¿Cómo hacer huesos de santo?

Se acerca el Día de Todos los Santos y, como muchas de las festividades que celebramos, tiene varios dulces típicos. Entre ellos encontramos los huesos de santo. Están elaborados con mazapán y, aunque el relleno tradicional es el dulce de yema, hoy podemos encontrarlos con un gran número de rellenos: chocolate, trufa, cabello de ángel, mermelada de fruta…

Podemos encontrar muchas recetas para elaborar en casa unos huesos de santo de forma tradicional. Aquí te dejamos una receta para que los puedas hacer.

Para elaborar entre 20 y 25 unidades, vamos a necesitar 250 gramos de almendra molida, 200 gramos de azúcar y 75-100 ml de agua para hacer el mazapán. Y para el dulce de yema, necesitaremos 4 yemas de huevo, 100 gramos de azúcar y 50 ml de agua. Después, para el glaseado final que llevan, necesitaremos azúcar glass y agua.

Lo primero, el mazapán

Comenzaremos preparando el mazapán. En un cazo, pondremos el azúcar y el agua. Removemos mientras se calienta el agua para diluir el azúcar y, cuando hierva, lo dejaremos un minuto y lo retiramos del fuego. Este almíbar lo iremos añadiendo poco a la almendra molida, removiendo bien, hasta que consigamos una pasta manejable. Haremos una bola con ella y la dejaremos reposar durante dos horas.   

Una vez frío, espolvoreamos azúcar glass en la encimera y extendemos el mazapán hasta que tenga un grosor de unos tres milímetros. Con una brocheta, marcamos las líneas típicas de este dulce y cortamos unos rectángulos de unos seis centímetros de alto. Para darles la forma, los enrollamos en el palo de una cuchara de madera. Presionamos ligeramente en la unión de los dos bordes y dejamos que se sequen los canutillos durante unas horas.

Dulce de yema

Para preparar la crema de yema., comenzamos batiendo las yemas y reservamos. Por otro lado, preparamos de nuevo un almíbar con el agua y el azúcar. Cocinamos el almíbar durante unos 5 minutos y lo retiramos del fuego. Añadimos, poco a poco, mientras integramos con una varilla, el almíbar a las yemas. Es importante que este proceso lo hagamos con cuidado para que las yemas no lleguen a cuajarse.

Colocamos la mezcla en un bol y lo ponemos al baño maría, removiendo casi sin parar, hasta que se haya espesado. Este proceso nos llevará unos 30 minutos. Debe quedar una pasta espesa para que nos permita rellenar los huesos de santo. La dejaremos enfriar a temperatura ambiente antes de guardarla en la nevera para que se enfríe bien.

Para terminar nuestros huesos de santo, necesitaremos una manga pastelera de boquilla muy pequeña para rellenar los huesos con el dulce de yema. El toque final es el glaseado que llevan, que es azúcar glass y agua, y vamos metiendo en este baño cada canutillo. Los dejaremos escurrir en una rejilla hasta que se sequen. Y ya podemos disfrutar de unos huesos de santo caseros.