Elisa Leiva
Reconectados
Desmontando el edadismo digital: hacerse mayor no implica usar menos las nuevas tecnologías
El precio de los servicios de telecomunicación explica el uso que se hace de las tecnologías
Tres investigadoras de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han desmentido en un estudio pionero en el mundo que con la edad se reduce el uso de las tecnologías digitales. El estudio ha sido elaborado con datos de seis países del mundo, entre los que difiere el uso de la teconología que hacen las personas mayores. Los resultados muestran que el principal motivo de estas diferencias reside en el precio de los servicios de telecomunicaciones.
Esta investigación se basa en una colección de datos, realizada simultáneamente en seis naciones (Austria, Canadá, España, Israel, Países Bajos y Rumania). Los datos hacen referencia a los comportamientos digitales de 3,125 personas mayores a lo largo de cuatro años. Los resultados obtenidos pueden ayudar a abordar el fenómeno conocido como "edadismo digitial", que se refiere a la discriminación social basada en la edad.
"Si bien el contexto de cada persona condiciona sus prácticas digitales, la estructura de precios del mercado de las telecomunicaciones desempeña un papel muy importante en la forma en que las personas mayores utilizan el móvil" remarca Mireia Fernández-Ardèvol, principal autora del estudio e investigadora del grupo CNSC del Internet Interdisciplinary Institute (IN3).
El estudio, publicado bajo el título Set in Stone? Mobile Practices Evolution in Later Life forma parte de un amplio estudio, pionero en el mundo, que analiza si las personas mayores de sesenta años están adoptando medios de comunicación digitales más innovadores que los tradicionales. Nunca antes se había realizado un seguimiento a un grupo tan extenso de personas de estas edades en seis países diferentes durante un período de tiempo tan prolongado. Concretamente, los datos se obtuvieron a través de encuestas realizadas en tres etapas: en 2016, 2018 y 2020.
España: los móviles superan a los ordenadores
El estudio clasifica a las personas mayores en tres categorías: en primer lugar, aquellos que utilizan el teléfono móvil de manera básica, principalmente para hacer llamadas, enviar mensajes de texto y tomar fotos. Luego, se encuentran los usuarios avanzados, que aprovechan una amplia gama de funciones del dispositivo, incluyendo WhatsApp, GPS, radio y correo electrónico. Por último, están aquellos que se sitúan en un punto intermedio entre los dos extremos.
Los hallazgos también muestran diferencias importantes entre países: en Canadá y Rumania, las personas mayores utilizan sus dispositivos con menor frecuencia. En contraste, en España e Israel, se observa un uso más intenso. Los Países Bajos y Austria se sitúan en una posición intermedia en cuanto al uso.
Para los mayores españoles, el móvil se ha convertido en la principal forma de acceder a internet, muy por encima de los ordenadores. "La tarifa de datos más popular, la tarifa plana, es relativamente económica en términos de poder adquisitivo medio", explica Fernández-Ardèvol para explicar este suceso.
Rompiendo estereotipos
Los más de tres mil participantes de la investigación completaron las encuestas en tres ocasiones a lo largo de un período de cuatro años, lo que proporcionó la oportunidad de analizar su evolución como usuarios de móviles. En la mitad de los casos, el patrón de uso permaneció constante a lo largo de los años, mientras que en la otra mitad, hubo cambios; algunos incrementaron su uso, otros lo redujeron, y algunos experimentaron fluctuaciones.
"Este es un resultado muy importante. Sirve para ilustrar cómo algunos estereotipos sobre las personas mayores no se corresponden con la realidad. Por ejemplo, mucha gente tendería a pensar que, a medida que nos hagamos mayores, usaremos menos las tecnologías digitales. Los resultados, bien al contrario, muestran que las prácticas digitales son dinámicas, cambiantes", destaca Fernández-Ardévol.
Brecha de género
No obstante, es importante destacar que entre los usuarios más avanzados con los teléfonos móviles, existe una proporción significativamente mayor de hombres. La principal razón detrás de esta diferencia se relaciona con la brecha sociodigital, que se manifiesta de manera más notoria entre las personas mayores. Las mujeres mayores, a lo largo de sus vidas, han tenido una menor exposición a Internet debido a que, en muchos casos, se han desempeñado en roles domésticos y de cuidado familiar, llegando a presentar incluso un nivel educativo más bajo que los hombres mayores.