¿Valoran las empresas valencianas a los trabajadores de más edad?; en la capital de la Comunidad Valenciana, ¿conviven en armonía en el seno de las organizaciones el talento joven y el talento sénior?; ¿cómo gestionan la diversidad intergeneracional? ¿qué medidas se están poniendo en marcha en Valencia para favorecer a los mayores en el ámbito laboral?
Estas son algunas de las cuestiones a las que ha respondido José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, que presentará este lunes día 6 de febrero en la capital valenciana, la campaña de puesta en valor del talento intergeneracional 'Aprender de la experiencia', una iniciativa impulsada por la Cámara de Comercio de España (@camarascomercio) en colaboración con 65YMÁS.
Durante la presentación, que tendrá lugar en la Escuela de Negocios de la Cámara de Valencia, el jugador de baloncesto Fernando Romay participará en una mesa de debate sobre habilidades sociales en la que debatirá de qué forma, la apuesta por el talento sénior y el diálogo intergeneracional puede enriquecer la empresa.
PREGUNTA.- ¿Cree que las empresas valencianas valoran el talento sénior?
RESPUESTA.- Por supuesto. En una empresa es fundamental que exista un equilibrio entre la experiencia de un profesional sénior y el ímpetu y las ganas de progresar de un joven. El profesional sénior conoce la cultura de la empresa, tiene competencias y habilidades que son esenciales para la organización. A partir de los cuarenta, las personas adquieren una estabilidad, una capacidad de compromiso y una autoconfianza que permite resolver los problemas con muchos más recursos.
P.- En la actualidad, ¿considera que ha mejorado la situación de los mayores en las empresas respecto a hace unos años o no ha cambiado mucho?
R.- Creo que depende de qué sectores, se demanda un tipo u otro de perfiles. Los más tecnológicos e innovadores, del sector de las nuevas tecnologías, es lógico que provengan de jóvenes. En los perfiles de más edad, las empresas valoran la capacidad de tomar decisiones, el conocimiento del entorno. Estoy convencido de que las empresas valoran los perfiles de ambos tipos porque se complementan, aún así tenemos que mejorar su inserción laboral y que la sociedad valore mejor lo que puede aportar la experiencia.
P.- ¿Qué medidas se están poniendo en valencia para favorecer a los mayores en el entorno laboral?
R.- Las Cámaras de Comercio hemos puesto en marcha el programa +45, cofinanciado por el Fondo Social Europeo y enmarcado en el Programa Operativo de Empleo, Formación y Educación (POEFE). El objetivo es ofrecer al colectivo de personas de entre 45 y 60 años en situación de desempleo la formación y la cualificación necesaria que mejor se adapte a los requisitos de las empresas, mejorando, por tanto, su inserción laboral.
El Programa 45+ se inicia con una entrevista personal que realizan los orientadores de las Cámaras territoriales a cada participante para conocer su cualificación profesional, sus niveles de competencias, sus expectativas laborales y el nivel de formación que tienen. El objetivo es determinar el itinerario a seguir y las acciones más adecuadas a realizar en el marco del programa.
Además, en la fase de intermediación laboral las Cámaras trabajamos con los usuarios las diferentes herramientas laborales para enfrentarse al mercado de trabajo. El Programa 45+ incluye ayudas de 5.000 euros a la contratación como incentivo para las empresas que contraten a personas de 45 a 60 años en situación de desempleo. Las empresas pueden optar a solicitar esta ayuda por cada contrato efectuado por un periodo mínimo de 6 meses a jornada completa.
P.- ¿Qué opina de las relaciones intergeneracionales en las empresas? ¿Cree que funcionan?
R.- Creo que hay que fomentar la contratación de trabajadores de más edad y su continuidad en el trabajo con horarios flexibles, teletrabajo, trabajo a tiempo parcial y desarrollo de programas de transmisión de conocimientos de trabajadores sénior a trabajadores más jóvenes. En definitiva, promover cambios en la cultura empresarial para impulsar la permanencia de los trabajadores sénior, para lo cual será necesario un cambio organizacional y un rediseño de las políticas de recursos humanos que permita aprovechar el valor de su experiencia.
P.- ¿Qué pueden aportar los jóvenes a los sénior y viceversa?
R.- Creo que ambos se complementan. La generación joven está muy preparada, es la mejor cualificada de la historia. Por su propio perfil, en esa edad el joven tiene ímpetu, dinamismo, ganas de aprender, de progresar y crecer y como he dicho antes ha vivido la transformación digital desde pequeño, así que tiene una gran capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías. En cuanto a la generación sénior, su principal activo es la experiencia, valores como la lealtad, la toma de decisiones equilibradas y ponderadas, la capacidad de resistencia y, en definitiva, todo lo que comporta la madurez y que permite solucionar los problemas con una visión mucho más rica y completa. Lo idóneo es disponer de ambos talentos en las empresas.
P.- En las empresas, ¿cree que cada vez se valora más las soft skills en los empleados? ¿Cuál de ellas es más importante?
R.- Sin duda son cada vez más importantes valores como el esfuerzo, la capacidad de trabajo en equipo, la adaptabilidad al entorno, la creatividad, la capacidad de asumir riesgos y de tener iniciativa, el compromiso, la empatía, la capacidad de comunicación. Todas estas habilidades personales ayudan y determinan gran parte del éxito en los objetivos. De todas ellas quizá la capacidad de trabajar en equipo sea la más importante, sumar todo el talento y ponerlo a trabajar en la misma dirección es fundamental en las empresas.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.