La Región de Murcia es un paraíso para la producción de fruta, se cultiva en un clima mediterráneo semiárido y en el que el agua, muy escasa, es la gran riqueza y se aprovecha con la máxima eficacia.
La climatología de las diferentes comarcas murcianas facilita que prospere un ámplio número de variedades de fruta: melones, melocotones, albaricoques o peras son frutas muy extendidas por toda la comunidad autónoma y con unas cifras de producción que se sitúan entre las más altas de Europa.
Por lo que se refiere a las zonas de producción, la agricultura frutal se encuentra presente sobre todo en las zonas de Lorca, Totana, Alhama, Aledo, Campo de Cartagena y Huerta de Murcia.
El idilio de Murcia con la fruta viene de antiguo. Hay yacimientos arqueológicos de los pueblos prerromanos en los que se han encontrado muchas semillas de diferentes frutos, así ha sido Cieza, Jumilla o la costa de Cartagena.
A lo largo de toda la vega del Segura hay innumerables plantaciones de frutales y cítricos. Desde la Comarca del Noroeste hasta las Vegas Alta y Media prosperan los melocotones, ciruelas o albaricoques, los limones, mandarinas, pomelos y naranjas y el Valle del Guadalentín es zona de uva de mesa y en el Campo de Cartagena no faltan melones y sandías.
Si de cifras hablamos, la Región de Murcia es una de las primeras productoras de España en cítricos con más de 750.000 toneladas anuales y algo muy parecido sucede con los melocotones, sobre todo en Cieza, los albaricoques, con más del 50% de la producción nacional, 100.000 toneladas al año de sandía o la uva de mesa sin olvidar, por supuesto, los melones con la imprescindible la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Melón de Torre Pacheco y la imprescindible pera Ercolini con Denominación de Origen (DO) Jumilla.
En total, la Región de Murcia exporta el 35% de las frutas que produce lo que supone el 13% del conjunto de las exportaciones de frutas de toda España.
Además, esta comunidad autónoma es la cuarta que más almendra produce en el país, sobre todo de la variedad Marcona, ideal para consumir pelada y frita, y la Largueta, con piel y tostada, muy apreciada en repostería.
Melón de Torre Pacheco
Pero como ya se ha apuntado, los dos frutos que reina por encima del resto en Murcia son la IGP Melón de Torre Pacheco.
El exquisito Melón de Torrepacheco es de la variedad Saccharinus Naud en el tipo 'Piel de Sapo' y se produce principalmente en la localidades de Cartagena, Fuente Álamo, La Unión, Los Alcáceres, San Javier, San Pedro del Pinatar y, por descontado, Torre Pacheco.
El Melón de Torre Pacheco obtuvo la IGP, algo de lo que no pueden presumir muchos de los que se suelen comercializar en grandes superficies, en el año 2015 y cuenta con una superficie de producción de 900 hectáreas que proporcionan unos 18 millones de kilos de melones al año.
Famosos por su tamaño de unos 2,5 kilos, su aroma, sabor, textura y capacidad de conservación, este melón es la incuestionable estrella de las 'Fiestas del Melón' que vienen celebrándose en la Villa Torre Pacheco desde 1969.
Son fiestas que se celebran como agradecimiento y reconocimiento a los agricultores, empresas agrícolas y cooperativas agrarias, por su importante labor en el crecimiento y expansión de la localidad y su labor es premiada con el emblemático galardón del 'Melón de Oro' que otorga el Ayuntamiento.
Se trata de unas fiestas en honor al fruto del trabajo y sacrificio de los agricultores que, año tras año, llenan de melones nuestras mesas, refrescando los calurosos veranos y llevando el nombre de Torre Pacheco por medio mundo
Pera de Jumilla
La deliciosa pera de Jumilla es de un tipo muy especial, de la variedad ercolini, y tiene, al igual que los vinos de esta localidad murciana, Denominación de Origen Protegida.
Las características únicas de esta pera son su aspecto apetecible, su pequeño tamaño y un sabor dulce irresistible. Este fruto es posible gracias al clima y las condiciones en que se cultivan.
Estas peras tienen una piel muy fina y un inconfundible color verde claro que pasa al amarillo y presenta una chapa de color carmín en su cara soleada. Su pulpa, blanca y jugosa, regala un sabor muy dulce y azucarado.
La maduración de la variedad ercolini es muy rápida por lo que requiere no retrasarse a la hora de recolectarla pero, eso sí, en cámara solo resiste de dos a tres meses de conservación.
Sin añadirles nada, las peras de Jumilla son de por sí un bocado riquísimo, pero tratadas con azúcar y vino de la DOP Jumilla se convierten en un postre sencillamente exquisito.
Para elaborar estas peras al vino se utilizan las que estén maduras pero no pasadas para evitar que se deshagan.
Lo primero es pelarlas respetando el rabito y cortando un poco de base antes de ponerlas en una cazuela a la que se añadirá azúcar disuelta en vino, cáscara de limón y una ramita de canela.
Después se cocinan a fuego medio durante aproximadamente una hora dependiendo de lo maduras que estén. En cualquier caso, hay que retirarlas cuando el vino casi se haya convertido en almíbar.
El último toque es saltearlas con avellanas o almendras picadas. ¡A disfrutar!
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.