España es un país eminentemente cervecero, nos gusta la cerveza, una bebida de la que, según Cerveceros de España, cada español bebió 58 litros en el pasado año 2022, ocho más que lo registrado en el año anterior. Pero eso sí, según la patronal cervecera se trata de "un consumo moderado" y que responde a "pautas de consumo mediterráneas". De hecho, uno de cada ocho adultos en España reconoce consumirla y casi la mitad lo hace de manera habitual.
Nuestro país, junto con Eslovaquia, es el mayor consumidor de cerveza del mundo, de hecho ese “a ver si quedamos y tomamos unas cañas” es, para todos, irrenunciable.
La cerveza, es una bebida milenaria. De hecho, los primeros datos fiables que se tienen de su elaboración se remontan hasta los sumerios que ocuparon la baja Mesopotamia, actual Irak, allá por el año 4000 antes de Cristo.Es sumeria la receta escrita más antigua que se conoce, se fabricaba en tinajas a partir de cebada especiada y fermentada con agua. Por aquel entonces, la cerveza, que tenía hasta su propia diosa llamada Ninkasi, recibía el nombre ‘sikaru’, cuya traducción sería ‘lo que desea la boca’.
La cerveza siempre ha estado ahí, pero desde hace un tiempo se ha puesto de moda un tipo muy especial, la cerveza artesana, que el en 2022 registró un récord de producción con 244.000 hectolitros, según el Observatorio Sectorial DBK, lo que implica un incremento del 16,7% y un volumen de negocio que alcanzó los 72 millones de euros.
De hecho, desde el año 1988, cada primer sábado de mes del año se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Cervecero Artesanal.
Pero, ¿qué entendemos por cerveza artesana? Sencillamente es un tipo de cerveza elaborada sin aditivos, sin conservantes y sin pasteurizar. En realidad, como sucede con el vino, la cerveza artesana es un producto vivo, un producto que evoluciona gracias a la presencia de levaduras vivas.
Estas cervezas se producen mediante un proceso natural a partir de cuatro ingredientes básicos: agua, malta, lúpulo y levadura, si bien pueden añadirse otros elementos como azúcares, hierbas, flores, frutos y especias dependiendo del tipo de cerveza que se quiera evaluar y el sabor que se decida transferirle.
El sistema de elaboración consta de cinco etapas básicas: maceración, cocción, enfriamiento, fermentación -primero en fermentador y posteriormente en botella- y envasado. La gasificación de la cerveza se hace de forma natural durante la segunda fermentación.
Artesanal frente a industrial
Todo lo dicho hasta el momento no significa que sostengamos que la cerveza artesanal sea muy buena y la industrial muy mala, pero lo cierto es que la sociedad actual tiende a buscar una alimentación cada vez más natural.
Ahora bien, ¿cuáles son las diferencias entre la cerveza artesanal y la industrial?
En primer lugar, como ya se ha dicho, la cerveza artesanal está elaborada con ingredientes absolutamente naturales, sin aditivos ni conservantes mientras que la industrial se pasteuriza y sí contiene conservantes. Además, en muchas ocasiones los productores de las cervezas industriales abaratan sus costes con aditivos como el maíz, el mijo o el arroz, más baratos que la malta de cebada.
La cerveza industrial se fabrica a partir de una receta predeterminada. Sin embargo, en las artesanas el maestro cervecero tiene su propia fórmula y la modifica hasta obtener el gusto, cuerpo, olor y aspecto deseados.
Por otra parte, la elaboración de las artesanales es preferentemente manual o con muy poca maquinaria en contraposición a las industriales que se elaboran en grandes fabricas automatizadas en las que también se pasteurizan.
Además, las cervezas artesanas suelen ser locales elaboradas a partir de productos de proximidad e incluso de kilómetro cero y de pequeñas empresas muy diferentes a las grandes compañías dedicadas a la exportación nacional e internacional. Algo que también tiene influencia en una producción que es más sostenible y , en consecuencia, más respetuosa con el medio ambiente.
Lo anterior también repercute sin duda en que las artesanales son empresas más locales, tienen un mayor arraigo en sus zonas de producción y, a su nivel, influyen favorablemente en la economía de las poblaciones en las que se establecen.
Por último, otra de las diferencias la encontramos en el filtrado de la cerveza que es también manual en el caso de las artesanales al contrario de lo que sucede con las industriales en las que el filtrado es químico.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.