Jorge Villarroya: "Uno de cada cuatro euros de la riqueza europea procede de los sénior"

¿Valoran las empresas zaragozanas a los trabajadores de más edad?; en la capital aragonesa, ¿conviven en armonía en el seno de las organizaciones el talento joven y el talento sénior?; ¿cómo gestionan la diversidad intergeneracional? ¿qué medidas se está poniendo en marcha en Zaragoza para favorecer a los mayores en el ámbito laboral?

Estas son algunas de las cuestiones a las que ha respondido Jorge Villarroya, presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza, que presentará este martes día 13 de diciembre en la capital zaragozana, la campaña de puesta en valor del talento intergeneracional 'Aprender de la experiencia', una iniciativa impulsada por la Cámara de Comercio de España (@camarascomercio) en colaboración con 65YMÁS.

Durante la presentación, que tendrá lugar en la sede de la Cámara, el jugador de baloncesto Fernando Romay participará  en una mesa de debate sobre habilidades sociales en la que debatirá de qué forma, la apuesta por el talento y el diálogo intergeneracional puede enriquecer la empresa.

PREGUNTA.- ¿Cree que en las empresas zaragozanas se pone en valor el talento sénior?

RESPUESTA.- La promoción del talento sénior se posiciona como eje indiscutible en el marco de la gestión de la diversidad empresarial. Hace unos años la edad media de la fuerza laboral estaba en torno a los 37 años, pero hoy está sobre los 43 y todas las previsiones indican que para el año 2030 rozará los 50 años. Estudios sobre el talento senior a nivel europeo avanzan esta tendencia y muestran que, ya en este momento, las personas de más de 50 años impactan directamente en la economía de tal manera que uno de cada cuatro euros de la riqueza europea procede de los senior.

P.- En la actualidad, ¿considera que ha mejorado la situación de los mayores en las empresas con respecto a hace unos años o no ha cambiado mucho?

R.- Tal vez hace unos años, en el lugar de trabajo, había más diferencia y separación entre equipos jóvenes y otros mayores con más experiencia, Pero hoy en día hay más interrelación y eso es muy positivo porque ambos aportan aspectos diferentes que redundan en el beneficio de las empresas y la sociedad.

No obstante, es cierto que también los mayores tienen hoy en día muchas dificultades para acceder a nuevos puestos de trabajo. Hay ciertos prejuicios que asocian la juventud con valores como el dinamismo, la energía, la ambición, el ser nativo digital, la resistencia, mientras que la madurez se asocia con menor energía, más dificultades ante las nuevas tecnologías, una formación más desfasada o una demanda de mayores salarios y mejores condiciones laborales. Muchos de estos factores son falsas creencias porque existen numerosos profesionales entre 45 y 60 años apasionados de las nuevas tecnologías, por ejemplo, y desde luego, a esa edad hay muchas personas dinámicas con capacidad de aprendizaje y de adaptación que todavía tienen mucho que aportar al mercado laboral y a la sociedad en general.

P.- ¿Qué medidas se están poniendo en marcha en Aragón, y en Zaragoza en particular, para favorecer a los mayores en el entorno laboral?

R.- Desde las instituciones promovemos formaciones, programas de mejora de la empleabilidad y otras acciones para sensibilizar sobre el tema. Concretamente en Cámara Zaragoza llevamos años trabajando para mostrar el valor del talento senior. Desde 2009 la Cámara gestiona programas para desempleados mayores de 45 años, contando con la colaboración de diferentes entidades como Ibercaja o el INAEM y actualmente, desde el año 2020, desarrollamos un programa propio que está financiado por el Fondo Social Europeo, la Cámara de Comercio de España y Cámara Zaragoza. Este Programa denominado 45+,  se ocupa del colectivo de personas de 45 a 60 años con los que trabaja en acciones de orientación laboral, reconversión profesional y formación en nichos de empleo y en competencias digitales. También en nuestras instalaciones se encuentra la sede del SECOT, sénior profesionales, directivos y empresarios ya inactivos o en actividad profesional, que ofrecen su experiencia y conocimientos de forma voluntaria.

P.- ¿Qué opina de las relaciones intergeneracionales en las empresas? ¿Cree que funcionan?

R.- El talento sénior es muchas cosas, entre ellas experiencia que puede servir de inspiración a los jóvenes y ser factor clave de la convivencia intergeneracional. Creo que estas relaciones tienen que funcionar bien en las empresas ya que ambas generaciones se aportan valores mutuamente, y las empresas necesitan de esta diversidad para un óptimo funcionamiento

P.- ¿Qué pueden aportar los jóvenes a los sénior en el trabajo, y viceversa?

R.- Actualmente vivimos en un entorno muy complejo, frágil a la vez e incomprensible, con una realidad de caos y confusión, es lo que los analistas llaman el entorno BANI, en el que la flexibilidad, el esfuerzo o la capacidad de adaptación permanente son fundamentales y de eso saben mucho los sénior que además aportan compromiso, responsabilidad, una visión más amplia y capacidad de reflexión para resolver problemas. Por su parte, los jóvenes aportan innovación, creatividad, emoción ante nuevos retos y visión colaborativa. Al colaborar, enriquecemos el equipo y lo hacemos más diverso, con sus diferencias y valores.

P.- En las empresas, ¿cree que cada vez se valora más las soft skills en los empleados? ¿Cuál de ellas es la más importante de adquirir?

R.- Las soft skills son cada vez más valoradas en las organizaciones a la hora de incorporar nuevos perfiles y de fidelizar talento. Todas son importantes, pero sin duda el esfuerzo, el trabajo en equipo, la adaptabilidad y la creatividad son imprescindibles para cualquier empleado. También la autodisciplina, el compromiso y la resiliencia son actitudes hacia el trabajo que ayudan a conseguir los objetivos. Y si hablamos de la relación, habilidades como la empatía, la capacidad de comunicación y negociación o el espíritu crítico son facilitadoras para moverse en el entorno laboral y trabajar bien con los otros.

Por último, destacaría la iniciativa, el liderazgo, la capacidad de aprendizaje constante, la actitud positiva y la adaptación a los cambios para asumir riesgos, innovar y emprender.