Motivos para tener un currículum vitae al día incluso si te has jubilado

El aumento de la longevidad es una tendencia generalizada prácticamente en todo el mundo. Según el investigador senior de ESADEGeo, Enrique Rueda-Sabater, en los países de ingresos medios (habitados por casi tres cuartas partes de la población mundial actual), la expectativa de vida de las personas de 65 años es de “16 años más, en comparación con una esperanza de vida de 10 años hace seis décadas y 14 hace dos décadas”. En este contexto, “las personas viven y se mantienen activas cada vez más y esto tiene amplias implicaciones para la dinámica social y política, y para los mercados y negocios de todo tipo”, explica Rueda-Sabater.

Es significa que, aunque nos hayamos jubilado o estemos a punto de hacerlo, todavía son muchas las funciones y actividades, remuneradas o no, a las que podemos optar. De modo que, tanto si sientes que aún tienes mucho que aportar a la sociedad, eres de esas personas encuentran que no se sienten satisfechas una vez que dejan de trabajar o tienes dificultades financieras y decides volver al trabajo para aumentar tus ingresos mensuales, siempre es buena idea tener tu currículum actualizado. Se trata de estar preparado por si surge una buena oportunidad que requiera que tengas un currículum que capte la atención de la persona que lo lea y te permita acceder a una entrevista.

Si tienes dudas de por donde empezar o de qué diseño seguir, existen en el mercado algunas apps para Android que te pueden ayudar a crear tu CV desde cero y de forma muy sencilla, con diferentes plantillas y modelos de currículum profesional y tutoriales en vídeo sobre cómo hacerlo. Si algo define al talento sénior son la resiliencia, la capacidad de adaptación o la ilusión, así que nunca es tarde para volver a poner en marcha nuestro currículum y hacer frente al edadismo con el que podamos encontrarnos a la hora de superar cualquier proceso de selección.

Cómo destacar

Más allá de la herramienta que utilices para crear tu CV, no olvides contar con una buena presentación, que puede ser una carta que acompañe al currículum y que te ayude a diferenciarte de todos los demás candidatos. Debe describir brevemente quienes somos como empleados potenciales y qué podemos aportar.

En cuanto al propio currículum, debemos seleccionar, de toda nuestra trayectoria profesional, lo que realmente pueda despertar el interés (o la curiosidad) del seleccionador. Mejor elegir un máximo de 4 o 5 experiencias laborales, siempre dando preferencia a las más recientes, y ser breve: es un currículum, no una autobiografía. En este sentido, y como hoy en día está en boga incluir en tu currículum algo relacionado con tus habilidades, un consejo es ceñirse a los aprendizajes (idiomas, programas informáticos, etc.), pero no es necesario explayarnos con que nos encanta la natación o las lecturas de novela negra, a no ser que estemos optando a un puesto de socorrista o para ayudar en la biblioteca del barrio.