Las diferentes generaciones tienen mucho que aportarse unas a otras, tanto en lo referente a conocimientos y experiencias, como de forma más directa. Se conoce como intergeneracionalidad a la interacción y relación entre diferentes generaciones en una sociedad, como el intercambio de conocimientos mencionado, pero también en otros temas como la convivencia y la solidaridad entre jóvenes y mayores.
El Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE) recopilaba algunos de los beneficios de las relaciones intergeneracionales, siendo "crucial para el desarrollo social y económico de una sociedad", como el fomento del aprendizaje mutuo, la reducción del aislamiento social o la promoción de la solidaridad social.
Esto promueve, a su vez, la eliminación de edadismos, estereotipos y prejuicios, que afectan a diferentes grupos de edad en favor de una sociedad más inclusiva, e incluso repercutiendo favorablemente sobre la salud, previniendo situaciones como la soledad no deseada, según señalaba recientemente la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) a este diario.
"Todas las iniciativas que fomenten las relaciones intergeneracionales no solo son beneficiosas para los jóvenes y para las personas mayores sino que lo son para toda la sociedad, por el intercambio de las diferentes visiones de la vida, desde la experiencia y desde las infinitas expectativas de la juventud", explica en este sentido Marina Troncoso, presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones y Federaciones de Alumnos y Exalumnos de los Programas Universitarios de Mayores (CAUMAS) a 65YMÁS.
No obstante, considera que "todavía falta mucho para que la promoción y la realización de estas acciones sean una práctica común en todos los ámbitos sociales".
En el caso de las universidades, "como responsables de la transmisión del conocimiento, son las primeras en actuar para que esa trasmisión sea efectiva entre distintas generaciones, y este ejemplo debe servir para que otras instituciones, empresas, organizaciones, etc., ayuden a jóvenes y mayores a interactuar, conviviendo en una simbiosis que beneficia a las generaciones más adultas, pues ven que son útiles a pesar de no estar activos en el mercado laboral, y los jóvenes pueden conocer desde la experiencia vital de los mayores las vicisitudes que pueden surgir en su largo camino por recorrer", añade.
Programas intergeneracionales, como los programas de alojamiento compartido entre estudiantes jóvenes y personas mayores que viven solas, son "una oportunidad de ayuda económica en ambos sentidos, sobre todo en estos momentos, que los alquileres son imposibles de asumir para estudiantes o jóvenes en sus primeros trabajos", y también favorecen esta intergeneracionalidad. Con todo, y aunque son numerosas las universidades que cuentan con estos programas con los que se ofrece alojamiento a jóvenes estudiantes en los domicilios de personas mayores, una forma de promover el intercambio solidario a través de la convivencia de dos generaciones en beneficio mutuo, resulta "insuficiente", lamenta la presidenta de CAUMAS, que destaca que "todas las universidades deberían tener una oferta para compartir pisos entre séniors y jóvenes".
En este sentido subraya que "las ciudades donde hay universidad, hay asociaciones sin ánimo de lucro que facilitan estos contactos, como las asociaciones de alumnos universitarios mayores, que son un vínculo entre la universidad y la sociedad. A través de dichas asociaciones se pueden poner en contacto las personas interesadas y organizar alojamientos compartidos".
En concreto, de las 91 universidades españolas (50 públicas y 41 privadas), según datos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, 39 (43%) cuentan con programas de alojamientos compartidos entre personas mayores y jóvenes. Desde 65YMÁS hemos recopilado las opciones que hay en cada Comunidad Autónoma para aquellos interesados en participar en estos programas.
Andalucía
Universidad de Granada(UGR): a finales del mes de julio de 2024, el Ayuntamiento de Granada se adhería al programa de alojamiento alternativo entre jóvenes estudiantes universitarios y personas mayores y/o con discapacidad. Una convivencia gratuita y solidaria en la que las personas mayores de 60 años o menores con discapacidad igual o superior al 33% ofrecen sus domicilios a los estudiantes, quienes a su vez ofrecen su compañía y colaboración en diferentes tareas. En concreto, los estudiantes tendrán que respetar la vivienda, la limpieza de su habitación y las zonas comunes, sufragar los gastos de comidas y compartir los gastos de suministros; mientras que las personas mayores o con discapacidad tendrán que facilitar una habitación adecuada, respetar el horario de clases y compartir los gastos de suministros.
