Cuando buscamos una ensalada fresca para el verano, cuando tenemos ingredientes de temporada, de buena calidad, recién recogidos de la huerta… menos es más. Y esta ensalada es una buena muestra de ello. Más sencilla, es imposible. En tres minutos la tendrás lista, y se elabora con tres ingredientes, aparte del aliño. Y no necesita nada más.
El secreto está en usar un buen tomate de temporada, un pepino muy fresco, de temporada, así como la cebolla, que puede ser dulce si te gustan los sabores suaves, o morada, si te gustan un poco más las cebollas un poco picantitas. Sea como sea, eso sí, si son de la huerta murciana, mejor que mejor, notarás la diferencia.
Para elaborar esta sencilla ensalada, lo primero que vamos a hacer es pelar la cebolla y picarla en juliana fina, es decir en tiritas. Si en lugar de emplear cebolla dulce usas una cebolla blanca o cebolla morada, y te sale muy ‘picona’, el truco para rebajar su fuerza es poner la cebolla ya picada en un bol con agua durante 10 o 15 minutos. Después escúrrela bien y úsala normalmente.
Lava el tomate y pártelo en trozos. Para esta ensalada no importa qué tipo de tomate uses, siempre y cuando sea un buen tomate, lleno de sabor. Puedes usar cherrys, en este caso partidos a la mitad; tomates raf, o tomates negros, en este caso partidos en gajos, etc.
Por último, lava el pepino, retira sus extremos y pélalo a medias. Es decir, con la ayuda de un pelador, ve retirando tiras de su piel, pero dejando entre una y otra rallas de piel sin quitar. Una vez hecho esto, pártelo como prefieras, o bien en dados o bien en rodajitas.
En un bol, pon los tres ingredientes de esta ensalada: el tomate, el pepino y la cebolla. Pon a punto de sal y añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y un poco de vinagre de Jerez al gusto, según prefieras las ensaladas más suaves o subidas de vinagre.
Opcionalmente, a esta ensalada le irá muy bien si añades unas hojas de hierbabuena o de menta, bien picaditas… darán al plato un punto extra de sabor y frescura.
