Uno de los alimentos que caracterizan la gastronomía en España es el famoso jamón ibérico. Actualmente, tenemos diferentes opciones para consumirlo, ya sea envasado o adquiriendo la pata de jamón serrano, si somos de los que comen mucho jamón. El problema viene, al igual que en muchos otros alimentos, cuando empieza a deteriorarse después de pasar un tiempo abierto. En el caso del jamón, podemos encontrar que, pasados unos días, se reseca o incluso puede llegar a estropearse, algo que podemos evitar siguiendo una serie de consejos.
Aunque el jamón curado puede aguantar mucho tiempo sin ponerse malo, sí es posible que notemos que se queda más seco que al principio, algo que puede llegar a estropear la pieza, provocando que la superficie del jamón se ponga dura o salada. En este sentido, desde el blog de Jamón Puro Bellota explican cómo debemos conservarlo adecuadamente para que mantenga todas sus propiedades.
Si ya hemos abierto el jamón
Para conservar correctamente y durante más tiempo el jamón una vez abierto, es importante, según señalan, tener en cuenta una serie de factores, como la temperatura ambiente o la humedad. Recomiendan consumir el jamón en un máximo de un mes, aproximadamente, aunque el jamón puede durar hasta varios meses si lo almacenamos en un lugar fresco y seco. En el caso, del jamón envasado, podrá aguantar cerrado hasta seis meses en buen estado, pero solo ocho semanas y si lo hemos abierto y lo conservamos adecuadamente. Durante ese tiempo, hay pasos que deberemos seguir para mejorar su conservación.
Lo primero será sacarlo cuanto antes de su envase, ya que es un producto que necesita respirar, por lo que es recomendable no tardar demasiado en ponerlo en el portajamones.
La parte de la pieza por donde hemos cortado es la que queda expuesta al aire, y es la que se verá principalmente afectada por las condiciones ambientales. Por ello, es importante evitar colocar el jamón cerca de fuentes de calor y rayos de luz directos, en su lugar, será aconsejable situarlo en un lugar fresco y oscuro siempre que sea posible.
Para evitar que se seque, podemos utilizar el tocino del jamón, ya que es un buen protector de la carne y ayudará a conservarla. De esta forma, lo mejor será evitar cortar más de lo necesario cuando cortemos las lonchas, y utilizar la grasa del propio jamón para protegerlo. Así, los lípidos ayudarán a que el jamón conserve un alto grado de humedad y no pierda su inconfundible sabor. Podemos rascar un poco de tocino del lateral de la pieza y extenderlo por la zona del jamón que ha quedado expuesta. Debemos tener cuidado y solo utilizar el tocino blanco, no la parte amarillenta, o afectará al sabor.
Seguidamente, lo recomendable será envolver la pieza del jamón con film transparente, excepto si hace calor, o podríamos alterar las condiciones organolépticas, según indican, y deberemos acordarnos de cambiarlo periódicamente. Después podremos taparlo conun trapo de algodón fino y ligero,para protegerlo de la exposición a la luz solar y la humedad, así como otros agentes dañinos, permitiendo que se mantenga oxigenado.
En caso de que preveamos que no vamos a poder consumir todo el jamón antes de que se eche a perder, podemosenvasar al vacío la pata de jamón o una vez loncheado al completo, lo que permitirá conservar el olor y el sabor de mejor manera durante años. Deberemos evitar ponerle aceite, o alteraremos también el sabor.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.