María Sanpablo, una +45 que descubrió su vocación a raíz de un accidente familiar

El Ayuntamiento de Mataró, la Cámara de Comercio de Barcelona y 65YMÁS organizaron el pasado mes de diciembre la jornada Silver Talent, una iniciativa impulsada por la Cámara de Comercio de España que se enmarca dentro del Programa Talento 45+.

El acto contó con la presencia de Sergi Morales, segundo teniente de alcaldía y regidor de Ciudad próspera, generación de riqueza y trabajo digno; Promoción económica y Planificación territorial (licencias); y David Anton, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona en el Maresme.

Además, Fernando Romay, deportista de élite y presidente del Comité de Turismo, Cultura y Deporte de 65YMÁS, participó en la mesa de debate, moderada por Beatriz Torija, periodista de 65YMÁS junto a María Sanpablo exparticipante del Programa Talento 45+; Juli Solà y Silvia Requena, exparticipantes de los programas 30+ del ZOCO y Red para la ocupación de la Diputación de Barcelona, ambos programas gestionados por el Servicio de Ocupación de Mataró (SOMOS) del Ayuntamiento de Mataró.

65YMÁS ha tenido la oportunidad de hablar con Sanpablo para saber cómo ha cambiado su vida el paso por el programa de la Cámara de Comercio.

María se dedicó al mundo de la moda junto a su exmarido con el que tenía una empresa pequeña de moda, que poco a poco fue creciendo y ella sentía que la parte creativa, que es lo que a ella le motivaba, empezaba a quedar en un segundo plano: "Tuve un momento de crisis total porque cuando las empresas se hacen grandes la parte creativa va disminuyendo y todo es productividad y yo soy mucho más creativa", nos cuenta.

María buscaba encontrar de nuevo su camino, pero lo que no se imaginaba es que lo haría a raíz de un accidente familiar que le obligó a pasar mucho tiempo en el hospital: "Allí se me despierta una cosa que a lo mejor no había o no se me había despertado nunca", nos explica. 

Sanpablo se da cuenta de que quiere ayudar a las personas de manera directa: "Vi que había muchas cosas por hacer. Al principio me enfoqué sobre todo en las personas que estaban hospitalizadas durante mucho tiempo, en situaciones similares a la que vivió mi hermano", comenta.

Sus ganas de ayudar y la necesidad de volver a sentirse creativa llevaron a María a la Cámara de Comercio para formarse en este nuevo ámbito, donde ha realizado los cursos de dinamizadora de actividades de ocio y de necesidades educativas especiales: "Hice los dos cursos seguidos y estoy muy contenta porque las dudas que tenía se me han ido aclarando y ahora sé que me interesan más acompañar a los adolescentes".

Con su formación acabada, María está a la espera de que los proyectos que le han propuesto empiecen a funcionar y así poder empezar a dar clases de manualidades en centros de salud mental. 

Mientras este momento llega, María ha vuelto al mundo de la moda y está diseñando vestidos de novia y joyas: "Lo que me gusta es el reto particular. Así que ahora estoy inmersa en esta colección hasta que empiecen a funcionar los proyectos", concluye.