El Camino de Santiago Mozárabe, también llamado Camino de Santiago Sanabrés, está constituido por un conjunto de vías de comunicación históricas del sur y el centro de la península que adquirieron especial relevancia durante la Edad Media puesto que unían los importantes puertos de andaluces con las grandes ciudades del interior.
Los caminos más meridionales nacen de Almería y junto a ella unen a Granada, Málaga y Córdoba con Mérida donde continúan el camino por la Ruta Jacobea de la Vía de la Plata.
Hablamos de rutas históricas de peregrinación jacobea, en la actualidad el tramo entre Almería y Mérida es otro de los trazados en los que se está poniendo más empeño a la hora de desarrollar actividades de recuperación. De hecho, todo el recorrido entre Almería y Granada está señalizado y dispone de infraestructura para la peregrinación.
Como queda dicho esta Ruta Mozárabe del Camino de Santiago nace en Almería, a 1.219 kilómetros de Santiago de Compostela. Esta parte almeriense de la Ruta consta de cuatro etapas: de Almería a Santa Fe de Mondujar pasando por Péchina, Benahadux, Gador; de Santa Fe de Mondujar a Albodoluy; de Albodoluy a Abla pasando por Nacimiento y las Tres Villas; y de Abla a Huéneja, primera estación de la parte granadina de este Camino, pasando por Fiñana.
Gastronomía almeriense
Cuatro etapas en las que bien vendría recuperar fuerzas con cuatro de los más típicos platos de la gastronomía almeriense de cuyo nivel da medida el hecho de que fuese designada en 2019 Capital Gastronómica de España.
De hecho, Almería produce más de 3 millones de toneladas de frutas y verduras, gracias a sus 29.000 hectáreas de invernaderos, el famoso “milagro de Almería” o “mar de plástico almeriense”. Una impresionante capacidad de producción es compatible conel desarrollo de políticas de sostenibilidad y una investigación rigurosa en la búsqueda de la excelencia en sus productos de la tierra.
Pero además no hay que olvidar que Almería también tiene mar que los pescados y mariscos que cada día recogen los pescadores almerienses del Mar de Alborán, cada tarde se subastan en las cinco lonjas de la provincia. Langostas, bogavantes, quisquillas, cigalas, loritos,o su famosa y cotizada gamba roja de la Garrucha son algunos de los productos que luego podremos degustar en las barras y mesas de Almería.
Etapa 1: Almería - Santa Fe de Mondujar
Antes de comenzar este Camino es imprescindible para el viajero visitar Almería porque la capital andaluza goza de una gran riqueza cultural, es una ciudad fascinante. La espléndida Catedral de la Encarnación presenta tres naves de la misma altura y tres capillas, situadas en la cabecera y girola, conformando una planta de forma rectangular. La alcazaba, castillo y murallas del Cerro de San Cristóbal, uno de los conjuntos monumentales y arqueológicos andalusíes más importantes de la península.
Conviene también rendir visita al Cañillo del agua de Puerta Purchena que desde 1806, uno de los símbolos de la ciudad que han conocido todas las generaciones de almerienses y a los teatros Apolo, construido en1881 sobre el solar que había ocupado con anterioridad el Teatro Calderón y Cervantes cuya construcción fue 1886 a 1921.
De Almería a Pechina hay 18 kilómetros, se trata de una localidad con una pedanía en la que se puede disfrutar de los baños de Sierra Alhamilla que ya tenían fama entre los fenicios y los romanos.
Posteriormente se pasa por Benahadux, a menos de cuatro kilómetros de Pechina, allí se encuentra la zona arqueológica de El Chuche que estuvo ocupada desde la Edad del Bronce hasta el período tardorromano.
Cinco kilómetros más adelante llegamos a Gádor conocido desde hace generaciones como 'el Pueblo de la naranja' debido a sus enormes extensiones de naranjos a ambos márgenes del río Andara. Allí, antes de partir a Santa Fe de Mondujar conviene visitar la Iglesia de Santa María que fue construida en 1780, el Cortijo de Cuatro Torres, el yacimiento arqueológico de Castillejo y la Fuente de los Partidores.
Ajo Colorao
Para recuperar las fuerzas perdidas en esta primera etapa podemos degustar un plato de Ajo Colorao. Se trata de un plato muy típico en el sureste de Almería, una crema de patata y tomate en la que, sin embargo, los protagonistas son el pimiento seco y el pimentón.
En una olla se ponen al fuego tres litros de agua. Cuando rompa a hervir, se introduce un kilo de patatas peladas, dos pimientos secos y dos tomates. Se sala y se deja hervir hasta que la patata esté bien cocida.
En una olla se ponen al fuego tres litros de agua y cuando rompe a hervir se introduce un kilo de patatas, dos pimientos secos y dos tomates. Se sala y se deja hervir hasta que la patata esté bien cocida.
Mientras, ve preparando un majado poniendo en el mortero comino, tres dientes de ajo, azafrán y una ñora que se machacarán hasta conseguir una pasta.
Después se saca la patata, el tomate y los pimientos cocidos a un bol, pero sin desechar el agua de la cocción que la usarás más adelante, y se trituran bien.
