12 alternativas a las uvas para acabar el año

Hay a quien no le gusta las uvas, odia prepararlas o, simplemente, no es supersticioso y está cansado de año tras años comer lo mismo. Pues bien, aunque hay mil y una opciones como alternativas a las uvas, vamos a darte 12 opciones… y alguna más, por si quieres probar una con cada campanada.

1. Lacasitos
2. Gominolas
3. Aceitunas
4. Arándanos
5. Frambuesas
6. Moras
7. Pistachos
8. Cacahuetes
9. Palomitas de maiz
10. Gusanitos
11. lentejas
12. Garbanzos

Si eres un goloso, puedes optar por la opción de los lacasitos, las gominolas o los conguitos. Estas opciones son pequeñas y fáciles de comer. Sin duda, una forma dulce de empezar el año.

Las aceitunas también pueden ser un perfecto sustituto de las uvas. Eso sí, sin hueso para poder comerlas con rapidez.

¿Prefieres fruta? No te preocupes, prueba con los arándanos. Esta fruta es tan pequeña que tragarla será muy sencillo. O bien, puedes probar a pelar una granada y coger 12 semillas, 12 frambuesas o 12 moras. Eso sí, recuerda el tamaño y tu velocidad para masticar.

Hay quien opta por los frutos secos. Sin duda, también una opción saludable y sabrosa. En este caso, podemos elegir entre las avellanas, los pistachos o los cacahuetes, ya que todos ellos son pequeños.

Una forma muy sabrosa de atraer a la suerte es con palomitas de maíz o gusanitos.

Los italianos tienen por costumbre comer lentejas durante la cena de Nochevieja. Con lo cual, si eres un amante de las legumbres puedes probar a cerrar el año con lentejas o bien con 12 garbanzos.

En definitiva, se trata de 12 bocados pequeños y sencillos de masticar y tragar, con lo cual, si te ves preparado, puedes probar con cualquiera de tus alimentos favoritos, desde queso a trocitos de cordero, seguro que la suerte vendrá de igual manera. Y si no te decantas por nada en especial, siempre puedes hacer una mezcla de todos.

La tradición de las 12 uvas

La tradición en España de comer uvas tiene dos versiones.

La primera data de 1880 cuando los madrileños comenzaron a acudir a la Puerta del Sol para comerse las uvas burlándose de las clases altas que por aquel entonces habían comenzado a celebrar el fin de año tomando uvas y vinos espumosos al estilo francés.

La otra teoría se remonta a 1909, año en el que se produjo una enorme cosecha de uvas en Alicante y con el objetivo de darle salida se volvió a recordar la tradición de 1880 pero en esta ocasión añadiendo la connotación de ‘uvas de la suerte’.

Aunque esta tradición de comer uvas está cada vez más extendida entre los países hispanohablantes, lo cierto es que existen otras muchas tradiciones de los más curiosas.

En Grecia, por ejemplo, es tradición acabar el año jugando a las cartas; en Dinamarca, además de partir platos contra las puertas de las viviendas de los amigos, saltan encima de una silla; en Chile esa noche la pasan en el cementerio, para recibir junto a los familiares ya fallecidos el año nuevo; en Romanía se disfrazan de oso; en Perú cogen patatas para conocer su suerte; en Puerto Rico tiran cubos de agua por la ventana,… Y así, un largo etcétera.

Por nuestra parte, ¡Feliz año nuevo!