Receta: prepara sobaos pasiegos caseros en 7 pasos

El origen de este postre obedece al uso espontáneo de las materias primas comunes en el entorno rural cántabro: mantequilla y harina. Como edulcorante, es poco probable que se utilizase azúcar antes del siglo XIX, pues se trataba de un lujo, así que probablemente no se endulzase la masa o, si acaso, se añadiría algo de miel. Desde 2004 el sobao pasiego posee Indicación Geográfica Protegida. Hoy te enseñamos a preparar unos ricos sobaos pasiegos en tan solo 7 pasos. Verás que se trata de una receta muy sencilla, pero muy sabrosa.

Ingredientes

250 g de harina de trigo especial repostería 
250 g de mantequilla
200 g de azúcar blanquilla
3 huevos camperos XL frescos a temperatura ambiente
1 sobre de levadura Royal
Ralladura de un limón
Sal (una pizca generosa, unos 4 gramos)

Receta

1 Añadimos en un bol la mantequilla a punto de pomada y el azúcar. Lo batimos todo con unas varillas eléctricas hasta obtener una crema.

2 Agregamos los huevos, uno a uno, a la crema que hemos hecho y mezclamos bien tras echar cada uno de los huevos. Luego, batimos la mezcla durante 5 minutos para que sea más esponjosa y tenga más volumen.

3 Echamos la ralladura de limón y la mitad de la harina (hay que tamizarla previamente) y lo mezclamos todo bien.

4 Añadimos la sal, el sobre de levadura y el resto de la harina. Volvemos a mezclar bien. Como la masa se volverá muy densa, recomendamos utilizar una pala mezcladora si tenemos robot de cocina o, en su defecto, una varilla eléctrica.

5 Cogemos una manga pastelera y la rellenamos con la mezcla. Con cuidado, vamos añadiendo un poco de masa en cada molde. Podemos utilizar perfectamente moldes de magdalenas. Recomendamos no añadir demasiada masa en los moldes porque luego suben en el horno.

6 Horneamos a 175° durante 30 minutos (los últimos 5 minutos con ventilador para que se doren uniformemente). Recuerda que los hornos son todo un mundo; cada cual conoce mejor que nadie el suyo. Es importante que no nos pasemos de cocción porque, si no, se nos quedarán secos. Podemos comprobar cómo está la masa con un palillo.

7 Retiramos los sobaos y los dejamos enfriar sobre una rejilla. Es muy difícil resistirse a la tentación de probar uno, aunque todavía esté caliente, pero es lo mejor porque, una vez fríos, ¡están deliciosos!