La zona de Las Vegas y la Alcarria se encuentra al sureste de la Comunidad de Madrid, allí siempre hay mucho que ver y que comer. Esta es la tierra de la Encomienda de Castilla, comandada por la poderosa Orden de Santiago.
Durante la Edad Media, tanto en Castilla como en Aragón, existían las Encomiendas, se trataba de territorios pertenecientes a una orden militar a cuyo frente se encontraba un comendador nombrado por el maestre de alguna de las muchas órdenes de caballería o religiosas. Cada comendador tenía bajo su protección y defensa la "encomienda" recibida en contraprestación de servicios como las rentas de las tierras. Las órdenes con mayores posesiones territoriales en Castilla fueron las de Calatrava, Alcántara y Santiago y a esta última estaban encomendadas estas tierras hoy madrileñas y que fueron cedidas a la orden por el rey Alfonso VIII.
Desde la Comunidad de Madrid se promociona el denominado Road Trip de la Encomienda, un recorrido que llevará al visitante desde Villarejo de Salvanés, cabecera de la Encomienda Mayor de Castilla y sede de la Orden de Santiago, a Valdelaguna, Chinchón, Titulcia y Villaconejos. Una ruta para disfrutar de un rico patrimonio histórico y artístico y de los productos y la gastronomía que el viajero encontrará.
Villarejo de Salvanés
En la comarca de Las Vegas nos encontramos con nuestra siguiente villa de la Comunidad de Madrid, Villarejo de Salvanés. La primera vez que se tiene noticia de esta localidad es en el año 1099 cuando Alfonso VI de León dona el valle de Salvanés a la Iglesia de Toledo en un Privilegio Real y fue a finales del siglo XV cuando la Encomienda de Villarejo de Salvanés pasó a ser Cabecera de la Encomienda Mayor de Castilla en la Orden de Santiago.
Villarejo de Salvanés fue declarado Conjunto Histórico en 1974, por la relevancia histórica de su patrimonio monumental, en el que destaca la Casa de la Tercia, Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, la Iglesia de San Andrés Apóstol y la Torre del Homenaje o Castillo de Villarejo de Salvanés que formó parte de la fortaleza de la Orden Militar de Santiago
Esta Torre del Homenaje o Castillo constituye una muestra arquitectónica única en España y está integrada dentro del Conjunto Histórico-Artístico de la localidad. Formaba parte del sistema defensivo que protegía el paso por el antiguo Camino de Toledo así como por la llamada Senda Galiana, una calzada romana que enlazaba la Galia con Hispania y estuvo en uso durante la Edad Media.
El castillo de Villarejo de Salvanés fue sede del Tribunal Especial de las Órdenes Militares y, en el siglo XIX, acogió como refugiado a Juan Martín Díez 'El Empecinado', héroe de la Guerra de la Independencia Española, además de convertirse en el punto de origen de uno de los fracasados levantamientos del general Prim cuando el 3 de enero de 1866 se sublevó contra el gobierno de O'Donell y el régimen isabelino.
Por su parte, la Casa de la Tercia fue construida por la Encomienda Mayor de Castilla en el siglo XVI. Su nombre es debido a que en su interior se guardaba la tercia (tercera) parte de los tributos para el uso personal del Comendador. Consta de dos plantas y un patio de columnas, además de unas cuevas con tinajas de gran tamaño que servían como almacenamiento del vino de los comendadores. Existen unas galerías subterráneas que la comunican con la iglesia y el castillo. Fue también alojamiento de los primeros Comendadores Mayores y albergó la imagen de la patrona del municipio, la Santísima Virgen de la Victoria de Lepanto.
El Santuario de Nuestra Señora de la Victoria se empezó a construir en 1573 en memoria de la victoria conseguida en la batalla de Lepanto del 7 de octubre de 1571 contra los turcos a instancia de Luis de Requesens que tuvo una actuación fundamental en Lepanto y fue comendador mayor de Castilla en la Orden de Santiago además de militar, marino y diplomático, mentor de don Juan de Austria, hermano ilegítimo del emperador Carlos I, y por tanto hermano de Felipe II.
Luis de Requesens había acompañado a Juan de Austria durante la rebelión de las Alpujarras y fue su primer lugarteniente en Lepanto. En la batalla naval pidió la intercesión de la Virgen del Rosario para salir victorioso de la contienda, prometiendo que de ser así le dedicaría un convento en Villarejo de Salvanés para su honra.
