¿Compramos comida preparada? ¿salimos a un restaurante y nos dejamos medio riñón? ¿cocinamos en casa? ¿quién se encargará del menú? ¿le va a tocar hacer grandes elaboraciones y trabajar varios días antes? En ocasiones acertar con los platos de las grandes celebraciones de estos días, y no estresarnos en la cocina, es complicado. Hemos pedido consejo para la cena de Noechvieja a Rafuel, el popular chef y el instagramer sénior más simpático y dicharachero… porque, además de todo un influencer es un gran anfitrión.
Ahora bien, Rafuel tiene clara una cosa, durante la cena de Nochevieja lo que menos importa es la cena o los platos concretos que elaboraremos. Lo más importantes es estar junto a la gente que uno quiere, compartir y, por encima de todo, divertiste.
Una cena a base de picoteo
Rafael Antolín nos confiesa que “esperar a las uvas a mí me cuesta muchísimo, porque soy de irme a la cama a dormir a las diez y media”. Por eso, “para que esa cena sea muy amena y podamos esperar a las uvas entretenidos, a mí me gusta hacer bandejas y toda la cena es de picoteo. Pongo salmón ahumado, pongo jamón, pongo quesos y hago un pica pica, hasta llegar a las doce, un pica pica divertido”
Así, “podemos hacer canapés, podemos hacer montaditos”, mezclados con embutidos, quesos, jamón y alguna elaboración sencilla.
El secreto de la noche: divertirse
Rafuel, lo tiene claro, lo más importante de esa cena es divertirse en familia y con los amigos. “No se trata de preparar una cena, sentarse a la mesa y comer… se trata de divertirse”.
“Hay que intentar romper los moldes y utilizar la cabeza con un poco de imaginación, porque si se trata de hacer una cena de final de año, hemos de pasar el rato y entretenernos para no aburrirnos delante de la televisión”, nos cuenta Rafuel.
Y si no se nos ocurre como hacer divertida la cena, nos da un ejemplo que él ha puesto en práctica en numerosas ocasiones.
Algunos “años he preparado tartar de salmón ahumado. Y en este caso, también resulta muy divertido porque yo pongo los ingredientes preparados por separado, en boles en el centro de la mesa, y doy a cada comensal un aro de emplatar, para que cada uno se monte su tartar. Y luego hay un premio simbólico para el tartar más bonito. Esto es divertidísimo”, nos cuenta el chef.
Hay que buscar ideas “para llegar a las 12 de la noche divirtiéndonos y no estar dos horas delante de la televisión pendientes de los vestidos, a cual más feo”, dice, entre risas.
Cena ligera… o cena copiosa
“El menú de Nochevieja debe depender de lo que vayas a hacer” asegura Rafuel. “Las cenas para mí no pueden ser grandes elaboraciones porque entonces tienes que ir a correr toda la noche porque el estómago lleno y la cama estan reñidos”, nos cuenta el chef. Por eso su apuesta de Nochevieja es el picoteo.
“Otra cosa es que en la mesa haya gente joven que va a salir después”, advierte. “En este caso uno de los picoteos que pondría en un rincón de la mesa es un plato de pasta. Seguro que se la comen”, explica. “Si van a salir, entonces la cena sí debe ser copiosa, porque si salen y beben, es mejor que no les coja con el estómago vacío. Y si son chicas, platos con mucho ajo, para que si alguno las besa, que se joda”, dice Rafael entre risas, recordando algunos años pasados, cundo sus dos hijas vivían en casa, y salían. Ahora, ya están casadas e independizadas.
Comida casera sencilla
“La comida de casa, bien hecha, es la mejor del mundo. Pon la mesa bien puesta y disfruta de platos sencillos”, dice. Solo con echar un vistazo rápido a la cuenta de Instagram de Rafuel, es fácil adivinar que a este foodie de 66 años le gusta el buen jamón, los huevos fritos, las tortillas de patata, los bikinis y el buen pan, en tosta o en bocata. Y a tenor de las recetas compartidas por el Instagramer en las últimas semanas, los banquetes de Navidad no tienen por qué cambiar esto. “Si pensamos que una tortilla de patata no es digna de Nochevieja es porque aún tenemos en la cabeza los mazacotes que nos hemos comido en muchos bares durante años. Pero una tortilla de las de verdad, eso es alta cocina”, explica a 65YMÁS Rafuel. “Las tortillas que hacían nuestras madres y abuelas, que llegabas a casa y se estaba pochando la patata a fuego lento desde hace casi una hora… es entrar en casa y ese olor te lleva directamente a la cocina. Hemos de volver a hacer tortillas buenas”, sentencia.
El mejor ejemplo está en su casa, nos cuenta: “Esta Navidad, un día he cocinado para 30. Hice de aperitivo seis tortillas de patata y no quedó ni una. Claro, pocho la patata con la cebolla más de una hora. Y uso huevos bien frescos de gallinas en semilibertad. Es la mejor comida del mundo. No necesitamos caviar para tener la mejor comida del mundo”.
La importancia del brindis
“Para brindar hay que defender el producto e casa”, asegura el chef, un gran defensor de los productos buenos, mimados, de cercanía. “Tenemos cavas en España 10 veces mejores que muchos champagnes franceses. Y respecto al vino, España tiene los mejores vinos del mundo, lo que pasa es en el mundo del vino hay demasiados personalismos y las denominaciones de origen luchan entre ellas y no nos dejan ser los mejores del mundo. Si trabajaran todos a una, nuestros vinos estarían arrasando”. De modo que, vino o cava, o ambos, pero españoles, de la tierra. Y respecto al vino, más allá de las grande regiones vinícolas de España, Rafuel nos recomienda tener en cuenta también otras zonas y denominaciones, que ahora mismo están haciendo muy buenos vinos: León, Ampurdá, Cariñena…