Universidad de Málaga(UMA): el programa, que comenzó a funcionar en el curso 1992/1993, está destinado a estudiantes con escasos recursos económicos o que simplemente quieran participar en esta acción solidaria e intercambiar experiencias. Según destacan, "el número de peticiones asciende cada año". Así, mientras los estudiantes se comprometen a hacer compañía a los mayores y les ayudan en diferentes tareas, las personas mayores reciben, además, una asignación económica mensual por los gastos de luz, agua y gas.
Universidad de Sevilla(USE): cuenta con un programa de convivencia entre universitarios y personas mayores, personas con diversidad funcional y familias monoparentales. Por parte de los estudiantes, conseguirán alojamiento gratuito en el domicilio de estas personas, a cambio de compañía y ayuda en tareas de la casa o fuera de ella, siempre que no impidan el desarrollo de su actividad académica.
Universidad de Almería(UAL): ofrece también esta solución "alternativa y solidaria" para los estudiantes y las personas mayores de 55 años, promoviendo el apoyo mutuo. Las condiciones generales serán que la persona mayor ofrezca una habitación de su casa sin coste alguno, excepto los gastos de consumo energético, gas, agua y otros, que compartirá al 50% con los estudiantes. Además, los estudiantes se comprometerán a ofrecer compañía y apoyo en diferentes actividades sociales y a ayudar en el uso de las nuevas tecnologías.
Universidad de Huelva(UHU): igualmente, las personas mayores participantes se comprometen a ofrecer alojamiento gratuito, respetar las horas de estudio y ceder los aparatos de uso doméstico; mientras que los estudiantes deberán respetar y realizar las tareas pactadas en el Acuerdo de Convivencia, y hacerse cargo de los gastos de manutención y colaborar con los gastos de luz, agua, gas, etc.
Universidad Pablo de Olavide(UPO): cuenta con un programa de alojamiento compartido, Universitari@s Solidari@s, con el que los alumnos podrán disponer de alojamiento gratuito en viviendas de personas mayores que vivan sola, así como familias monoparentales y personas con discapacidad, a cambio de convivir con estas personas. El estudiante solo tendrá que costearse su propia comida, comprometerse a ayudar en las necesidades diarias y dormir todo el mes en la vivienda, a excepción de dos fines de semana que tendrá para su disfrute. Por su parte, las personas que ofrezcan su vivienda deberán poder ofrecer una habitación para el estudiante y facilitarle el uso de aparatos comunes, así como conexión a Internet. Estas personas recibirán, además, una cantidad mensual para ayudarles a cubrir los gastos de más en luz, agua o gas.
Aragón
Universidad de Zaragoza(UZA): está dirigido a personas mayores de 65 años que vivan solas, preferentemente, y a estudiantes mayores de 18 años, favoreciendo así un alojamiento más económico, ambiente tranquilo y familiar, y relación con otros jóvenes participantes del programa, en el caso de los estudiantes; y ayuda para sufragar los gastos de la vivienda, mayor seguridad, compañía y relación con otras personas mayores participantes, en el caso de los mayores.
Canarias
En el caso de Canarias, la parlamentaria de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC), Carmen Hernández, conseguía poner en marcha un programa de alojamiento de universitarios con personas mayores. De esta forma, los estudiantes podrán acceder de forma gratuita a una residencia a cambio de servir de apoyo y acompañamiento a las personas mayores. Ayudará, a su vez, a "aliviar las listas de espera para vivir en una residencia", aseguraba Carmen Hernández, parlamentaria de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC), tras la puesta en marcha de este programa el pasado mes de mayo. Se daba así luz verde para que el Gobierno y las universidades firmasen los correspondientes convenios.
