Su nombre se debe a la vieja costumbre de ‘requemar el aceite antes de preparar la masa’, que no es en realidad quemar el aceite, sino calentarlo (y a veces infusionar en él algún ingrediente) antes de verterlo sobre la harina y preparar la masa.
Los requemaos (que no requemados) son uno de esos dulces de antaño que hoy en día siguen resultando deliciosos y son tradición en la gastronomía murciana, y muy especialmente en el noroeste de la Región de Murcia. Se trata de unas galletas sencillas, de origen humilde, que hoy en día se preparan como antaño, con ingredientes sencillos y asequibles. Pero el resultado no puede ser mejor: puro sabor a infancia, a tradición, a hogar. ¡Pruébalos!
En primer lugar, sacamos la ralladura de la cáscara del limón. Lo hacemos con cuidado, para obtener solo la parte amarilla, que es donde se concentran los aromas cítricos y sus aceites esenciales. La parta blanca debe evitarse, pues resulta amarga. Reservamos.
Ahora, vamos a requemar el aceite. Para ello, acercamos una sartén al fuego con el aceite. Incorporamos la rama de canela y calentamos. Cuando el aceite esté bien caliente, pero sin que llegue a humear, apagamos el fuego y lo dejamos enfriar.
No es necesario que se enfríe completamente. Cuando esté tibio, retiramos el palo de canela y vertemos el aceite sobre un bol.
Añadimos el azúcar y mezclamos con la ayuda de unas varillas hasta que azúcar se disuelva.
Añadimos también la ralladura del limón y el anís y volvemos a mezclar todo bien.
Vamos incorporando poco a poco la harina y comenzamos a mezclar bien con la ayuda de una cuchara de madera. Mezclamos todo bien, enérgicamente, hasta que la masa se pueda manipular ya con las manos. En ese momento comenzamos a amasar hasta obtener una masa lisa y homogénea.
La estiramos con la ayuda de un rodillo hasta dejarla del grosor de cuatro o cinco milímetros. Cortamos con la ayuda de un cortapastas nuestrosremquemaos. La masa sobrante, se puede seguir estirando y cortando más formas.
Colocamos los requemaos sobre la bandeja del horno, cubierta con papel de horno. Pintamos con el huevo batido.
Mezclamos la canela con azúcar y espolvoreamos por encima.
Horneamos a 180°C durante 12 o 15 minutos, o hasta que se vean doraditos por encima.
