Santoña celebra la Feria de la Anchoa con homenaje a las mujeres conserveras

La XXIV Feria de la Anchoa y de la Conserva de Cantabria volverá de nuevo a Santoña del 28 al 30 de abril con 18 expositores y un extenso programa que incluirá talleres de cocina y de elaboración, degustaciones y actuaciones musicales, y en el que se rendirá homenaje a las trabajadoras del sector conservero.

A un año de cumplir un cuarto de década ensalzando el valor del sector conservero de Cantabria, el Ayuntamiento de Santoña solicitará en los próximos días al Gobierno de Cantabria que se declare la Feria de la Anchoa como Fiesta de Interés Turístico.

Así lo ha señalado el alcalde, Sergio Abascal, durante la presentación de esta nueva edición de la feria, en la que también han participado el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, y el presidente de la cofradía de la Anchoa de Cantabria, Tino San Pedro.

 

 

La actividad comenzará el 28 de abril, al mediodía, con la inauguración de la feria, para continuar con un programa de radio en directo y la actuación del Coro Virgen del Puerto.

Desde las 14.30 hasta las 17 horas se celebrará la ruta de tapas 'Tapea y come por Santoña' y a las 19 horas se realizará una demostración de cocina marinera de la mano de Agustín Martínez Povedano, cocinero del barco Ermita Pilar y ganador del concurso 'cocinero Abordo' de las dos últimas ediciones organizadas por la Cofradía de Pescadores de Santoña.

El sábado 29, la feria volverá a abrir sus puertas a las 10 horas y media hora después tendrá lugar otro programa de radio en directo, seguido de un desfile de cofradías gastronómicas.

A continuación, se celebrará el 26º Cabildo de la Cofradía de la Anchoa, al que acudirán 36 cofradías gastronómicas y del que Guillermo Blanco será Cofrade de Mérito, junto a otras personas.

 

 

A las 13 y a las 19 horas habrá un taller sobre el 'Proceso de elaboración de la anchoa' en el que se realizará una demostración del proceso de sobado de este alimento. Y desde las 14.30 hasta las 17 horas, volverá 'Tapea y come por Santoña'.

A las 19.30 horas, el cocinero Antonio Vicente llevará a cabo una exhibición bajo el nombre de 'Cocina con anchoa compartir tradición y creatividad'. La jornada finalizará con la actuación de la Coral Portus Victoriae.

El día 30 se realizará una cata de anchoa para dar con el ganador del concurso 'Anchoa seleccionada 2023', que se desvelará a las 13.30 horas. Y a las 13 horas, tendrá lugar un homenaje a las mujeres conserveras jubiladas a lo largo del año 2022. Asimismo, a las 12.30 horas se celebrará otro taller sobre el proceso de elaboración de la anchoa.

Además, desde este viernes hasta el 30 de abril, se llevará a cabo la I Ruta de la Gilda de Santoña, con la que se pretende dinamizar la hostelería local. Esta iniciativa está basada en el emblemático y famoso pincho denominado 'gilda', en honor a la actriz Rita Hayworht y su icónico personaje cinematográfico.

 

 

Por otro lado, en los centros escolares de Santoña se realizarán diferentes talleres bajo el lema 'Conoce la anchoa, siente la anchoa', con los que se pretende acercar a los niños a la riqueza del mar Cantábrico y de las capturas de pesca.

Según ha explicado Blanco, durante la feria se podrá saborear otros productos y variedades que están produciendo en la industria cántabra. "A pesar de los problemas que se atraviesa este año, vamos a volver con ilusión renovada", ha resaltado.

El consejero ha recordado que Cantabria elabora el 80% de la producción nacional de la anchoa, con más de 70 empresas en las que trabajan más de 2.000 personas, la mayoría mujeres, a las que se rendirá homenaje en esta edición.

Por su parte, el alcalde de Santoña ha explicado que el objetivo de la que es "una de las ferias gastronómicas de Cantabria", es el reconocimiento, la puesta en valor y la promoción de dos grandes sectores económicos del municipio, que son el pesquero y el conservero.

Una labor tradicional

El origen de la anchoa cantábrica de Santoña hay que buscarlo en el proceso tradicional de salazón que desde siempre han venido utilizando navegantes y mercaderes, pero un poco más lejos de España, en las costas italianas durante el siglo XIX.

Fue una familia siciliana, los Vella Scatagliota, quienes llevaron el secreto de la anchoa a Cantábria y más concretamente a Santoña. Eligieron esta parte del mar Cantábrico para faenar y producir unos productos que desde allí enviaban a Italia.

Pero pasando el tiempo lo que en principio eran largas temporadas en la esta localidad terminó con la decisión de fijar su residencia en España, algo a lo que sin duda contribuyó el amor que surgió entre uno de los miembros de la familia siciliana, Giovanni, y una santoñesa, Dolores, y que llevó a los protagonistas de esta historia a contraer matrimonio.

 

 

Al principio Giovanni se dedicaba a la captura y salazón del pescado, pero comprendió que para sus clientes era demasiado laborioso desprender las espinas de la anchoa y para facilitar esta tarea contrató a las mujeres del pueblo para que la llevaran a cabo de forma que se pudo conservar el filete de anchoa en salazón sin piel ni espina. 

Había nacido la técnica del sobado a mano a la que, tras intentarlio con diversos productos, siguió el envasado en aceite de oliva, algo que ahorraba costes y que a día de hoy se sigue utilizando.