Dos tradiciones distintas nos hablan del origen de la imagen. Una dice que la talla iba en la embarcación de Requesens. Otra, que era la imagen ante la que el papa San Pío V rezó en Roma durante el desarrollo de la batalla. El caso es que la Madre de Dios recibió el nombre de Victoria de Lepanto.
El convento se reformó en estilo barroco durante el siglo XVII y en la actualidad contiene una importante biblioteca. Se trata de un templo de planta de cruz latina y bóveda de cañón con lunetos. El claustro del convento y las dependencias que albergaron a los frailes, salvo la sala capitular, fue convertido en los años 70 del pasado siglo en un Instituto de enseñanza profesional.
La iglesia parroquial de San Andrés Apóstol data del siglo XIV. Sufrió graves daños a lo largo del siglo XX, durante la Guerra Civil y en un terremoto registrado en 1969, pero fue completamente restaurada en los años 80. Consta de un ábside poligonal con altos contrafuertes, que la hacen similar al castillo. Es de una sola nave y tiene dos capillas laterales, sacristía y torre, rematada por un chapitel de pizarra que fue repuesto recientemente y en su fachada principal observamos un frontón con un escudo de la Orden de Santiago.
Y después de la visita a Villarejo de Salvanés conviene reponer fuerzas empezando por un vino con Denominación de Origen Vinos de Madrid producido en la localidad.
Pero además, no se puede olvidar que Villarejo de Salvanés tiene uno de los mayores olivares de la Comunidad de Madrid y sin duda merece la pena probar su aceite virgen extra de excelente calidad.
De hecho, los amantes de los caldos pueden apuntarse a visitas concertadas a bodegas y almazaras para conocer de primera mano cómo es la producción de vinos y aceites.
Por último hay que recordar que siempre es buen momento para ir de tapeo por Villarejo. Además, a la hora de saborear sus platos más típicos y representativos, no pueden faltar las gachas, el conejo al ajillo, las patatas con conejo, los asados de cordero o las judías con perdiz.
Y por lo que a los postres se refiere los más tradicionales en Villarejo de Salvanés con las torrijas, las cañas, las pastafrolas y, sobre todo, las famosas rosquillas de la Tía Javiera, aclarando que la Tía Javiera es un personaje del imaginario colectivo madrileño inspirado en una pastelera del siglo XIX que se hizo famosa vendiendo rosquillas en las fiestas.
Valdelaguna
Valdelaguna se encuentra en plena Comarca de Las Vegas, en la comarca histórica de la Alcarria de Chinchón, a menos de 50 kilómetros de la capital de España.
En el primer registro documental de la localidad, fechado en 1156, se dice que Alfonso VII donó a la Iglesia de San Ginés de Madrid y a su prior la villa de Salvanés, hoy Villarejo de Salvanés, concediéndoles derecho señorial sobre el territorio en el que se incluía entre otros el término de Val de la Laguna. Más tarde, en 1190, aparece integrado en la Transierra, es decir entre las tierras segovianas al sur del Sistema Central. No sería sino hasta el siglo XIX, con la supresión de mayorazgos y la división en provincias de 1833, cuando la localidad quedó integrada en la provincia de Madrid
El casco urbano de Valdelaguna cuenta con construcciones tradicionales de piedra, barro y yeso, que proporcionan una agradable vista de tonalidad blanca en todo el conjunto casas encaladas, así como las cuestas que recorren las laderas donde se ubica el pueblo, sus empinadas calles, su monte de encinas y pinos en contraste con su fértil vega, conforman un paisaje digno de apreciar.
También en Valdelaguna se puede disfrutar con la visita a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo de planta irregular construido en distintas fases entre los siglos XIII y XX. Fue saqueada durante la Guerra Civil, pero aún se pueden admirar las pinturas del ábside, datadas en el siglo XV y que constituyen un caso excepcional de mural hispanoflamenco en la Comunidad de Madrid.
La Casa del Cura es un edificio de mampostería con zócalo, esquinas, sillares y cornisa escalonada de ladrillos datado en el siglo XVII. Su interés se centra en la portada compuesta por un arco de medio punto con sillares rematado por un frontón triangular con bolas herrerianas en sus vértices. El edificio alberga un archivo con documentos que se remontan al siglo XV y popularmente se sostiene la tradición de que la casa perteneció a Manuel Godoy, favorito y primer ministro de Carlos IV, aunque no existe documentación que lo demuestre.
