Es una de las tapas más clásicas del recetario español, una ración que no falta en las tascas y bares de toda España… y también en tu casa, porque es muy fácil y rápido de hacer. Lo más importante es contar con buena materia prima y apostar por gambas de calidad, y si son frescas de la Región de Murcia… pues mejor que mejor.
Ingredientes:
- Gambas, 20 unidades, de buen tamaño
- 4 dientes de ajo
- 1 cayena
- Pimentón dulce, media cucharilla (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Elaboración:
Para elaborar estas gambas al ajillo, lo primero que vamos a hacer es pelarlas por completo. En esta ocasión no usaremos las cáscaras ni las cabezas, pero no las tires, porque puedes usarlas para hacer un caldo.
Con la ayuda de un cuchillo puntilla, intenta retirar el intestino o tripa de las gambas, porque aporta un sabor un poco desagradable.
Pela los ajos y pártelos en láminas finitas.
Acerca una sartén al fuego con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra e incorpora el ajo laminado y la cayena. Cocina a fuego suave durante cinco minutos, confitando más que friendo, para que el ajo no se queme ni se tueste, pero quede bien hecho y blandito.
Sazona las gambas y añádelas al aceite. Añade también el pimentón. Deja que se cocinen durante 30 segundos y después, apaga el fuego y tapa la cazuela. Deja reposar así durante un par de minutos. Así, las gambas se cocinarán con el calor del aceite, pero no se cocinarán de más, y mantendrán su sabor fresco y textura tierna.
Sirve inmediatamente y acompaña con una buena cantidad de pan, porque el aceite está delicioso para hacer 'barquitos'. Un vino blanco bien fresquito acompañará a esta tapa a las mil maravillas, aunque también es muy habitual tomar con cerveza bien fría.