Se añade el majado se incorpora el pimentón y un cazo de agua de la cocción y se mezcla todo ajustando la textura deseada con el agua de cocción añadida muy poquito a poco. Una delicia que se puede servir tibio o frío.
Etapa 2: Santa Fe de Mondujar - Albodoluy
En Santa Fe de Mondujar, alrededor del 3300 a.C, en el período de la Edad del Cobre se constituyó el asentamiento prehistórico de Los Millares. Se trata de un poblado de casas circulares fortificado con una muralla y una gran necrópolis de sepulcros colectivos en el que los romanos construyeron una torre vigía para guardar la calzada que iba de Guadix a Pechina.
También conviene visitar en Santa Fe de Mondujar la Iglasia parroquial Virgen del Rosario que fue construida en el siglo XVI, la Torre Nazaró del siglo XIII, el mismo en el que se construyo la Ermita de la Cruz, el Palacio de los Marqueses de Torre Alta y el Puente antiguo de Santa Fe.
De Santa Fe de Mondujar se va a Albodoluy que está a poco más de 16 kilómetros, en la comarca de la Alpujarra Almeriense, dentro del parque natural de Sierra Nevada.
Una vez allí hay que rendir visita a la Iglesia de San Juan Bautista, una construcción de estilo neoclásico construida entre 1792 y 1806 que tiene una planta de cruz latina, los brazos del transepto y una torre adosada.
La nave tiene bóveda de medio cañón apoyada sobre arcos fajones que se prolonga, pasada la cornisa, hasta el suelo y en el crucero se encuentra una cúpula apoyada sobre pecinas. Cuenta con capillas laterales comunicadas entre sí que se abren a la nave mediante arcos de medio punto apoyados en gruesos pilares con moldura plana que señala la línea de imposta.
Su exterior está formado por muros de mampostería combinados con ladrillo aunque dichos materiales están ocultos por un enlucido posterior de cal. Su puerta principal es adintelada, coronada por un frontón y enmarcada por dos fajas verticales y la torre cuenta con un vano de medio punto en cada lateral del cuerpo de campanas y tejado a cuatro aguas.
Chérigan
Y después de este recorrido es el momento de comerse un delicioso Chérigan, posiblemente la tapa más típica y emblemática de Almería que consistente en una una deliciosa rebanada de pan tostada que se unta de alioli (algunos prefieren hacerlo con tomate) y a la que se añaden los más diversos ingredientes como atún, queso, tortilla, tomate, jamón serrano, jamón cocido, caballa, pimientos, huevo de codorniz...
Su curioso nombre es una deformación del inglés sheriff gun, " la pistola del sheriff', debido a la forma alargada que presenta este bocado que inventó el cocinero de un restaurante, algunos sostienen que fue el del popular Café Colón de Almería, al que apodaban el Sheriff, quizá por su carácter, en algún momento de la década de los 50 o más probablemente de los 60, en plena efervescencia de la industria del cine surgida en Almería durante aquellos años.
Etapa 3: Albodoluy - Abla
Al dejar Albodoluy nos dirijimos a Nacimiento que está a 15 kilómetros de distancia. Nacimiento está atravesado por el río del mismo nombre que se une al río Andarax al llegar a Alhabia. Su historia va ligada a los avatares de la Alpujarra y Níjar.
Esta localidad conoció su mayor esplendor durante el siglo XIX y principios del XX gracias a la popularidad que alcanzó la uva de mesa almeriense. Esta bonanza en el cultivo del viñedo fomentó un crecimiento considerable cuya máxima expresión fueron sus numerosos cortijos necesarios para la realización de las faenas propias del cultivo de la vid.
En Nacimiento es importante visitar la Iglesia de Nuestra Señora De Las Angustias, de estilo barroco y que data del siglo XVIII, la Capilla de la Cruz de Mayo construida en el siglo XVI y los Abrigos del Peñón de la Virgen, cinco conjuntos de pinturas rupestres esquemáticas realizadas sobre las paredes rocosas de un cerro.
12 kilómetros separan Nacimiento de Las Tres Villas, en en la parte occidental de la comarca almeriense de Los Filabres-Tabernas. Su nombre fue aprobado en 1976 y hace referencia a las tres villas que conforman el municipio: Doña María, Escúllar y Ocaña.
Entre los monumentos y edificios históricos más señalados de la localidad destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación, en Doña María, que se empezó a construir a finales del siglo XVIII según planta trazada por el arquitecto Santiago Ferro.
En Escúllar se encuentra la Iglesia de la Inmaculada Concepción, construida igualmente en el siglo XVIII y que se encuadra en la arquitectura típica de Los Filabres-Tabernas. Y en Ocaña se encuentra la Iglesia de San Bernardo, también del XVIII.