También merece la pena visitar el antiguo lavadero de la localidad que cuenta con cuatro pilas, cada una para un uso determinado: para el abastecimiento de las personas, abrevadero de bestias, lavado de ropa y aclarado de ropa.
La Plaza y el Ayuntamiento de Valdelaguna es obra de los arquitectos Víctor López Cotelo y Carlos Puente y en 1986 recibió el Premio del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. El nuevo edificio del Ayuntamiento se divide en dos cuerpos de ladrillo al interior y mampostería al exterior con piedra del pueblo. Uno de los cuerpos, perfectamente integrado en la estructura urbana colindante, alberga las dependencias administrativas. El otro, de carácter emblemático, conforma una torre con un reloj y en él se ubica el salón de sesiones que puede quedar completamente abierto en uno de sus flancos a un patio trasero.
Pero también hay en Valdelaguna interesantes construcciones en yeso y mampostería de piedra caliza de la zona, con cubiertas de vigas de madera, cañizo y teja árabe y se conservan también diversas bodegas y cuevas con tinajas de barro.
Y es que aquí el mundo del vino, y sobre todo los vinos con Denominación de Origen de Madrid, siempre está muy presente en la localidad como atestiguan las Bodegas Pablo Morate, cuyos vinos están certificados mediante el sello de calidad “M” Producto Certificado, que llevan más de 100 años elaborando vino. Fundada en 1873, esta bodega conjuga tradición y modernidad y tiene además un encantador Museo del Vino abierto al público, uno de los lugares con mayor tradición y solera vinícola de toda España al que se realizan visitas guiadas, catas-cursos de vinos, y otras muchas actividades, todo concertado en el museo con anterioridad.
Unos vinos que sin duda maridan a la perfección con el Queso Gigorro Semicurado de oveja Manchega que encontramos en Valdelaguna. Un delicioso queso blanco amarillento, puro de oveja con leche cruda, de pasta prensada, cuajada enzimática, inmersión en salmuera y una curación mínima de dos meses.
Chinchón
En el sureste de la Comunidad de Madrid nos encontramos con la villa de Chinchón, mundialmente famosa, entre otras cosas, por su imprescindible Plaza Mayor, uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura popular española cuyas primeras casas con soportales y balcones se remontan al siglo XV aunque fue en el XVII cuando quedó totalmente cerrada.
Declarada en 2008 cuarta maravilla de la Comunidad de Madrid, esta plaza goza de una protección integral de grado 1, su forma es irregular y los edificios que la delimitan tienen tres plantas con galerías adinteladas que suman entre todos ellos 234 balcones de madera denominados 'claros'.
Este era el lugar de encuentro donde se celebraban las ferias de ganado y aquí el concejo compró unas casas en 1499 para acometer sus reuniones, estableciéndose el Ayuntamiento en el mismo lugar en el que se encuentra en la actualidad.
Desde su construcción, la plaza ha albergado numerosas eventos tales como fiestas reales, proclamaciones, corral de comedias, juegos de cañas, corridas de toros, ejecuciones, autos sacramentales y todo tipo de actos religiosos, políticos y militares, además de servir como plató de cine en películas como 'La vuelta al mundo en 80 días', 'El fabuloso mundo del circo' o, más recientemente, 'Asteroid City' dirigida por Wes Anderson y protagonizada por Tom Hanks, Scarlett Johansson y Bill Murray.
Pero en Chinchón también es importante conocer el Castillo de los Condes aunque solo se ha de contemplar desde el exterior, porque no es posible visitarlo. Aun así desde fuera esta edificación del siglo XV es imponente a pesar de que ha sufrido todo tipo de embates. De hecho, el primero de todos fue su destrucción, pero más adelante el III Conde de Chinchón decidió levantar el actual sobre la base de las ruinas que quedaban, pero lamentablemente en el siglo XIX fue expoliado durante la Guerra de la Independencia y muchos de sus materiales se usaron para reparar caminos, aceras y casas.
Junto a esta fortaleza está el Castillo de Casasola, erigido en el siglo XV y que es otro de los lugares de interés que nos ofrece la villa como también lo son la Torre del Reloj de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Gracia, que es la más antigua de Chinchón, la Casa de la Cadena, un edificio barroco del siglo XVII, el teatro Lope de Vega y el Monasterio de los Agustinos, hoy convertido en Parador de Turismo.
Por lo que a la cocina de Chinchón se refiere, la villa nos ofrece unos productos típicos cuya calidad y excelencia han sido ampliamente reconocidas y premiadas.
