Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Lunes 9 de enero de 2023
ACTUALIZADO : Lunes 9 de enero de 2023 a las 17:02 H
3 minutos
El flamenquín es un plato típico de la gastronomía cordobesa. Y, aunque la receta se he extendido por toda España y existen muchas versiones con distintos ingredientes, nos vamos a quedar con la receta más tradicional.
Aunque la autoría de esta delicia culinaria se la atribuyen distintos pueblos y ciudades andaluzas, vamos a marcar el origen de este plato en el valle del Guadalquivir, donde es compartida la misma receta de los flamenquines. Vamos a comenzar con los ingredientes que necesitamos para elaborarlos: filetes de lomo de cerdo, unas lonchas de jamón serrano, huevos, harina y pan rallado para empanar los flamenquines, sal y aceite de oliva para freírlos.
La receta tradicional no emplea queso, pero puedes usar unas lonchas de queso para acompañar al jamón serrano en el relleno. Quedan más jugosos. También podemos añadir al pan rallado un poco de ajo y perejil picado, que le da un toque distinto al rebozado final.
Los primero que vamos a hacer es extender los filetes de lomo de cerdo sobre una tabla y golpéalos con un mazo o similar para que se ablanden y queden muy estirados.
Después cubrimos cada filete con una loncha de jamón serrano, de tal manera que esta no sobresalga.
Procedemos a enrollar bien cada filete de lomo, apretando bien para que no se deshaga el rollito. Si tenemos dificultad, podemos emplear un palillo para cerrarlo bien.
El siguiente paso es rebozarlos bien. Primero los pasamos por harina y los sacudimos un poco para retirar el exceso. Después los bañamos en huevo batido y, por último, los pasamos por el pan rallado. Si nos gusta un rebozado más gordito, podemos volver a pasar por el huevo y de nuevo por el pan rallado.
En este punto, solo falta freírlos. Calentaremos abundante aceite en una sartén, pero sin que humee y freiremos los flamenquines unos tres minutos por cada lado hasta que estén dorados. Los retiraremos a una fuente cubierta con papel de cocina para quitar el exceso de aceite que hayan podido coger. Y ya los tenemos listos para servir.
Debido a su popularidad, existen muchas variaciones del flamenquín tradicional, con una elaboración mucho más sencilla. Una variante común es sustituir el lomo por jamón de york o por filetes de pollo. El jamón serrano también puede cambiarse por otros rellenos, como queso, pimientos asados, cecina, etc.
A la hora de servirlo en la mesa, se puede servir entero con sus entre 15 y 20 centímetros de largo o bien cortado en trozos. Y se suele acompañar de patatas y mayonesa o de ensalada de tomate.