El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más prácticos que podemos tener en casa. Permite ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo, siempre y cuando lo mantengamos en las condiciones adecuadas para que siga resultando eficaz. Y es que aunque estos aparatos están pensados para lavar cubiertos, platos y muchas más cosas que ni siquiera creemos posible, también requieren de cierto mantenimiento, limpieza y un correcto uso, lo cual nos permitirá alargar su vida útil por más tiempo.
En concreto, es necesario revisar el lavavajillasuna vez al mes, comprobando los filtros y difusores por si ha quedado algún residuo de comida o de plástico, como un alambre de la bolsa del pan o papel film, así como el cajetín de sal para reponer el nivel cuando se esté agotando o la cal del agua terminará estropeando la maquinaria interna y acelerará el deterioro del electrodoméstico.
Igualmente, colocar con cuidado la vajilla en las cestas es de gran importancia, ya que hacerlo evitará posibles daños en las cestas, como el deterioro del plástico que recubre el material metálico, provocando que aparezca óxido en ellas. Por eso es crucial llenar de forma correcta el lavavajillas, según indican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que dan algunos consejos sobre la mejor forma de hacerlo y solucionar el problema si ya ha aparecido el óxido.
Lo primero será cargar la cesta desde dentro hacia fuera para optimizar al máximo el espacio y poder equilibrar el peso. En la cesta superior colocaremos las tazas, los vasos, el plástico, los accesorios, los cuencos pequeños y los cucharones, siempre boca abajo y ligeramente inclinados para que se limpien bien por todas las zonas. En esta bandeja superior, algunos modelos incluyen además una tercera bandeja para colocar la cubertería, la cual deberemos colocar una a una con cuidado de que queden de lado.
Por su parte, en la bandeja inferior colocaremos los platos, las sartenes, las cacerolas y los cubiertos, también boca abajo a inclinados de lado. Además, es aconsejable colocar la vajilla de gran tamaño a los lados para que no entorpezcan la salida del agua. En el caso de las cucharas, los tenedores y los cuchillos, los colocaremos en un cesto portacubiertos en la misma bandeja inferior (los cubiertos con los mangos hacia abajo y los cuchillos con el mango hacia arriba).
Asegúrate de que ningún utensilio se desliza por las rejillas y entorpece el giro de las aspas, ya que afectará al resultado final del lavado.
Cestas oxidadas: soluciones
Al estar hechas de materiales ferrosos recubiertos con una capa protectora de plástico, si no cuidamos las cestas del lavavajillas, con el paso del tiempo y el uso, el plástico puede deteriorarse debido a los roces que sufren cuando colocamos la vajilla. Si se rasga el protector, empieza a aparecer óxido en el material metálico, en especial en las esquinas y los rincones, sobre todo si el recubrimiento de plástico es de peor calidad.
Prevenir esta situación es muy sencillo, ya que solo deberemos tener cuidado al colocar y retirar la vajilla de la cesta, especialmente con aquellos utensilios que tengan bordes afilados. En el caso de que ya hayamos notado cómo empiezan a aparecer estas zonas de óxido, hay algunas soluciones que podemos adoptar, según indica la OCU (@consumidoresocu).
La primera de ellas y la más sencilla sería reemplazar la cesta deteriorada por una nueva. En principio, no deberíamos tener ningún problema, ya que casi todas las marcas suelen vender las cestas del lavavajillas sueltas. Solo habría que asegurarnos de que el modelo que escojamos es compatible con nuestro lavavajillas. Sin embargo, se trata de la opción menos barata, ya que el precio de una cesta nueva suele estar entre los 35 y los 150 euros.
La otra opción, más rápida, sencilla y barata, sería colocar fundas de plástico sobre las varillas. Se trata de objetos cilindros hechos de plástico que cubrirán las puntas de la cesta y las protegerán del óxido, aunque también son útiles para reforzar las varillas y prevenir futuras abolladuras. Esta especie de funda suele venir en un paquete de unas 100 unidades, según indican, y su precio ronda entre los 6 y los 12 euros.
Por último, está la opción de utilizar pintura antioxidante o esmalte de poliuretano de 2 componentes para cubrir el óxido de la cesta del lavavajillas y evitar que vuelva a aparecer. Sigue siendo una opción sencilla, aunque requerirá algo más de trabajo, ya que primero tendremos que limpiar a fondo el óxido con un estropajo o lijarlo, y después cubrir las zonas dañadas con el producto que escojamos. Este quedará adherido a la zona oxidada, cubriéndola y protegiendo el metal de la humedad y las altas temperaturas del aparato.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.