Nos referimos a su famoso anís, cuya producción ya estaba documentada a principios del siglo XVIII, elaborado desde tiempos inmemoriales con matalahúva. En Chinchón se produce anís dulce con un 35% de grado alcohólico, seco, con un 43% de alcohol y también seco especial, que con su 74% de alcohol está oficialmente considerado como la décimo segunda bebida más fuerte del mundo.
Un anís excepcional que, por descontado, juega un papel protagonista en mucha de la repostería típica de esta localidad madrileña que cuenta con dulces tan representativos como las tetas de novicia, las pelotas de fraile, las tortas, las rosquillas y las prudencias.
Otra de las joyas gastronómicas de Chinchón es su 'ajo fino', justamente considerado como uno de los mejores del mundo, de color blanco y nacarado y capaz ensalzar hasta lo más alto cualquier plato al que se incorpore. Estamos ante un verdadero tesoro gastronómico cultivado con mimo en pequeños terrenos y minifundios de la vega del río Tajuña.
Titulcia
También en la Comarca de Las Vegas, Titulcia se encuentra al sur de la Comunidad Autónoma, entre San Martín de la Vega y Aranjuez, cerca ya de la provincia de Toledo.
El nombre actual del pueblo es moderno; se remonta a un decreto de Fernando VII del año de 1814 que dio crédito a la creencia general de que aquí se situaba la Titulcia citada en los itinerarios romanos y que aparece relacionada en el Itinerario Antonino. Su nombre tradicional, desde los tiempos de la repoblación cristiana, en el siglo XII, hasta comienzos del siglo XIX, fue Bayona de Tajuña, pero Fernando VII le cambió el nombre para que no le recordara su cautiverio francés en Bayona en tiempos de Napoleón.
En la comarca donde se encuadra Titulcia aparece una amplia superficie de páramo que está comprendida entre los ríos Jarama y Tajuña, pero en estos páramos hay que diferenciar dos sectores: al norte del Tajuña donde los páramos adquieren altura y que se llama la Alcarria de Madrid, y al sur del río Tajuña que es donde los páramos van descendiendo suavemente desde los 880 metros que hay en Santorcaz hasta los 600 metros dentro del término de Titulcia, ya que Titulcia está en el borde norte del río Tajuña donde los páramos han descendido progresivamente, encontrándose esta localidad en una pendiente suave.
Por lo que al patrimonio cultural de Titulcia se refiere destaca la Iglesia Parroquial de la Magdalena, del S. XVI, con trazas góticas, planta de una nave con arcos apuntados y un pórtico renacentista en el exterior. Además, en su interior se puede admirar un espléndido retablo mayor con la pintura "Tránsito de la Magdalena" de Jorge Manuel Theotocópuli, único hijo natural conocido de 'El Greco'.
Se puede visitar también la llamada Cueva de la Luna, una cueva artificial descubierta en el año 1952 por un matrimonio alemán llegado a la localidad madrileña para realizar estudios de restos arqueológicos y cuevas. Un documento fechado en Toledo en 1775 habla de una ermita de la Virgen de la Soledad donde el Cardenal Cisneros construyó un humilladero para sacralizar el lugar. Allí se le había aparecido una cruz en el aire cuando pasaba por Titulcia camino de la conquista de Orán y Cisneros lo consideró como una señal divina. Pero según algunos estudiosos, la cueva de Titulcia es una construcción esotérica de la época del cardenal y encierra un secreto matemático. Otra teoría la relaciona con los Caballeros Templarios y se habla también de fenómenos paranormales que se suceden dentro de la cueva.
También en esta localidad está el yacimiento arqueológico de 'Oppidum de Titulcia', donde en octubre de 2009 se encontró un plato de hace 25 siglos denominado la Pátera de Titulcia o, más popularmente, Medusa de Titulcia. Se trata de una hermosa pátera de plata y oro que data de entre el siglo IV a. C. y que fue elaborada por los carpetanos, un pueblo que entonces habitaba en la zona central de la península, en el curso del río Tajo.
Por lo que a la cocina se refiere, en Titulcia se pueden encontrar estupendas frutas y verduras ecológicas recién recogidas del huerto, cultivadas sin plásticos ni insecticidas y que por tanto atesoran todo el sabor y nutrientes de la tierra y del clima mediterráneo Y también se puede disfrutar con aceites que igualmente son totalmente ecológicos.
El vino artesano de Titulcia es uno de los productos más apreciados del Parque Regional del Sureste de la Comunidad de Madrid. Aquí se encuentra Bodega Viña Bayona, un acogedor negocio familiar que puede ser visitado para aprender sobre su historia y los procesos de producción y comercialización de calos con Denominación de Origen Vinos de Madrid.
