No cabe duda de que el andalucísimo gazpacho, junto a su primo hermano el salmorejo, es el plato estrella para combatir los rigores del veraniegos. Este puré frío de verduras frescas es el rey del verano, además es fácil de preparar y se conserva en la nevera hasta el momento de tomarlo. Pero no todos los gazpachos tienen por qué ser de tomate, ajo, pimiento, pepino, pan desmigado y aceite de oliva, hay muchas otras variedades igual, o incluso más, refrescantes. Estas son algunas opciones.
Gazpacho de cítricos
Es, sin duda, una de las mejores opciones para luchar contra el calor. Se trata de una elaboración a base de naranjas, mandarinas o clementinas, pomelo rosa, miga de bollo dulce, un vinagre de vino blanco, aceite previamente macerado con naranja, un punto de canela molida, otro de azúcar y unas gotas de agua de azahar.
Una vez bien peladas las frutas, poniendo mucho cuidado en que no quede nada de la parte blanca de la corteza porque amarga, se separan los gajos retirando la pequeña tira que los rodea, ser ponen en un recipiente cerrado junto con la miga empapada en el vinagre y se deja macerar de ocho a diez horas en el frigorífico.
Después se pasa por la batidora mientras se añade el aceite lentamente hasta conseguir una mezcla homogénea a la que añadir el agua de azahar y el azúcar y se agrega un poco de agua para diluirlo todo y se sigue batiendo para homogeneizar.
El resultado se pone en vasitos que se enfrían en la nevera y a los que antes de servir se les añade la canela.
Gazpacho de sandía
Esta opción de gazpacho resulta ligera y muy poco calórica, con lo que es ideal como cena o si se está a dieta preparando el momento de ponerse el bañador. La sandía es una fruta muy refrescante, por el 93% de agua que contiene, y rica en vitamina C.
Además de la sandía, pelada y sin pepitas, sus ingredientes son tomate, un pimiento verde que puede sustituirse por uno rojo, pan del día anterior, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Módena, sal y agua.
Esta receta, aunque lleva pepino, no incorpora ajo por lo que su sabor es muy suave. Al batir todos los ingredientes no debe añadirse agua hasta ver cuanta sueltan los tomates y, sobre todo, la sandía. Inclusio puede no ser necesario añadirla.
Y hay que tener en cuenta que en lugar de lo que se hace en el gazpacho tradicional donde se necesita de un kilo de tomates, para esta elaboración suelen emplear 300 gramos de tomates y 700 de sandía.
Gazpacho de pera y anís
Esta también muy refrescante opción se prepara con peras, limón, pan de molde, una vainilla, unas estrellas de anís, vinagre de sidra, aceite de oliva virgen extra, agua y azúcar.
Para prepararlo primero se cuece en agua durante diez minutos y sin que llegue a hervir, el azúcar, el anís estrellado y la vaina de vainilla cortada longitudinalmente.
Después se pelan y cortan las peras y se les pone zumo de limón para evitar su oxidación guardándose junto a la miga del pan de molde, empapada de vinagre y aceite, en un recipiente cerrado en el frigorífico durante seis horas.
Por último todo va a la batidora y de nuevo se introduce en la nevera, en esta ocasión durante una hora y listo para poder servirlo.
Gazpacho de melón
En esta receta, obviamente, el protagonista es el melón, cuya pulka sustituye al tomate de la receta tradicional, y también están presentes el pimiento verde, pepino, un diente de ajo, media cebolla, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez y miga de pan para darle consistencia.
Lo primero es lavar y cortar la cebolla, el pepino y el pimiento verde. A gusto del que lo elabora puede ponerse un diente de ajo entero si le gusta mucho su sabor, pero con medio suele ser suficiente para dar ese toquecito característico.
Después se corta el melón en trozos y se añade al resto de ingredientes ya preparados con un pellizco de sal se pone el pan y se tritura bien.
A continuación se añade el aceite de oliva virgen extra y el vinagre y se vuelve a triturar. En esta receta no es necesario añadir agua, puesto que el melón contiene mucha agua. Lo ideal es triturarlo entre 3 y 4 minutos para que el resultado sea una crema suave.
Lo siguiente es pasar el gazpacho por un colador fino para que no queden rastros de pieles ni de semillas. Por último se mete en el frigorífico durante un par de horas y al servirlo se puede decorar con unas bolitas de melón en brocheta o incluso con una loncha crujiente de jamón, rememorando el clásico melón con jamón, o de cecina.
Gazpacho de kiwi y manzana
Para esta elaboración necesitaremos, por supuesto, kiwis, pero también manzanas Granny Smith, también conocida simplemente como manzana verde por su color verde luminoso, aunque algunas pueden tener la piel rosada.
Además también serán necesarios la miga de un pan de molde, limón, vinagre de sidra, aceite macerado con unas cuantas avellanas y un poco de azúcar.
Después de pelar los kiwis se cortan en rodajas, se pelan las manzanas, se les quitan las pepitas y se rocían con zumo de limón para evitar su oxidación. A todo ello se añade la miga del pan empapada en el vinagre y dentro de un recipiente cerrado se introduce en la nevera durante al menos seis horas.
Una vez fuera de la nevera se introduce la mezcla en el vaso de la batidora, se añade el aceite y se bate poniendo el agua que se considere necesaria para lograr la consistencia deseada y añadiendo una pizca de azúcar al gusto de cada cual. Se vuelve a guardar en el frigorífico durante una hora, se sirve y se disfruta.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.