La jubilación ha dejado de verse como la etapa final en la vida de una persona, momento en que parecía que se acaba el trabajo y, con él, la capacidad de vivir experiencias y seguir teniendo intereses. La realidad es que las nuevas generaciones de personas mayores están demostrando que esta puede ser una etapa vital de lo más activa en la que, entre otras cosas, pueden continuar o tener la oportunidad de acceder a un tipo de formación a la que en su momento no pudieron acceder.
La formación a lo largo de toda la vida es un concepto cada vez más extendido. En lo que respecta a los estudios superiores, en España hay dos formas en las que las personas mayores de 65 años pueden cursar este tipo de estudios: accediendo a la universidad como cualquier otra persona o a través de los Programas Universitarios de Mayores (PUM). En el primer caso, la universidad ofrece su propio programa específico para las personas mayores de 55 años; mientras que el segundo está dirigido igualmente a este grupo de edad, con la diferencia de que en este caso no necesitan tener estudios universitarios para acceder a alguno de estos programas, que tienen una estructura muy similar en todas las universidades.
Desde la Asociación Estatal de Programas Universitarios para Mayores (AEPUM), su presidente, Antonio Rodríguez Martínez, explica a 65YMÁS que, aún así, la oferta puede variar. "Está claro que en casi todas las universidades, a grandes rasgos, las materias con más aceptación y las más cursadas son aquellas relacionadas con la historia y el arte, aunque también medioambiente y música", revela.
Considera que estos programas son una forma, en muchos casos, de "recuperar relaciones que se pierden cuando uno se jubila o de crear nuevas fuera del barrio y el entorno familiar". Esta es una de las principales motivaciones que impulsan a las personas mayores a entrar en estos programas, entre otros. Marina Troncoso, presidenta de CAUMAS (Confederación Estatal de Asociaciones y Federaciones de Alumnos y Exalumnos de los Programas Universitarios de Mayores), añade algunas más, como "mantenerse activos intelectualmente; encontrar un ambiente con compañeros de la misma edad que además estudian los mismo; vencer la soledad, porque hay mucha gente que está viuda y encuentra en las aulas acompañamiento; y compartir espacio con los jóvenes, lo cual supone una relación intergeneracional fantástica".
"Hay mucha gente, aunque cada vez menos, que no pudieron ir a la universidad en su juventud y ahora vienen con gran ilusión, mientras que los que ya habían estado, vuelven para revivir los tiempos de su juventud. Y la valoración final que hacen es buenísima", añade. "En las universidades se hace siempre una encuesta de satisfacción a los alumnos, y los que están más satisfechos siempre son los que están en estos Programas Universitarios para Mayores, porque es un programa hecho a nuestra medida, en el cual también actuamos mucho; solemos decirle a la universidad si una asignatura flojea, si hay que darle contenido, y suelen hacer caso. Es decir, intervenimos bastante en la confección y desarrollo del programa, dejando que los mayores participen en la demanda de la enseñanza de la formación y de los conocimientos que quieren adquirir", aclara Marina.
De igual modo, Antonio asegura que incluso el profesorado queda "muy contento, más que con los alumnos de los programas oficiales". "Los alumnos oficiales, cuando acabas de explicar, se van y punto; los mayores a veces te aplauden, te hacen comentarios…", explica.
"Siempre es tiempo de aprender"
Los Programas Universitarios para Mayores (PUM), bajo el lema "Siempre es tiempo de aprender", fomentan los programas educativos para mayores en el ámbito universitario, contribuyendo al desarrollo formativo y cultural de este colectivo, ofreciendo al final un título que tiene calidad académica.
La AEPUM, nacida en 2004, está constituida actualmente por un total de 49 universidades, públicas y privadas, así como otras entidades que busquen la formación universitaria de los mayores. Agrupa la mayoría de los programas universitarios para personas mayores de las universidades españolas, ofertados desde hace más de 25 años, con los que se pretende acercar la universidad a los mayores, en especial a aquellos que no pudieron cursar sus estudios universitarios en su momento.
Estos programas cuentan con un volumen superior a los 26.524 estudiantes matriculados, según se refleja en su página web, aunque su presidente aclara que son muchos más: "Con la pandemia se fueron bastantes y todavía no hemos podido actualizar las cifras, pero en pre-pandemia llegamos a superar los 63.000 alumnos, por lo que en el fondo hay más". Las cifras de este año se conocerán en los próximos días cuando se cierren las inscripciones, según nos informan.
Desde su constitución, los programas han ido transformándose. "No es como las diplomaturas normales que acabas y te vas, aquí la gente quería continuar, así que fueron apareciendo distintas modalidades para que la gente pudiera seguir matriculándose y seguir vinculada a la universidad", cuenta el presidente de AEPUM. "También empezaron estando dirigidos a mayores de 55 años, y ahora la mayoría de los programas son para mayores de 50".
A partir de esa edad, son muchas las personas que pueden acceder a estos programas. Antonio destaca que la edad mayoritaria son los 60-70 años, aunque han llegado a tener a una persona mayor de 90. "Aún hay gente que son de los primeros que entraron, es decir, que se han mantenido en estos programas y cursos paralelos formándose". Las matrículas de estos programas para este nuevo curso ya están cerradas o se están cerrando, y Antonio destaca el gran interés que muestra la gente por ellos: "Hasta antes de pandemia, el número de matriculados siempre aumentaba, aunque entonces bajó debido a que muchos se tuvieron que dar online. Pero sí es verdad que una vez que entran, la mayoría quieren continuar", asegura.
De los alumnos matriculados, son mayoritarias las mujeres. "Quizá en un principio había más hombres", señala Antonio, sin embargo, esta tendencia cambió tras el tercer y cuarto año conforme empezaron a modificarse las costumbres y las mujeres dejaron de ser las que se quedaban en casa. "Ahora están siendo un porcentaje siempre superior".
"Muy pocos" mayores se decantan por carreras universitarias
Frente a la gran cantidad de personas mayores que deciden cursar estos Programas Universitarios para Mayores, se encuentran aquellos que deciden hacer carreras universitarias, sin embargo, "son pocos, muy pocos", recalca la presidenta de CAUMAS. Desde la Fundación CYD, Montserrat Álvarez hace referencia a los datos de Eurostat, la oficina europea de estadística, en los que se refleja cómo el porcentaje de mayores de 65 años en la universidad supone un 0,045% (44,05 de cada 100.000 habitantes de 65 o más años) del total de los alumnos en España, frente al 0,031 de la UE (31,42 de cada 100.00 habitantes de 65 o más años).
En concreto, en el año 2020, de los 2.145.333 de estudiantes que cursaban estudios superiores, 4.379 eran mayores de 65 años. Las cifras disminuían en el caso de los estudiantes que cursaban estudios de grado (3.002 mayores de 65 años del 1.224.186 estudiantes). Y en cuanto a los estudiantes que cursan un máster o un doctorado se registraron, respectivamente, 217.038 personas, de las cuales 84 eran mayores de 65 años; y 92.657, de las cuales 733 eran mayores.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.