Teresa Rey
Consejos
Trucos para limpiar los cristales de ventanas y puertas y que queden perfectos
Teresa Rey
Foto: Bigstock
Viernes 28 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Jueves 16 de abril de 2020 a las 17:00 H
5 minutos
Puedes fabricar un limpiacristales casero con materiales accesibles y dejarlos muy brillantes
ACTUALIZADO
Aunque nos afanamos una y otra vez, a veces los cristales de las ventanas y puertas de casa no consiguen la transparencia y el brillo que nos gustaría. Siempre hay alguna mancha que los desluce dando la sensación de que nuestro esfuerzo ha sido en vano. Pero, no desesperes pues hay algunos trucos del hogar que aplicados a la limpieza de cristales surten efecto. Solo hay que hacerse con los materiales adecuados, dedicarle un poco de tiempo y ya verás cómo relucen tus cristales.
Materiales y técnica
Para limpiar bien los cristales de casa tenemos que disponer de varios artículos. En sí, el limpiacristales no es un imprescindible, por paradójico que parezca. Hemos de hacernos con un recipiente, puede ser un barreño pequeño. Después debemos tener vinagre de limpieza, jabón neutro o lavavajillas (también nos vale), un estropajo suave,y dos bayetas, una para recoger el agua sobrante y otra para terminar de secar.
A continuación, hay que preparar la mezcla para empezar la limpieza. Para ello rellenamos el recipiente con agua tibia o templada. Esto es muy importante, pues de ello depende en gran medida la eficacia de nuestra empresa. En estos casos el agua fría no ofrece los mismos resultados.
Una vez tengamos el agua echamos un chorro abundante de vinagre y el jabón. Ya está lista la mezcla, ahora solo tenemos que aplicarla sobre la superficie. Cogemos el estropajo suave, una cualidad imprescindible pues así evitamos rayar los cristales, y lo mojamos en la solución preparada, lo escurrimos y lo aplicamos primero por los marcos y el picaporte si lo hay. Después vamos por el cristal, siempre limpiando de arriba abajo para arrastrar bien toda la suciedad.
Luego secamos bien con la primera bayeta, la destinada a recoger el agua sobrante, y acto seguido usamos la otra para quitar manchas y absorber bien todos los restos. Por último, deberemos repetir todo el proceso por la parte exterior. Esta suele estar siempre algo más sucia por eso puede usar algunos trucos adicionales para conseguir que te quede mejor. Uno de ellos consiste en quitar el polvo y las partículas de contaminación con una gamuza. Y sino, puedes tomar de las recomendación que te indicamos a continuación.
Trucos
Hay varios trucos además que pueden perfeccionar este proceso. Podemos crear nuestro propio limpiacristales, por ejemplo. Para ello, hemos de hacernos con un bote de spray vacío y echar una parte de vinagre por cuatro de agua. Este preparado lo podemos aplicar una vez hayamos limpiado con agua y jabón y secado los cristales la primera vez. En realidad, el limpiacristales nos ayuda a repeler el polvo.
Si queremos quitar más la suciedad es recomendable añadir algo de amoniaco al agua. Además, para conseguir mayor brillo en los cristales, podemos emplear papel de periódico, lo hacemos una bola y vamos quitando los restos de agua.
Otra posibilidad es utilizar un quitamanchas. A veces los cristales tienen incrustadas manchas difíciles de eliminar, pero con este producto que empleamos para las manchas de ropa podemos conseguir buenos resultados. Cogemos una botella con atomizador que posea agua y le echamos unas gotas de este producto. Hay que frotar un poco, y después pasar de nuevo la esponja pero para eliminar el rastro del detergente. Posteriormente secamos bien con un paño seco y ya habremos completado la faena.
Consejos
En el caso de que tengamos que limpiar espejo podemos usar los mismos trucos, pero para que nos queden mejor podemos verter un poco de alcohol en un trapo humedecido con agua. Solo deberemos hacer un pasada previa. Después limpiamos como los cristales y veremos cómo desprende un brillo especial.
Los expertos nos recomiendan mejor limpiar los cristales interiores en días nublados porque así los rayos solares no impiden que veamos bien las posibles manchas. Es cierto que esto supone un riesgo porque puede que nos llueva, pero es la mejor manera de evitar reflejos y que el resultado sea mejor. También podemos hacerlo a primera hora de la mañana cuando el sol aún no ha llegado a salir del todo o última hora de la tarde, pero cuando todavía haya luz.
La limpieza de los cristales debe ser lo más regular posible, ya sean los de una vivienda particular como los de una oficina o local comercial. Hay que tener en cuenta que estos se encuentran en contacto continuo con el exterior, por lo que si buscamos que estén bien hay que realizar una limpieza minuciosa con cierta frecuencia. Esto además nos facilitará el trabajo y las limpiezas seguidas serán siendo cada vez más efectivas.