La historia de esta Bodega, cuyas viñas riega el río Tajuña, se remonta a principios de 1900, cuando Magdaleno García comienza el negocio viticultor, pero después de unos años de inactividad, no es hasta 1940 cuando sus dos hijas, María y Magdalena, con la ayuda de sus maridos, retoman el negocio y de esta época se conserva la cueva subterránea con las tinajas originales de esta bodega de tradición familiar que ya va por la cuarta generación.
Villaconejos
Entre las vegas del Tajo y del Tajuña se encuentra Villaconejos, ubicada en la parte meridional de la Comunidad de Madrid y a 50 kilómetros de la capital.
El nombre del pueblo ha ido derivando desde Villa de los Conejos hasta el que hoy conserva, pasando por pocos estadios más (Villa Conejos y Villaconejos). El nombre hace pensar que en la zona abundaban estos animales y se practicaba su caza. La actividad de la caza se llevaba a cabo hasta hace bien poco, existiendo anteriormente, incluso, una asociación de cazadores. La multitud de conejos en la zona y la fama y calidad de sus melones desde hace tiempo consta en escritos históricos.
En el año 1561 tuvo lugar una tala de árboles importante en la zona conocida como el Montecillo, que contaba con numerosas encinas, pinos y quejigos, era tan frondoso que estaba habitado por gran número de lobos. La corta de leña se llevó a cabo acordada por vecinos de Colmenar de Oreja y Villaconejos. Los vecinos tenían que realizar batidas de vez en cuando debido a que estos mamíferos llegaban a las entradas de los pueblos, poniendo en peligro a los habitantes. El hecho de que hubiera lobos, por tanto, se debe también a que había conejos como alimento.
Hay expertos que sostienen que es posible que la aparición de Villaconejos sucediera antes del siglo VIII, mientras que otros opinan que se originó durante el período de la Reconquista.
Sea como fuere, dos calzadas romanas muy importantes atraviesan esta zona: la calzada que iba de Augusta Emérita, la actual Mérida, a Caesar Augusta, hoy Zaragoza, y la calzada que llevaba desde Urci, antigua denominación de la localidad almeriense de Benahadux, hasta Flaviobriga, actual localidad cántabra de Castro Urdiales. De hecho, se apunta que muy posiblemente la cañada que une las carreteras Villaconejos-Aranjuez y Villaconejos-Titulcia sea parte de la ruta Urci-Flaviobriga.
En Villaconejos hay que visitar la iglesia de San Nicolás de Bari que fue construida en dos etapas. La primera corresponde a la capilla mayor y crucero, es de estilo renacentista y data del siglo XVI. La segunda la compone el resto de la iglesia que fue construida en el primer tercio del siglo XVII adoptando el estilo barroco.
Por lo que a arquitectura se refiere, Villaconejos cuenta con dos ermitas, la de Santa Ana, levantada en 1578 y restaurada en algunas ocasiones desde entonces y la de San Isidro, acabada en el año 1970.
Existe también en la localidad la conocida como Cueva del Fraile que es de 1743 y debe su nombre a los frailes de la Orden de los Carmelitas Descalzos que la utilizaban como bodega para conservar y guardar en tinajas los buenos vinos de esta tierra.
Y por supuesto, merece una visita el Museo del Melón, abierto en 1993 y único en su género en el mundo. Allí se muestran útiles de labranza utilizados desde los siglos pasados hasta nuestros días, objetos del mundo y vida del melonero, incluyendo la recreación de una choza o un antiguo carro para el transporte de esta deliciosa fruta.
Se cuenta que fue un soldado que llegó a la localidad procedente de la localidad marroquí de Zeluán, en la provincia de Nador, quien llevó hasta la localidad madrileña las primeras semillas envueltas en una tela.
Los melones de Villaconejos se llevan cultivando muchísimo tiempo y son famosos por su extraordinaria calidad desde hace siglos. De hecho ya tenían fama en el siglo XVI tal y como se menciona en la 'Historia de Madrid' que escribió Federico Bravo Morata. Su fama era ya antiguamente tal que su crianza ocupó al pueblo durante siglos como principal labor.
Pero además de melones, en Villaconejos se cultivan cereales, olivos y vides. Y es que la calidad del aceite es excelente y los buenos vinos hacen honor a la gran fama de los viñedos de la zona.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.