Castilla y León
Castilla y León cuenta también con un programa de alojamiento compartido entre personas mayores y jóvenes estudiantes, disponible para las cuatro universidades públicas de la región:
Universidad de León(ULE): está dirigido a las personas con 60 años o más que dispongan de una vivienda con una habitación para que el estudiante pueda desarrollar su actividad académica, incluyendo acceso a internet, y permita y el uso de todas las habitaciones y equipamientos comunes de la vivienda, una llave de la misma y respetar su intimidad; y jóvenes estudiantes que se comprometan a colaborar con los gastos comunes, hacer un uso adecuado de la llave, cuidar la vivienda, respetar la intimidad de la persona mayor, hacerse cargo de la limpieza y el mantenimiento de su habitación y colaborar en la de zonas comunes, y ofrecer compañía y ayuda.
Universidad de Salamanca(USAL): igualmente, el programa establece que la persona mayor ofrecerá alojamiento al estudiante universitario de forma gratuita, a excepción de la mitad de los gastos comunitarios, que deberá pagar el estudiante, mientras que el estudiante ayudará en gestiones y otros apoyos.
Universidad de Valladolid(UVA): las personas mayores tendrán que tener más de 60 años, contar con una vivienda habitable con habitación disponible para el estudiante y estar en condiciones adecuadas de salud; mientras que los estudiantes tendrán que tener entre 18 y 30 años, e igualmente estar en condiciones adecuadas de salud. En concreto, los estudiantes se comprometerán a abonar el 50% de los gastos de electricidad, agua y gas, cuidar las dependencias de la vivienda y respetar la intimidad de la persona mayor, hacer un uso adecuado de la llave, hacerse cargo de la limpieza y mantenimiento de su habitación y colaborar en las zonas comunes, y hacer compañía y ayudar a la persona mayor; por su parte, los mayores tendrán que proporcionar una habitación para el estudiante y todo lo necesario para el desarrollo de su actividad académica, y respetar su intimidad. Además, los mayores recibirán una cantidad económica para cubrir los gastos corrientes generados por el estudiante, mientras que los estudiantes recibirán un reconocimiento académico por el apoyo prestado a los mayores.
Universidad de Burgos(UBU): las personas mayores tendrán que tener 60 años o más, disponer de una vivienda habitable, y estar en condiciones de salud adecuadas. Se comprometerán a ofrecer una habitación con todo lo necesario para el desarrollo de la actividad académica, permitir el uso de las zonas y equipamientos comunes de la vivienda, proporcionar una llave de la vivienda y respetar la intimidad del estudiante. Por su parte, los jóvenes, mayores de edad o menores con autorización, deberán estar también en condiciones de salud adecuadas y se comprometerán a colaborar con los gastos comunes, hacer un uso adecuado de la llave, cuidar la vivienda, respetar la intimidad de la persona mayor, cuidar su habitación y colaborar en la limpieza de las zonas comunes, y ofrecer compañía y apoyo a la persona mayor.
Cataluña
Barcelona cuenta con el programa Vivir y convivir, de la Fundación Roure en colaboración con el Departamento de Investigación y Universidades de la Generalitat de Cataluña y la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona, que tiene como objetivo proporcionar alojamiento a jóvenes estudiantes en el domicilio de personas mayores en situación de soledad, promoviendo así el intercambio solidario y no lucrativo, así como la ayuda mutua.
Para poder participar, las personas mayores tendrán que tener más de 65 años, vivir preferiblemente solas, ser autónomas, disponer de una vivienda habitable y estar dispuestas a compartir su casa; mientras que los estudiantes tendrán que tener, como máximo, 30 años (35 en el caso de posgrado, máster o doctorados), no tener su residencia en la misma ciudad donde estudian y tener tiempo disponible para la convivencia, además de comprometerse a pasar seis noches en casa de la persona que acoge y no llegar más tarde de las 22:30.
En este programa participan todas las universidades de la región, según confirma la Fundación a este diario, que son: la Universidad de Barcelona (UBA), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), la Universidad Pompeu Fabra (UPF), la Universidad Ramón Llull (URLL), la Universidad Rovira i Virgili (URV), la Universidad de Girona (UDG), la Universidad de Lleida (UDL), la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la Universidad de Vic-Universidad Central de Catalunya (UVIC), la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), la Universitat Abat Oliba CEU (UAO).
