas. Consiste en envolver la botella en papel de cocina (también podemos utilizar una servilleta, un periódico o incluso un paño), mojarla y meterla en el congelador o la nevera que tengamos.
Si no tenemos una nevera a mano con espacio suficiente, podemos dejarla a la sombra y conseguiremos un efecto parecido, aunque con algo más de tiempo. Será más efectivo si es un día de viento.
Otros trucos para enfriar las bebidas
Si tenemos hielo y un recipiente con espacio suficiente para las bebidas que queremos enfriar, podemos llenarlo de hielo, un poco de agua y unos puñados de sal. De esta forma, solo tendremos que esperar unos pocos minutos a que las bebidas se enfríen, ya que la sal ayudará a reducir el punto de congelación del agua.
Congelar los vasos donde vayamos a servir las bebidas puede ser un sustituto de los hielos, si no contamos con suficientes de ellos. Así podremos disfrutar de la bebida algo más fría mientras los vasos mantengan el frescor.
El hielo seco no es tan habitual, pero si tenemos en casa podemos utilizarlo para enfriar las bebidas rápidamente. Solo tendremos que cubrirlo con un paño de cocina húmedo, para después colocar encima las bebidas. Recuerda tener especial cuidado en su manipulación, ya que en contacto con la piel puede provocar quemaduras.
El cobre y el spray de aire comprimido pueden ser los métodos menos conocidos, pero resultan igual de efectivos. En el primer caso, podemos colocar los tubos de cobre por las paredes de la nevera, donde meteremos hielos y las bebidas que queramos enfriar. La alta conductividad térmica de este metal ayudará en el enfriamiento. En el caso del spray de aire comprimido, comúnmente usado para limpiar los teclados de los ordenadores, podremos emplearlo para rociar la bebida, lo que ayudará a que se enfríe rápidamente.
La última alternativa, si no tenemos ninguno de estos elementos a mano, y nos encontramos en la playa, es cavar un pequeño agujero en la orilla donde introducir la bebida, así, el agua de las olas la mantendrá fresca, aunque procura bloquear la luz directa del sol.