Se puede tomar como apertivo, de postre, para refrescarnos en las tardes de verano, para disfrutar y llenarnos de energía un día de piscina… y en cualquier momento. Porque si hay una bebida asociada al verano y las vacaciones, esa es la horchata de chufa, una bebida original, sabrosa y saludable.
Nos encantan los bricks de horchata que en estas fechas llenan los lineales de los supermercados. Y no faltarán en nuestra nevera a lo largo del verano. Sin embargo, hacer horchata casera es muy sencillo y, el resultado, merece la pena. Una horchata natural, casera y recién hecha, no tiene nada que ver.
De la cyperus sculentus, o más conocida como chufa, una planta de unos 50 centímetros, se obtienen una gran cantidad de pequeñas raíces en cuyo extremo se forman las chufas. Se pueden comer tal cual, bien secas o bien remojadas, pero sobre todo en horchata, ¿te animas a prepararla?
Ingredientes:
500 gramos de chufas
300 gramos de azúcar
La piel de un limón
1 cucharilla de canela
2,5 litros de agua
Como elaborar la horchata de chufa:
Para hacer una horchata valenciana casera, lo primero que debemos hacer es poner las chufas en remojo, en abundante agua. Deberán pasar al menos dos días (48 horas) en remojo para que se ablanden bien. Así será más sencillo triturarlas.
Es importante que guardemos estas chufas en remojo dentro de la nevera, para evitar que, con el calor, se estropeen o el agua fermente. Además, conviene cambiar el agua dos o tres veces. Renovamos con agua fresquita y así vamos retirando impurezas. ¡No hay que olvidar que las chufas son tubérculos y crecen debajo de la tierra, por lo que es normal que tengan algo de suciedad y tierrecilla!.
Pasado el tiempo de remojo, colamos las chufas.
Saca la piel del limón con cuidado para tomar solo la parte amarilla, que es donde se concentran los aromas y sabores cítricos. Evita la parte blanca de la cáscara, que resulta amarga y podría dar mal sabor a la horchata.
Ahora hay que triturar las chufas junto con agua limpia.
Si dispones de un robot de cocina o una trituradora, será más sencillo. También lo puedes hacer con la batidora de mano, aunque en este caso quizás debas dividir los ingredientes y hacerlo en varias tandas.
Sea como sea, comienza triturando poco a poco, a velocidad más lenta y después vas subiendo de intensidad. Así no sufrirán las cuchillas.
Cuando las chufas ya comiencen a estar un poco deshechas, añade el azúcar, la piel del limón y la canela y sigue triturando hasta obtener un puré, sin grumos ni trozos, muy bien triturado.
Ahora pasamos la mezcla por un chino o, mejor aún, por una malla fina o paño de gasa. Es muy importante apretar bien, con fuerza, para que salga la mayor cantidad de horchata posible. Comienza haciéndolo a mano y, al final, puedes colocar el paño, hecho una bola, sobre un colador, con peso encima, para que sigua escurriendo durante 20 o 30 minutos.
Guarda tu horchata en la nevera hasta el momento de consumir. Es muy importante que esté bien fresquita.
La horchata natural se conserva bien en la nevera durante unos días, hasta una semana como máximo.
Lo tradicional es tomar la horchata con fartons, unos bollos alargados, tiernos y esponjosos, cubiertos de glasa típicos de Alboraya, en Valencia.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.