Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Miércoles 12 de enero de 2022
ACTUALIZADO : Miércoles 12 de enero de 2022 a las 14:17 H
3 minutos
Bajo este nombre tan original se encuentra una de las recetas de aprovechamiento de la cocina tradicional aragonesa y española. Se trata de una receta de nuestras abuelas, con la que aprovechaban las sobras del pan. Hoy en día, podemos encontrar muchas versiones diferentes. Te contamos cómo preparar la receta básica y qué otros ingredientes puedes añadir a los huevos tontos de la abuela, también conocidos como engañamaridos o repápalos.
Si algo tiene esta receta es la sencillez porque se elaboran con pan de días anteriores y con ingredientes muy sencillos que siempre tenemos en casa. Comenzamos precisamente por los ingredientes que necesitamos: 250 gramos de pan de día anteriores, 200 ml de leche, dos dientes de ajo, dos huevos, perejil fresco, sal, pimienta y aceite de oliva.
Lo primero que vamos a hacer es poner en un bol el pan. Podemos rallarlo o cortarlo en trozos muy pequeños desmenuzándolos con las manos. Después, vamos añadiendo la leche poco a poco para que todo el pan se vaya mojando. La cantidad de leche es orientativa porque no tiene que quedar empapado, pero sí hidratado.
Después le pondremos los ajos picados en trozos pequeños y el perejil picadito. Lo siguiente será añadir los huevos batidos, la sal y la pimienta y lo mezclamos todo muy bien para que se integren los alimentos.
Dejamos reposar la mezcla en la nevera durante media hora. Pasado el tiempo, preparamos una sartén con abundante aceite al fuego para freír los huevos tontos. Con la ayuda de dos cucharas, vamos cogiendo porciones pequeñas de la masa y le damos la forma, como si hiciéramos croquetas. Los echamos a la sartén y los freímos hasta que se doren por ambos lados. Los sacamos a un plato con papel absorbente y los servimos calientes.
Con el tiempo, los huevos tontos han ido ganando ingredientes. Por ejemplo, se les puede añadir tacos de jamón serrano, tacos de jamón de york, queso en trozos pequeños, tiras de bacon previamente salteadas, una lata de atún bien escurrido, carne de salchichas también salteada…
Al ser una receta de aprovechamiento, si nos ha quedado pollo asado de una comida, lo podemos añadir a la mezcla antes de dejarla reposar en la nevera. También podemos añadirle carne de cordero o de otro guiso.
Este tipo de elaboración lo podemos encontrar en algunas sopas y cocidos, ya que después de freír, se añaden al caldo. Entonces, se hincha con el caldo y coge todo el sabor del cocido.