Ideales para desayunar, pero también para merendar. Los puedes acompañar con un chocolate, un café, una infusión… aunque lo tradicional es tomarlos con horchata de chufa, especialmente en los meses de calor.
Se trata de uno de los dulces más representativos de la gastronomía valenciana, que se toman en toda la comunidad, aunque son típicos de Alboraya. Son unos bollos muy esponjosos y delicados, dulces, pero no en exceso. Y lo mejor de todo, son muy sencillos de hacer en casa. Tan solo debemos tener en cuenta que no hay que tener prisa. Recuerda: el secreto está en los tiempos de reposo para que la masa fermente, crezca y adopte esa esponjosidad tan característica. ¡Toma nota!
Ingredientes: (para cuatro personas o unas 20 unidades)
Para los fartons:
2 huevos
100 grs de azúcar
600 grs de harina de fuerza
100 ml de aceite de girasol (o de oliva, suave)
50 grs de levadura fresca de panadería
100 ml de agua tibia
Sal, media cucharilla
Para el glaseado:
100 grs de azúcar glas
50 ml. de agua tibia
Elaboración de los fartons:
Para hacer estos fartons, lo primero que debemos es preparar la masa. Para ello coloca el agua tibia en un amplio, añade un poco del azúcar y disuelve la levadura, hasta que desaparezca completamente y el agua quede blanquecina. Es muy importante que el agua esté solo tibia. Si estuviera muy caliente, mataría la levadura, que ya no haría su efecto, y si está muy fría, le costaría mucho que la levadura se desarrolle.
Dejamos reposar un rato, unos 10 o 15 minutos.
Por otro lado, tamiza la harina sobre un bol. Tamizar la harina no es más que pasarla por un colador de trama fina o cedazo para que quede más fina y aireada, sin grumos.
Añade la sal sobre la harina y mezcla un poco. Después dale forma de volcán, haciendo un agujero en el interior, como si fuera el cráter del volcán.
Bate ligeramente los huevos y añádelos en el hueco de la harina. Echa también el agua con la levadura, así como el resto del azúcar.
Comienza a mezclar los ingredientes con la ayuda de una lengua de silicona, o de una cuchara, poco a poco. Ve moviendo el interior, donde están los ingredientes húmedos, de tal forma que vayan cogiendo poco a poco la harina. Por último, añade el aceite en forma de chorrito fino sin dejar de remover con la otra mano.
Sigue mezclando hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Cuando ya se pueda manipular, pasa tu masa a la encimera y amasa muy ligeramente, hasta que tenga una textura fina y homogénea.
En ese momento, dale forma de bola y deja que repose dentro de un bol, bien tapado con film transparente o un paño limpio, a temperatura ambiente. Debe descansar unos 30 minutos.
Pasado este tiempo, volvemos a poner la masa sobre la encimera y amasamos durante cinco minutos más. Volvemos a dejar reposar otra media hora exactamente igual, en forma de bola, en un bol cubierto con film o un paño, a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, volvemos a sacar la masa, amasamos un par de minutos y la cortamos en pequeñas porciones. En total, unas 20 bolitas de masa más o menos. Cúbrelas con un paño de cocin y déjalas reposar 10 minutitos, para que la masa pierda tensión y leve de nuevo, un poquito más.
Ahora sí, pasado este tiempo, coge cada bolita de masa y estiralos sobre la encimera, formando una especie de cilindro alargado.
A medida que los vayas teniendo formados, ve colocándolos en la bandeja del horno, cubierta con un papel de horno sulfurizado. Ve colocándolos uno junto a otro, pero sin pegarlos demasiado, para que durante el horneado no haya problemas ni se peguen entre sí.
Cuando los tengas todos, vuelva cubrir con un paño y deja reposar de nuevo. Todos estos tiempos de reposo y espera son imprescindibles para que la masa de los fartons tenga, al final, la textura deseada. Es muy importante no tener prisa a la hora de hacer esta delicia.
Pasado el tiempo, retira el paño y mete los fartons en el horno, que ya debe estar precalentado a 200°C durante 12 o 15 minutos, hasta que veas su superficie dorada.
Sácalos del hrono, pasa los fartons a una rejilla y deja enfriar.
Mientras tanto, prepara el glaseado. Acerca un cazo al fuego con el agua y añade el azúcar glas. Mueve hasta que se disuelva y se forme un almíbar ligero.
Pinta con este glaseado los fartons, y deja que se enfríen por completo.
A la hora de servir, puedes servirlos tal cual o puedes espolvorear un poco más de azúcar glas por encima, como tú prefieras.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.