Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Miércoles 12 de enero de 2022
ACTUALIZADO : Miércoles 12 de enero de 2022 a las 14:12 H
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Las anchoas son uno de los pescados azules más sabrosos que podemos encontrar en la pescadería. Las anchoas casi no tienen hidratos de carbono y cuentan con numerosas vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D y K,. Asimismo, es fuente de minerales como el sodio, potasio, magnesio, hierro, fósforo y calcio. Y son ricas en proteínas. Y para que puedas disfrutar de ellas, te proponemos algunas recetas.
Para elaborar esta receta, necesitaremos medio kilo de anchoas frescas y 400 ml de vinagre de vino blanco, además de sal, aceite de oliva, ajo y perejil. Lo primero, debemos limpiar bien el pescado, retirando la cabeza, tripas y espinas, sumergiéndolo en agua con hielo durante unos minutos para limpiarlo bien. Después las secamos y las ponemos en una bandeja, las ponemos sal y el vinagre, hasta que cubra todas las anchoas.
Debemos dejarlas marinar durante cuatro o cinco horas. Si las queremos dejar de un día para otro, debemos rebajar la cantidad de vinagre con agua para que no estén tan fuertes ni se endurezca la carne de las anchoas.
Pasado el tiempo, escurrimos las anchoas y las ponemos en un plato, añadimos ajo y perejil muy picados y un buen chorro de aceite de oliva.
En este punto, podemos cambiar el ajo y el perejil por otro aliño que nos guste, como zumo de limón, pimienta negra, etc.
Limpiamos las anchoas y las maceramos durante una hora en un aliño que haremos con ajo, laurel y zumo de limón. Pasado el tiempo de maceración, preparamos la tempura con harina especial y agua muy fría, siguiendo las instrucciones del paquete de harina. Freímos las anchoas en abundante aceite hasta que estén doradas, que las sacamos a un plato con papel de cocina para quitar el exceso de grasa. Las podemos acompañar de cebolla confitada, con salsa mayonesa casera o de un recipiente pequeño con salsa de soja.
Una opción muy sencilla es hacer este sencillo rebozado a la andaluza, cuyo secreto está en usar harina de garbanzo en lugar de harina de trigo.
Una vez limpio el pescado, le penemos sal y enharinamos las anchoas con harina de garbanzo. Lo freímos en abundante aceite de oliva hasta que el pescado esté dorado. En este punto, lo sacamos a un plato cubierto con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Se puede acompañar a la mesa de un poco de mayonesa.
Una tosta de escalibada coronada con unas anchoas del Cantábrico en aceite ¿se puede pedir más? Lo primero que vamos a hacer es asar las verduras: pimiento rojo, cebolla, tomate y berenjena. Las lavamos bien y las ponemos en el horno, a 180ºC con un chorrito de aceite.
Una vez asadas y frías, las cortamos en tiras y las aliñamos con unas gotas de vinagre y de aceite. Necesitamos una rebanada de un buen pan rústico, que tostaremos. Sobre ella colocaremos un poco de escalivada que coronaremos con unos filetes de anchoa en conserva.
El anisakis es un parásito que puede encontrarse en el pescado y produce problemas digestivos o alérgicos. Para evitar cualquier intoxicación por anisakis, lo mejor es congelar las anchoas antes de marinarlas siempre que se vayan a comer sin cocinar, por lo menos, durante 48 horas a una temperatura inferior a -20º centígrados.