El pasado 30 de enero, la catedrática María Ángeles Durán se convirtió en la primera mujer en ver reconocida su labor con el Premio Nacional de Sociología, un galardón de consolidado prestigio entre la comunidad académica y profesional que concede el Centro de Investigaciones Sociológicas con carácter bianual desde 2002 y que representa el reconocimiento a una trayectoria científica desarrollada en el ámbito de la sociología y/o la ciencia política.
María Ángeles Durán (Madrid, 30 de noviembre de 1942) está especializada en el análisis del trabajo no remunerado y su relación con la estructura social y económica. Ha sido catedrática de Sociología y profesora de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde ha dirigido el Departamento de Análisis Socioeconómico y continúa vinculada ad honorem al Centro de Ciencias Humanas y Sociales.
Fue el Rey Felipe VI quién entregó a Durán esta distinción en un acto al que, entre otros, también asistieron la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega; y el director del Centro de Investigaciones Sociológicas, José Félix Tezanos.
La doctora reconoce que “una cosa es cuando te comunican el premio y otra cuando se te da. Como me lo dijeron hace bastantes meses ya lo tenía bastante asimilado, solo que no podía contarlo mucho porque no iba a andar diciéndoselo a cada persona que me encontrase, pero es muy agradable porque es el reconocimiento de mis colegas de profesión”.
Para ella, “esto significa que se rompe la tentación de perpetuar dentro de un mismo estilo y yo creo que aunque soy una académica convencional, en el sentido de que me he movido siempre dentro de la universidad, también es cierto que traigo un perfil bastante distinto muy orientado a lo que sucede en la vida cotidiana y con muchísima implicación en movimientos sociales en España y fuera de España y eso es novedoso, por eso me alegro de que mis colegas lo hayan reconocido con el mayor premio de que dispone la profesión”.
Conviene recordar que María Ángeles Durán es la primera mujer en recibir éste galardón desde su creación en el año 2002. Durante la entrega del premio, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, elogió su labor que ha "arrojado luz sobre las zonas oscuras por las que ha transitado la vida de muchas mujeres sin reconocimiento".
Para la premiada “el hecho de que se refiriera a este aspecto de mi investigación fue muy emocionante porque se estaba refiriendo sobre todo a las mujeres que cuidan, las mujeres que cuidaron de sus hijos, de sus maridos, de personas mayores, de enfermos, sin estar consideradas como productivas, sin tener derecho a la Seguridad Social, sin tener derecho a nada. Creo que la vicepresidenta lo ha visto bien porque efectivamente es lo que trataba de hacer durante todos estos años porque me parecía injusto y si no se ve eso es que se está haciendo una lectura tan sesgada de la realidad, tan incompleta que intelectualmente era una exigencia ponerlo de relieve”.
Autora del libro El valor del tiempo, ¿cuántas horas te faltan al día?, la académica asegura que “no es cierto que tengan tanto tiempo libre como se suele creer los mayores de 65 años. Por una parte hay muchos que tienen horror al vacío y al día siguiente de jubilarse ya están llenándose de muchísimas cosas, en algunos casos porque es lo que siempre quisieron hacer y no tuvieron tiempo para hacerlo, pero en otras es únicamente porque no quieren quedarse inactivos. Y la realidad es que es bueno envejecer activamente. ¿Cual es la buena gestión del tiempo?, el óptimo sería que fuese parecido a cuando se estaba activo, un tercio se debería dedicar al descanso y las necesidades propias, otro tercio puede dedicarse a actividades para los demás y no estaría mal que hubiese otro tercio para mantenerse al día y estar al tanto de lo que sucede en la sociedad”.
“Me quedan 20 años y no me veo haciendo vainica”
María Ángeles Durán, que al jubilarse declaró: “Me quedan 20 años y no me veo haciendo vainica”, apunta también que “solicito a todo el que me quiera escuchar que la jubilación sea una opción y no una obligación y según la ley no es una obligación es un derecho. Hace poco un catedrático de Derecho portugués que está investigando el tema, no sólo en España y Portugal sino también en otros países europeos, ha declarado que es ilegal obligar a jubilarse, que es un derecho, no un deber. La ley te concede un derecho y hay derechos a los que se puede renunciar”.
Sin embargo, aunque la galardonada reconoce que “quien quiera acogerse a ese derecho puede hacerlo perfectamente, es importante continuar manteniéndose activo, incluso dedicándose a cuidar de sus familias”, también recuerda que hay gente que sufre el síndrome del abuelo secuestrado y sufre injustamente porque “los abuelos también tienen espalda y tienen su propia vida y derecho a irse al cine y a bailar y a pasear y a discutir o a lo que quieran y para muchos abuelos los nietos son una fuente enorme de alegría y una forma de estar conectados con el mundo, pero también hay casos en los que es un abuso y está claro que los abuelos deben estar protegidos contra ese abuso, para poder decir que no, que de ellos no se abusa ni para eso ni para nada”.
Por otra parte, como socióloga, Durán piensa que los retos que debe afrontar nuestra sociedad en poco tiempo serán “una revolución que jamás ha tenido precedente porque tenemos que cambiar de arriba a abajo, el lenguaje, la ética, la estética, por supuesto todas las leyes, la base económica, el diseño de las ciudades, las calles, la tecnología aplicada a los instrumentos como por ejemplo para que la letra de las instrucciones sea más grande o para que los tiempos de frenada se adecúen a que la gente caminará más lentamente. Va a tener que cambiarse absolutamente todo, la idea del amor, de cuales van a ser las relaciones amorosas entre las personas mayores … todo va a cambiar. Es imprescindible que se cambie y lo imprescindible hay que hacerlo posible, de lo contrario sería el suicidio de una sociedad que no sea capaz de mirarse al espejo y reconocerse como es”.
A sus 76 años esta mujer continúa teniendo metas profesionales y también quiere hacer más cosas que aún no sabe hacer. “Voy a seguir trabajando en la frontera que hay entre la economía y la sociología y creo que está por hacer una enorme contribución al campo económico de la sociología, la integración de los recursos no monetarizados que consumen y producen las personas que están fuera del mercado laboral por edad.
Los mayores, ahora mismo parece que son sujetos económicos que solamente consumen y no es así, los mayores son enormes productores de servicios y la sociedad, sobre todo de cara al futuro, hay que interpretarla desde todos los marcos y por supuesto, también desde el marco macroeconómico. Esa es mi meta profesional y a eso me estoy dedicando. Pero además hay tres cosas que hago muy mal y me encantaría aprender a hacerlas bien: cocinar, bailar y cantar en un coro. Eso sí, lo que hago bastante bien es cuidar de un precioso jardín que tengo en Extremadura y siempre que puedo, mi jardín está hecho una preciosidad, pequeñito, pero muy bonito. Pero a cocinar, bailar y cantar en un coro tengo que aprender”, concluye María Ángeles Durán.