Aquí no es aún muy popular, pero el vino caliente especiado es una bebida muy tradicional en Navidad en los países del centro de Europa, especialmente a los alemanes. No falta en los mercadillos navideños, junto a los dulces tradicionales. Se trata de una bebida calentita y reconfortante, llena de aromas de especias y muy rica y fácil de hacer.
Para hacer este vino caliente colocamos todas las especias en una cacerola. Es decir, los clavos, el laurel, el cardamomo, el anís estrellado, la canela en rama y la nuez moscada rallada.
Sacamos con la ayuda de un pelador de verduras las pieles de los cítricos, tanto del limón como de la naranja. Hemos de hacerlo con cuidado, para coger solo la parte naranja y amarilla de la piel, que es donde están los aromas cítricos y aceites esenciales. Hay que evitar la parte blanca que es amarga. Pon las pieles junto a las especias.
Añade a la cazuela el azúcar y enciende el fuego, a temperatura media o media-baja comienza a remover para que se vaya disolviendo el azúcar y no se pegue.
Incorpora el vino y sube el fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento baja al mínimo y deja cocinar durante 25 o 30 minutos más o menos, removiendo con frecuencia.
Cuela el vino para retirar las especias y peladuras y ya está listo tu vino caliente.