Comunidad de Madrid
Madrid cuenta con un programa solidario, CONVIVE, que tiene como objetivo potenciar las relaciones intergeneracionales entre personas mayores de 65 años y jóvenes estudiantes universitarios a través de la convivencia solidaria, compartiendo la vivienda y también conocimientos, experiencias, emociones y ayuda mutua.
De esta forma, las personas mayores facilitan alojamiento a los universitarios y un entorno familiar, a cambio de compañía, evitando así el aislamiento y la soledad, y ayuda en la realización de diversas gestiones o tareas cotidianas. En concreto, las personas mayores tienen que vivir solas, ser autónomas, disponer de una vivienda habitable y proporcionar una habitación para el estudiante, proporcionar una llave de la vivienda, respetar los horarios de clase, vacaciones y fines de semana acordados del estudiante; mientras que los estudiantes deberán disponer de unas horas al día para acompañar a la persona mayor y pernoctar en el domicilio, ofrecer ayudas o contraprestaciones según lo acordado, y hacerse cargo de su comida y limpieza.
En este programa participan: la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), la Universidad de Alcalá (UAH) y la Universidad Pontificia Comillas (COMILLAS).
Comunidad Valenciana
Valencia cuenta con València Conviu, un programa de convivencia intergeneracional de viviendas compartidas entre personas mayores y estudiantes universitarios. Está dirigido a personas mayores de 60 años que vivan solas y sean autónomas, y jóvenes estudiantes menores de 35 años que no sean residentes de la misma ciudad y no puedan pagarse el gasto de un alojamiento alternativo.
En él participan las siguientes universidades: la Universitat de València (UV), la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV).
Fuera de este programa, la Universidad de Alicante (UA) cuenta con un edificio de viviendas intergeneracionales, el primero del Programa Municipal de Viviendas Intergeneracionales y de Servicios Ciudadanos de Proximidad que el Ayuntamiento de Alicante está desarrollando en la ciudad. Tiene como objetivo procurar una vivienda adecuada tanto a las personas mayores con algún nivel de dependencia como a los jóvenes que vivan en ella, mejorando así la calidad del alojamiento de los participantes y la calidad de vida en cuanto a su integración y a las experiencias compartidas.
Galicia
Universidad de A Coruña (UDC): cuenta con un programa de convivencia intergeneracional entre universitarios menores de 35 años que no sean residentes de Ferrol y personas mayores de 60 años que vivan solas, sean autónomas y no realicen ninguna actividad laboral remunerada. Tiene fines sociales y solidarios, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de compañía y apoyo de las personas mayores, así como a las necesidades de alojamiento de los estudiantes.
País Vasco
El Gobierno Vasco cuenta con un Programa de Alojamiento Compartido entre Generaciones, concretamente entre personas mayores de 65 años y jóvenes, gestionado por la organización Kuvu. De esta forma, las personas mayores ofrecen sus viviendas a cambio de un alquiler de bajo coste, así como la compañía, el apoyo y la experiencia que se aportan ambas generaciones. Por su parte, la persona joven tendrá que ocuparse del mantenimiento y limpieza de sus cosas, y comprometerse a pasar un número de noches en la vivienda.
Colaboran con este programa las siguientes universidades: la Universidad del País Vasco (UPV), la Universidad de Deusto (UDE) y Mondragón Unibertsitatea (UMON).
Región de Murcia
Universidad de Murcia (UMU): cuenta con el proyecto "Personas que cuidan de personas", una iniciativa intergeneracional que nació en 1995, en colaboración con el Ayuntamiento de Murcia, para unir a personas mayores y jóvenes universitarios a través de la convivencia, ofreciendo a los estudiantes una vivienda gratuita y el enriquecimiento de vivir con una persona mayor, ofreciéndose ayuda y apoyo mutuo. Para poder participar, los estudiantes no pueden tener residencia en el municipio, tener disponibilidad de unas dos horas al día para pasarlas con la persona mayor, estar dispuestos a adaptarse a la convivencia con ellos y no tener trastornos psicosociales graves que puedan afectar la convivencia.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.