Por otra parte, el Puente sobre la rambla de Escúllar es un Bien de Interés Cultural, situado entre las estaciones de estaciones de Doña María-Ocaña y la de Abla
En Las Tres Villas están también los grabados rupestres de Piedras Blancas, declarados Bien de Interés Cultural en 1985. Se encuentran en la vertiente sur de la Sierra de los Filabres, cerca de Escúllar. Se trata de la representación de la figura completa de un caballo, en perfil absoluto y con una posición ligeramente ascendente, de atrás hacia delante. Sus convencionalismos los sitúan en pleno Paleolítico Superior y se puede encuadrar en la etapa solutrense. Se trata de una de las escasas manifestaciones de arte rupestre paleolítico al aire libre en el sur peninsular.
Gurullos con conejo
Y antes de tomar camino para Abla se pueden reponer fuerzas saboreando unos Gurullos con conejo.
Los gurullos son una pasta elaborada a partir de harina de trigo, agua y azafrán, de forma ahusada y más o menos un centímetro de longitud, que se utiliza en numerosas recetas de las cocinas típicas de la cocina almeriense,
Se elaboran tradicionalmente a mano, tomando pequeños pellizcos de masa y amasándolos entre las palmas de las manos, para darles forma de granos de arroz.
Tradicionalmente sus ingredientes son los siguientes: Aceite de oliva, dos pimientos secos, cuatro dientes de ajo, dos alcachofas, agua, harina, medio conejo, sal, dos tomates grandes lavados y pelados, una cebolla grande, una taza de pimiento verde picado, una patata grande, cuatro puñados de gurullos a razón de un puñado para dos personas, una taza de alubias cocidas, una taza de garbanzos cocidos, un sobre de colorante y tres pimientos de piquillo.
Etapa 4: Abla - Huéneja (Granada)
En Abla comienza la cuarta y última etapa del Camino de Santiago Mozárabe. Esta puerta de la Alpujarra almeriense se extiende a lo largo de una franja que va desde las estribaciones de Sierra Nevada al al sur, hacia la Sierra de los Filabres al norte. Parte de su territorio se encuentra protegido por el parque natural de Sierra Nevada.
En Abla, el visitante no debe dejar de conocer el yacimiento arqueológico del Peñón de las Juntas perteneciente a la Cultura de Los Millares que se desarrolló en el sureste de España durante la Edad del Cobre, en concreto, se puede adscribir a las etapas del Cobre Antiguo y Pleno, entre 2500 y 2000 a. C.
El yacimiento consta de dos zonas, el poblado que ocupa gran parte del Peñón de las Juntas se ubica en un espolón rocoso y presenta estructuras que se realizaron con lajas de pizarra. La segunda zona es la de la Necrópolis de Los Milanes que está constituida por una agrupación de tumbas colectivas, de tipo tholos y que se localiza en un promontorio frente al poblado.
También merece ser visitada el Mausoleo romano, una torre funeraria de finales del siglo II, que se erige como el testimonio romano más importante de la localidad que ya fue mencionada en el itinerario de Antonino a finales del siglo II como parada de viajeros en la importante vía o calzada que unía a Cásulo (Linares) con Málaga.
Se trata de un sencillo edificio de planta cuadrada de 4,8 metros de lado levantado sobre un zócalo de pizarra y construido con en 'opus ceementicium', un material formado con cal, arena y agua, que logra una dureza semejante al hormigón actual y que ha permitido su conservación a pesar del abandono sufrido. Es un edificio que albergaría la tumba de un importante ciudadano local.
Desde habla partimos hacia la última parada del Camino en tierras almerienses antes de entrar en las granadinas y alcanzar la localidad de Huéneja. Esa parada es Fiñana, una ciudad fundada por los romanos, para controlar el camino entre Almería, Guadix y Granada que más tarde se integró en el Reino Nazaría de Granada hasta que en 1489 los Reyes Católicos pernoctaron en la villa que pasó a formar parte de la corona de Castilla.
Todo ello motiva que haya dos Fiñanas, la árabe con enrevesadas calles y abalconamientos al valle, y la cristiana tacheada de edificios religiosos.
En la zona árabe nos encontramos con la Alcazaba que fue construida en el siglo X; con un un aljibe de abastecimiento de agua para la población; y con la Fortaleza Vieja o Mora que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949.
En la zona cristiana a tenemos el Castillo y la Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, antigua mezquita de Fiñanas. La primera referencia a este edificio, aparece fechada en 1505 citada por fray Pedro de Deza ya como templo católico. Hoy en día es el único conjunto almohade peninsular que, a pesar del paso del tiempo conserva el oratorio con su quibla y parte de la decoración que adornaba la portada del mihrab, constituyendo el edificio más completo de todos los conservados de aquella época en la península.
Patatas en ajopollo
Y por último, antes de abandonar la provincia almeriense no puede dejar de probarse las tradicionales patatas en ajopoyo.
El ajopollo es una salsa que se hace machacando en un mortero aceite de oliva, ajo majado, pan frito remojado en vinagre y almendras previamente fritas. Es parecida al ajoblanco, aunque a diferencia de aquel, se utiliza como aliño y ser sirve caliente.
Las patatas se cortan en dados de un par de centímetros que se hierven en una cazuela de agua con laurel, perejil, pimienta y azafrán. Después se añade un huevo escalfado y se sirve con el ajopollo escalfado recién hecho.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.