No hay que darle vueltas, cada temporada tiene sus productos estrella y hay que aprovecharlos en nuestras cocinas. Hablamos del producto que está en su óptimo de maduración y con el que en cada momento podemos llenar la cesta de la compra al mejor precio. Todo son ventajas, no podemos dejarlo escapar.
¿Qué nos trae el invierno como productos de temporada? Por lo que a las verduras y hortalizas se refiere, el invierno es la época ideal para disfrutar cocinando y degustando acelgas, alcachofas, berenjenas, cardo, coliflor, endibia, escarola, espinacas, guisantes, lombarda, remolacha y repollo.
La alcachofa es otra gran aliada de nuestra salud, conocida científicamente como Cynara scolymus, es una planta de cultivo que procede del este de África, aunque con el paso del tiempo y debido a su popularidad se ha extendido por el Mediterráneo oriental y algunos países de Europa que disfrutan de un clima templado como España. Su fruto es una de las verduras más consumidas en nuestro país, muy llamativa debido a la forma de cápsula que luce y que, a su vez, protege una única semilla situada en la parte central.
Por lo que a las acelgas se refiere, entre sus muchas virtudes está la de prevenir las hemorroides porque son ricas y ayudan a ablandar las heces.
En una dieta saludable, sobre todo en el caso de los mayores, la presencia de verduras en el plato debe ser algo primordial. Unos alimentos frescos que son todo un cóctel de lo más sano para ayudar a los comensales. Y dentro de este grupo nutricional no se puede olvidar esa coliflor que en algunas ocasiones queda relegada a un segundo plano por el olor que deja en la cocina cuando se prepara. Sin embargo, esto no es excusa para no incluir dicha hortaliza como parte de nuestras recetas semanales.
La escarola es un ingrediente muy común en las ensaladas de invierno y su sabor amargo le da un toque que combina a la perfección con salsas fuertes o vinagretas. Sus mejores aliados son el ajo y la cebolla y las frutas como la granada, la manzana, la naranja o el kiwi.
En ensaladas, batidos o como guarnición, pero crudas si queremos conservar todas sus propiedades, tal y como han demostrado recientes investigaciones de la Universidad sueca de Linköping, las espinacas poseen un nutriente muy beneficioso para nuestro sistema cardiovascular llamado luteína que nos ayuda a mantener en buen estado nuestras arterias.
También es la temporada del guisante fresco que como todas las leguminosas, además de ser una buena fuente de fibra, proteína y minerales es beneficioso para la tierra, ya que fija el nitrógeno en el suelo y produce nitratos.
La temporada de la lombarda va desde el invierno y los inicios de la primavera, aunque es un alimento que podemos encontrar durante todo el año en el mercado. La lombarda o col morada es una hortaliza que forma parte de la gran familia de las crucíferas, que cuenta con más de 3.000 especies. Esta verdura destaca por su color, que oscila entre azules y violáceos, matices que vienen determinados por el suelo en el que se cultiva. Destaca por su sabor dulzón y es ideal para acompañar carnes o tomar cruda en ensaladas.
No es que sea una de las verduras más populares por su peculiar sabor y ese ese olor que desprenden al cocerlas o los gases posteriores asociados a su consumo, sin embargo, si no las incluimos como parte de nuestra dieta habitual, estamos privándonos de la gran cantidad de nutrientes que tienen las coles de Bruselas, muy beneficiosos para la salud de nuestro organismo y que hoy os descubrimos.
Por último, aunque el gazpacho es el plato estrella del verano. también se puede preparar en invierno si es con remolacha, una receta tan versátil que admite muchas versiones. Un plato que llama la atención por su color y su intenso sabor.
La base de este gazpacho sigue siendo el tomate maduro, del que necesitaremos medio kilo. De remolacha podemos añadir cruda o cocida 250 gramos y necesitaremos también un diente además de 50 gramos de pepino, agua fría, aceite de oliva, vinagre de Jerez y sal.
Lo primero que debemos hacer es lavar muy bien todas las verduras, pelando la remolacha y el pepino y cortándola toda en trozos. Después ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y los trituraremos todo a la máxima potencia durante tres o cuatro minutos. Y aquí lo dejaremos tan líquido como nos guste, añadiendo agua hasta dejarlo a nuestro gusto. Una vez triturado podemos añadimos algún cubito de hielo y así lo hacemos un poco más líquido y lo vamos enfriando. Una vez triturado todo, lo dejamos enfriar en la nevera dos o tres horas y listo.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.