No es más que un bizcocho normal, pero con el toque jugoso de la pera y el sabor y crujiente de las avellanas, y eso lo hace muy especial. La presentación, además, es espectacular si tienes un poco de paciencia para colocar las láminas de la pera y las avellanas. Y si quieres un dulce para chuparte de los dedos… asegúrate de que las peras sean de Jumilla. ¡Notarás la diferencia!
Para hacer este bizcocho de peras y avellanas, lo primero que debemos hacer el moler dos tercios de las avellanas. No es necesario reducirlas a polvo, sin en granillo. Es decir, que, si quedan pequeños trocitos de avellana, resulta agradable encontrarlos después en el interior del bizcocho. El otro tercio de las avellanas, resérvalas enteras o partidas a la mitad.
Lava las peras y, sin pelar, pártelas por la mitad para retirar el corazón con la ayuda de un cuchillo puntilla. Pártelas en rodajas, longitudinalmente. Parte cada pera, más o menos, en ocho trozos de esta forma.
Ponlas en un cazo con agua fresca y añade la canela en rama y los dos clavos. Acerca al fuego y, cuando rompa a hervir, aparta del fuego y deja enfriar.
Pon la mantequilla en otro cazo y derrite. A fuego muy suave, mantén la mantequilla hasta que coja un poco de color tostado claro. Ten cuidado de que no se queme. Cuando esté, cuela la mantequilla y deja enfriar un poco.
Bate los huevos junto con el azúcar moreno hasta obtener una mezcla espumosa.
Añade la mantequilla y sigue batiendo. Después, incorpora la leche y vuelve a batir para integrar bien todo. Por último, añade la ralladura del limón, con cuidado de no añadir nada de parte blanca de la cascara, que resulta amarga.
Vamos ahora con los ingredientes secos. Tamiza la harina junto a la levadura y la canela molida. Tamizar no es más que pasar la harina y resto de ingredientes por un colador de trama fina o cedazo para que quede más suelta y aireada.
Añade los ingredientes secos a los húmedos y mezcla bien hasta que tengas una masa homogénea.
Unta un molde desmontable redondo con mantequilla y espolvorea un poco de harina, retirando el exceso.
Vierte la masa en el molde. Coloca por encima las rodajas de pera y las avellanas que tenías reservadas de adorno.
Mete en el horno, que ya debe estar precalentado a 180°C y cocina durante 45 o 50 minutos.
Saca el bizcocho y deja enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.
